EL PROCESO ARQUIDIOCESANO

1. EL PROCESO ARQUIDIOCESANO Y LA LUZ QUE EL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA PUEDE DAR

2. Ante los nuevos desafíos que enfrenta la evangelización -mayorías empobrecidas, los jóvenes, la urgente renovación parroquial, evangelizar fuera del templo etc.-, es urgente emprender una nueva y vigorosa acción misionera que, con audacia y creatividad, nos permita responder a las exigencias presentes, en vistas al futuro del mundo y de la Iglesia. (ECUCIM 13)

3. EVANGELIZACIÓN Y DSI • El II Sínodo y el compendio de la doctrina social comparten el mismo concepto de evangelización, que dicho sea de paso esta basado en el concepto dado por la EN. • La evangelización también debe contener siempre —como base, centro y a la vez culmen de su dinamismo— una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios (27)... La evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vidaconcreta, personal y social, del hombre (29)

4. ¿Por qué la EN, el II Sínodo y el compendio colocan estos elementos al centro de la evangelización? • En primer lugar porque el hombre, al que se busca evangelizar, no es un ser abstracto, sino inmerso en sus realidades históricas y sociales concretas. • La fe nos dice que no se puede separar el plano de la creación –que es en donde se dan situaciones de injusticia y de pecado- de la realidad de salvación.

5. Pero de una manera más vinculante para nosotros como cristianos, la preocupación por lo social está basada en el mandamiento del AMOR “¿cómo proclamar el mandamiento del amor, sin promover en la justicia y en la paz, el auténtico crecimiento del hombre?” EN 31

6. INCULTURACIÓN Y DSI Una de las maneras, según el compendio, para producir el cambio en la cultura —o la famosa inculturación del evangelio— es a través de la presencia del mensaje cristiano en los distintos elementos del campo social. Porque la antropología cristiana revela la verdad plena e integral del hombre.

7. Esto sólo se puede lograr a través de la presencia comprometida de los mismos cristianos, en esos espacios.

8. REFLEXIÓN La Pastoral Social, debe pasar de ser solamente una práctica asistencial o socio-caritativa a ser una instancia formadora de conciencias para el compromiso social del cristiano.

9. La relación entre Pastoral Social y DSI se encuentra en los nn. 524-527 de nuestro compendio. La DSI da a la pastoral social los principios y contenidos a anunciar en las realidades sociales y la Pastoral social da los caminos y las formas para que estos principios se hagan realidad dentro del ambiente eclesial. Ciertamente la DSI va más allá de la Pastoral social, ya que a ella le compete también el dialogo con aquellas realidades que están fuera de la realidad eclesial.

10. LA CATEQUESIS Y LA DSI La formación en el aspecto social, es indispensable para una formación cristiana completa.

11. La catequesis es la presentación orgánica y completa de la doctrina cristiana a fin de llevar al creyente a la plenitud de la vida evangélica. (CT 18)

12. La catequesis no puede omitir las verdades presentadas por el Magisterio en materia social.

13. REFLEXIÓN • Agregar, no como parche sino como algo esencial a la doctrina cristiana, los contenidos de la DSI, además del contacto con las encíclicas sociales leídas y compartidas en comunidad. • No ser sólo una mera exposición y repetición de las verdades de la fe, sino ser una auténtica catequesis que empuje a hacer vida estas verdades que se profundizan de manera orgánica. En el contexto de esta catequesis que se hace vida es importante que la presentación de las orientaciones sociales del magisterio esté orientada a la acción del cristiano que busca humanizar las realidades temporales.

14. LA FORMACIÓN Y LA DSI • Los candidatos al sacerdocio deben madurar una cualificada conciencia de la enseñanza y el empeño pastoral de la Iglesia en el ámbito social y un vivo interés en relación con las cuestiones sociales propias de su tiempo. n.533

15. LA PARROQUIA Y LA DSI • Las comunidades cristianas (como las parroquias) podrán utilizar el documento para analizar objetivamente las situaciones, clarificarlas a la luz del evangelio, recabar principios del reflexión, criterios de juicio y líneas de acción.

16. CONCLUSIONES

17. 1a. INCONGRUENCIA La DSI -y la Pastoral Social- es presentada por el Compendio como herramienta o camino por recorrer del auténtico discípulo de Cristo. El cuidado de lo social es manifestación del pináculo del amor, la DSI no puede ser herramienta para un cristiano mediocre.

18. 2a. INCONGRUENCIA La Pastoral Social y la DSI sufren aún de una visión que nace de la ruptura antropológica de la época moderna y post-moderna.

19. 3a. INCONGRUENCIA Aquellos que trabajan la DSI y la Pastoral Social no hacen referencia a la Sagrada Escritura, sino a una visión sociologista.

20. 4a. INCONGRUENCIA En la mente de los agentes de pastoral existe la idea –que nace de nuestra visión cultural- de que el Magisterio, el Sr. Cardenal, los Obispos o alguien más o menos autorizado, debe darnos “líneas” detalladas a seguir, o manuales que se presentan cual viles recetas de cocina.

21. 5a. INCONGRUENCIA Las comunidades eclesiales, en nuestra arquidiócesis, se configuran cada vez más como comunidades cerradas sobre sí mismas, con escasa o nula referencia a lo social y de confrontarse con la realidad.

22. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.” Entonces los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?”. Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” (Mateo 25, 34-40)