A partir de 1950, se origina una fuerte migración del campo a las ciudades.

1. EL AGUSTINO A partir de 1950, se origina una fuerte migración del campo a las ciudades. Los camiones que venían desde la sierra trayendo los comestibles, desembarcaban en La Parada, que es el centro de abastecimiento más grande de Lima. Mu- chos de esos trabajadores que descargaban la mercan- cía de los camiones, fueron los primeros invasores del cerro San Cosme y, luego, del cerro El Agustino.

2. Estas zonas no contaban con agua ni desagüe, tampoco con electricidad, siendo ocupadas, normal-mente, por trabajadores informales y desocupados que deseaban tener algún terrenito donde levan-tar, precariamente, una vivienda, como en el caso del Niño de junto al cielo, a quien le toca vivir el la parte más alta. Con el paso de los años y, dado el crecimiento descomunal y desordenado de la población, estas barriadas recibieron el nombre de Pueblos Jóvenes. Gracias al empuje de algunas personas lograron organizarse para construir sus casas, conseguir ser-vicios básicos de agua, desagüe, alumbrado público, asfaltado de calles, veredas, construcción de escue- las, parques , losas deportivas y postas médicas; pero la mayoría de éstos se convirtieron en verdaderos cinturones de pobreza. Richard K.

3. INFORMACIÓN SOBRE EL AGUSTINO El Agustino es un reto permanente. Desde que los primeros pobladores empezaron a ocupar los terrenos y tuvieron que pelearla muy duro para evitar el desalojo, hasta la actualidad, en que día tras día sus nietos ofrecen su sudor en busca de la supervivencia y el desarrollo del distrito, El Agustino ha sido sinónimo de lucha. Por eso, como nos dijo un amigo agustiniano, la gente de la zona es un impulso para creer, para tener sueños. Echémosle una mirada breve a la historia de este distrito para comprender mejor a dónde llegó Chiqui cuando decidió instalarse en Lima, y en qué está hoy la zona.

4. La invasión: lucha por un sitio para vivir (1940-1970) Un primer período en la historia del distrito es el de la ocupación. A mediados de los años 40 la zona era fundamentalmente agrícola, y los propietarios eran hacendados como Enrique de la Riva Agüero, quien da nombre a la que hoy es la principal avenida de El Agustino. Algunos de los cerros eran propiedad de cooperativas de vivienda. Sin embargo, la explosión urbana de esos años llevó a muchos migrantes pobres a ocupar violentamente las faldas de San Cosme, San Pedro y El Agustino en 1947. Estas son las primeras invasiones. En este período se vuelven míticas las figuras de personajes tales como “poncho negro”, dirigente de los pobladores del barrio de 7 de octubre. Líderes como él son presentados en el límite de la delincuencia y la lucha social por la prensa limeña, que aún no comprendía lo que pasaba en sus narices. Los sangrientos enfrentamientos con la policía eran casi diarios. Los pobladores debían luchar al mismo tiempo contra los intentos de desalojo, la pobreza, el hacinamiento y las enfermedades. La organización vecinal promovía el trabajo comunitarios para construir casas, pistas y otras obras. Matos Mar destaca que las “calles no son sino estrechos y tortuosos senderos, construidos mediante acción comunal, cumplida con gran regularidad en domingos y feriados. (...) Una particularidad digna de destacarse es el aliento y colaboración entre los pobladores para la construcción de sus viviendas”. La creación política del distrito se formaliza recién el 6 de enero de 1965, cuando ya estaba poblado probablemente por casi 80 mil personas. Como resultado de las distintas luchas, el Estado optó por expropiar y adjudicar a los pobladores los terrenos privados que habían sido invadidos. A partir de ese momento la lucha de los pobladores se orienta a la obtención de servicios básicos.

5. El distrito se consolida (1970-1985) Esta segunda etapa se caracteriza por la consolidación, particularmente de las zonas bajas. La organización de pobladores y el apoyo indirecto del Estado, a través del SINAMOS (estamos hablando de la época del gobierno militar) propician la remodelación de diversas zonas, el surