E N D
Delfos: Antigua ciudad de Grecia, emplazamiento del famoso oráculo del dios Apolo, situada en la ladera suroccidental del monte Parnaso, en la región de Fócida, a 9,5 km del golfo de Corinto. Considerada por los antiguos griegos el centro de la tierra, Delfos fue sede del oráculo de la diosa de la tierra Gaya. Según la leyenda, Apolo derrotó a la monstruosa serpiente Pitón, que custodiaba a Gaya y la expulsó del santuario, el cual después compartió con el dios Dionisio. Los sacerdotes délficos desarrollaron un complicado ritual, centrado en la sacerdotisa principal llamada Pitia. Sus manifestaciones eran consideradas las palabras de Apolo y el oráculo era consultado tanto por ciudadanos particulares como por oficiales públicos. El camino sagrado al templo estaba alineado con ricas casas construidas con las ofrendas dadas por las ciudades-estado griegas.
LOS ORIGENES DEL PENSAMIENTO GRIEGO • Un mismo tipo de organización social, un género de vida análogo, una humanidad similar, se revelan en los escritos en lineal B de Cnosos, Pilos y Micenas y en los archivos en cuneiforme encontrados en Ugarit, Mari o en la Hattusa hitita. Por el contrario cuando se encara la lectura de Homero el cuadro cambia: es otra sociedad, un mundo humano diferente.
La constancia y el cambio • La religión y la mitología de la Grecia clásica hunden sus raíces muy directamente en el pasado micénico. Pero en otros dominios se evidencia una profunda ruptura. • El hundimiento del sistema micénico desborda ampliamente en sus consecuencias, el dominio de la historia política y social. Repercute sobre el hombre griego mismo.
Rey,Palacio Omnipotencia sin control ni límite en el secreto del palacio Cosmogonías asociadas a rituales reales y a mitos de soberanía Polis, ágora La vida política quiere ser objeto de un debate público a plena luz del día. Un nuevo pensamiento trata de fundar el orden del mundo sobre relaciones de simetría, equilibrio e igualdad entre distintos elementos del cosmos Los cambios comparativos
LA RAZON GRIEGA La escuela de Mileto no vio nacer la razón; ella construyó una razón, una primera forma de racionalidad. Aquella razón griega no fue la razón experimental de la ciendia de nuestros días, orientada hacia la explotación del medio físico. (...)La razón griega no se ha formado tanto en el comercio humano con las cosas, cuanto en las relaciones de los hombres entre sí...” Dentro de sus límites como en sus innovaciones es hija de la ciudad.