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“Campaña electoral”

Miguel-A. “Campaña electoral”.

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“Campaña electoral”

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Presentation Transcript


  1. Miguel-A. “Campaña electoral”

  2. Confieso ser un ingenuo que se fía de todo el mundo. Pero toda regla tiene excepciones. Mi excepción son los políticos. Y no hace falta que les desacredite, se bastan ellos para desacreditarse. Presumen de demócratas, pero sólo hasta que son votados.. para lo cual prometen el oro y el moro, Luego, olvidan sus promesas, y la esencia de la democracia: el pueblo les importa un rábano. Dejan de ser personas, y venden su personalidad al partido político... que es quien paga su salario y reparte prebendas.

  3. Esto, de vender su alma al partido que es quién les da salario y prebendas, hace que el bien común (que en teoría debiera ser su trabajo) se convierta en miras por la rentabilidad en las urnas para el partido. Resulta bochornoso ver a los políticos jugando al paternalismo, tratando al pueblo como si fuera tonto, fomentando en sus mítines filias y fobias partidistas, y dedicando un minuto a explicar su programa, y cinco a desprestigiar al adversario, a hacer promesas incumplibles, y a hacerse los graciosos ante sus adeptos. Y todo... por los votos...

  4. Un día murió un político. Su alma llegó al cielo, y San Pedro le saludó: - ¡Bienvenido al cielo! Antes de que te acomodes, hemos de solucionar un pequeño problema. Verás, raramente un político ha llegado hasta aquí. Por ello, no estoy seguro de lo que tengo que hacer contigo. - No hay problema. Déjame entrar -replicó el político. - Bueno, sí. Pero tengo órdenes desde lo más alto. Lo que haremos será hacerte pasar un día en el infierno, y otro en el cielo, y así, luego, podrás elegir dónde quieres pasar la eternidad.

  5. San Pedro acompañó al político al ascensor, y bajó hasta el infierno. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, se encontró en medio de un verde campo de golf. A lo lejos había un club, y estaban todos sus amigos ya fallecidos (colegas de la política). Todos estaban vestidos con trajes elegantes, y muy contentos. Corrieron a saludarlo, y recordaron los buenos tiempos vividos en mutua compañía.

  6. Jugaron todos juntos una agradable partida de golf y, se fueron a almorzar. Luego por la noche, cenaron juntos en el club con langosta y caviar. Estaba, también, el Diablo, que, contra lo que se supone, es un tipo muy simpático, y divierte mucho contando chistes (creo que verdes), y anima el baile. El político se estaba divirtiendo tanto que, antes de que se diera cuenta, se acabó el día de prueba, y era ya hora irse.

  7. El ascensor subió. Se abrió a la puerta del cielo. - Ahora es el momento de pasar al paraíso -afirmó San Pedro. El político pasó las 24 horas siguientes saltando de nube en nube, tocando el arpa y cantando. - Bien, has pasado un día en el infierno, y otro en el cielo -le dijo San Pedro al acabar la jornada-. Ya puedes elegir dónde pasar tu eternidad. El político reflexionó un momento, y luego respondió: - Bueno, yo no lo habría pensado así nunca... quiero decir que el cielo ha sido precioso, pero creo que he estado mejor en el infierno.

  8. San Pedro le acompañó hasta el ascensor, y otra vez bajó al infierno. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, se encontró en medio de una tierra desierta cubierta de mierda y desperdicios. Vio a todos sus amigos, vestidos con harapos, que estaban recogiendo los desperdicios y metiéndolos en bolsas negras.

  9. - No entiendo -balbuceó el político al Diablo que le había puesto el brazo sobre sus hombros-. Ayer estuve aquí, y había un campo de golf y un club, y comimos langosta y caviar, y bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es una tierra desierta llena de desperdicios, y todos mis amigos parecen unos miserables. - Ayer era campaña electoral -respondió el Diablo mirándolo y sonriendo-. Hoy ya nos has votado.

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