1 / 10

Los problemas más comunes de tobillo son las torceduras y las fracturas.

Los problemas más comunes de tobillo son las torceduras y las fracturas.

Download Presentation

Los problemas más comunes de tobillo son las torceduras y las fracturas.

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. Los problemas más comunes de tobillo son las torceduras y las fracturas. Una fractura es una ruptura de un hueso. También pueden ocurrir lesiones en otras partes del tobillo como los tendones, que unen los músculos al hueso, y los cartílagos, que amortiguan los roces e impactos de las articulaciones. • Región anterior • Receso articular • Región lateral • Ligamento lateral externo • Tendones peroneos • Región medial • Ligamento deltoideo • Tendones mediales   • Región posterior • Tendón de aquiles

  2. 1. Pie plano. Podríamos definirlo como una deformidad en la que se ha hundido la bóveda plantar, permitiendo el apoyo de su porción interna y dejando una huella plana. Se describen hasta cuatro grados de pie plano, de menos a más grave.2. El pie cavo sería el caso contrario, con un aumento de la concavidad del pie.3. En el pie equino existe asociada una flexión plantar forzada que levanta el talón y verticaliza el pie.4. El pie zambo es la asociación de un pie cavo-equino-aducto.5. Las desviaciones axiales de los dedos y todas las deformidades en dedos y metatarsianos (halluxvalgus, dedos martillo, exostosis) son tratadas de forma conservadora con elementos correctores como plantillas y ortesis. Cuando se produce una deformidad avanzada, se debe recurrir a la cirugía. En este campo los cambios introducidos en los últimos años con la llegada de la cirugía percutánea del pie, ha supuesto un avance muy notable. Es un método de intervención quirúrgica mucho menos agresivo que el tradicional, con tiempos de recuperación menores y eliminación de procesos muy dolorosos en el postoperatorio inmediato.

  3. LESIONES DEL CARTÍLAGOEn las articulaciones de tipo sinovial, los huesos en contacto están cubiertos de una capa de cartílago que evita la fricción. En el tobillo, la lesión más habitual es la que afecta al cartílago de la cúpula astragalina. En el joven, el cartílago de la zona interna del astrágalo en contacto con la tibia, se despega del plano óseo, conformando una osteocondritisdisecante. pie tobillo artroscopia cartilagoosteocondritis El resultado de la intervención quirúrgica mediante artroscopia tiene muy buen resultado. Se retira el fragmento de cartílago que esté despegado y se practican perforaciones en el hueso para cruentarlo y favorecer la revascularización de la zona, que llega a cubrirse de un neocartílago. En el adulto, el tratamiento tiene un resultado mucho más incierto. En el caso de artrosis avanzadas de tobillo, con gran destrucción de la superficie cartilaginosa, está indicada la artrodesis. Al soldar las superficies de tibia y astrágalo, se hace desaparecer el dolor, aunque se pierde la movilidad del tobillo.

  4. LAS TENDINITISCualquiera de los tendones de la zona puede irritarse debido a solicitaciones excesivas o a tracciones en mala postura o mala dirección. La más frecuente es la tendinitis del Aquiles. Se origina por esfuerzos excesivos que, normalmente, se realizan en una dirección inadecuada. La inclinación del tendón hacia fuera en el caso del talo valgo o hacia dentro en el del talo varo, provocan ese tipo de tensión. También se produce cuando un desarrollo excesivo del calcáneo, como ocurre en el mal de Hagelund, empuja el tendón hacia atrás. En el punto de fricción con el zapato, puede acompañarse de bursitis, por inflamación de la bursa que, como en otras zonas protruyentes del organismo, protege en este caso la protrusión del talón.Para corregir la tendinitis ha de procurarse en primer término, la eliminación de la causa, compensando el varo o el valgo con plantillas adecuadas, y operando el Hagelund cuando falla el tratamiento conservador.

  5. LOS ESGUINCESSon roturas parciales de los ligamentos. Según la cantidad de fibras rotas y el grado de inestabilidad que provoquen, se pueden clasificar en grados I, II y III. Cuando la rotura es muy extensa y los huesos pierden la continuidad articular, hablamos de luxaciones.Cuando se produce un esguince, la zona rota es sustituída por un tejido cicatricial. Generalmente quedan secuelas porque el nuevo ligamento no está tan tenso ni es tan resistente como el primitivo. Por ello, cada vez es más fácil torcerse un tobillo cuando se van repitiendo los episodios traumáticos. También es cierto que cuantos más esguinces sufre una articulación, menos inflamación se produce y es cada vez más tolerable.Dependiendo del ligamento lesionado, los esguinces de tobillo podemos clasificarlos en:1. Esguince lateral, si se rompen fibras del ligamento lateral externo.2. Esguince medial si se lesiona el lateral interno o deltoideo.3. Esguince sindesmal, si se rompe la sindesmosis.El tratamiento de los esguinces variará según se trate de un primer episodio o si se deben a una inestabilidad crónica por episodios de repetición. También, del grado de inestabilidad, de inflamación, etc.

  6. La pauta de tratamiento ha variado en los últimos tiempos. Hace unos años, se inmovilizaban de una forma sistemática para favorecer la cicatrización en condiciones de reposo. Si la rotura era muy extensa, se suturaban. tratamiento recuperacion vendaje ligamentos pie tobillo externo esguince Actualmente no se inmovilizan más que en los primeros días tras el accidente para favorecer la resolución de la inflamación pero después se colocan vendajes funcionales y ortesis de fácil retirada para procurar una recuperación funcional más rápida sin producir atrofias por la inmovilización. Además cada vez es más frecuente el entrenamiento de la propiocepción que favorece una mejor recuperación y un menor riesgo de recaida; para ello se utilizan "plataformas oscilantes", entre las que la más moderna y efectiva es el Pielaster. La indicación quirúrgica se reserva a las grandes roturas ligamentosas.

  7. LAS FRACTURAS.La más frecuente es la que afecta a los maleolos. Pueden romperse aisladamente o, con cierta frecuencia, en fracturas múltiples (bimaleolares o trimaleolares cuando también se afecta el llamado maleolo posterior de la tibia). La rotura poligragmentaria de la porción final de la tibia, del pilón tibial, es una grave lesión que requiere reparación quirúrgica y que suele dejar graves secuelas porque afecta a la porción articular de la tibia y al cartílago que la cubre.Aunque en muchos servicios de urgencias se decide con relativa frecuencia no intervenir las fracturas maleolares, supone un riesgo muy importante para el futuro funcional del tobillo no reducir y sintetizar la fractura en una reconstrucción anatómica perfecta. Cualquier escalón por un pequeño desplazamiento de la fractura puede comprometer la congruencia articular de forma irreversible.Las fracturas de astrágalo y calcáneo son lesiones graves que requieren reducción bajo anestesia y a veces osteosíntesis. Dejan secuelas en la mayoría de los casos.Las fracturas de los huesos del metatarso y de los dedos, aunque en muchos tratados clásicos recomiendan ser operadas, con el conocimiento adquirido tras los avances en cirugía percutánea, cada vez con mayor frecuencia son tratadas de forma conservadora.Un caso especial es la fractura de la base del quinto metatarsiano, lesión frecuente en el fútbol, por el apoyo incompleto de la planta del pie sobre los tacos de la bota. Cualquier giro puede producir su fractura. En los deportistas es aconsejable la reparación quirúrgica por el riesgo de falta de consolidación, de pseudoartrosis, al repetirse el mecanismo que la originó. En el paciente sedentario es recomendable esperar la consolidación de la fractura por tratamiento conservador ya que es relativamente cómodo; basta con el uso de unas plantillas metálicas que favorezcan el apoyo sobre una superficie rígida.

  8. El esguince de tobillo en detalle.El esguince de tobillo es una lesión que está presente en casi todas las disciplinas deportivas. Correr, saltar, golpear un balón o realizar cambios de dirección son gestos que los deportistas realizan de forma continua y que en ocasiones pasan factura a los ligamentos colaterales de esta articulación, especialmente al externo, que suele ser el que se lleva la peor parte. Pero sufrir un esguince no es demasiado preocupante: el verdadero problema es padecer una inestabilidad crónica de la articulación que provoca que los esguinces se repiten habitualmente.El tobillo está estabilizado lateralmente por el ligamento peroneoastragalino anterior (LPAA), el ligamento peroneocalcáneo (LPC) y el ligamento peroneoastragalino posterior (LPAP). En el esguince de tobillo el primero en romperse por lo general es el LPAA y después el LPC. Si el LPAA está roto, se debe explorar la posible rotura concomitante del LPC: en el 64% de los casos se lesiona sólo el LPAA, mientras que en el 17% también lo hace el LPC. Las personas con laxitud ligamentosa que tienen una inversión subastragalina exagerada suelen ser propensas a las lesiones por inversión. La debilidad de los tendones peroneos es un factor predisponente, presente en ocasiones, que puede deberse a patología del disco intervertebral lumbar.El antepié valgo, en el que el antepié tiende a la eversión durante el ciclo de la marcha provocando que la articulación subastragalina lo compense mediante inversión, puede predisponer al esguince de tobillo. Algunas personas presentan una tendencia heredada a desarrollar articulaciones subastragalinas con inversión (varo subastragalino).

  9. Calentamiento:*Fisiológico:Con técnicas de fisioterapia se prepara el tobillo, para que posteriormente responda mejor a los esfuerzos a lo que se le va a someter.En mi caso trataremos al paciente con 5 minutos de ultrasonido aplicados directamente al tobillo, esto tendrá un efecto mecánico del micromasaje y también conllevara una producción de calorpor el efecto térmico, condiciona una relajación muscular, favorece la circulación sanguinea, produce un incremento de la capacidad de regeneración de los tejidos y un aumento de la permeabilidad de la membrana lo cual favorece el intercambio celular.Con esto conseguiremos reducir el riesgo de recaida.*General:Se activan todos los grandes sistemas (nervioso, muscular, cardio-respiratorio) sin prestar especial atención a la zona a tratar.Comenzar andando 5 minutos sobre terreno uniforme, cuando se valla avanzando en el tratamiento se cambiará por un suave trote y más tarde por carrera continua.*Específico:Activamos aún mas los sistemas que vamos a tratar haciendo un énfasis especial en la zona a rehabilitar. En total durará unos 5 minutos.Extensión del tobillo con resistencia, (opciones: sentado contra el suelo, tumbado contra la pared, usando gomas elásticas, etc...). En series de 15 repeticiones.Flexión del tobillo con resistencia, (opciones: de pie nos pisamos los dedos con el otro pie, tumbado haciendo resistencia con el pie contrario, gomas elásticas, etc...). En series de 15 repeticiones.De pie, nos apoyamos en un suelo uniforme con la pierna de la lesión y la otra la flexionamos hacia atrás. Realizamos pequeños movimientos sin despegar el pie del suelo, de forma que el tobillo se fuerce a estabilizar el equilibrio). 3 veces de 20 segundos.

More Related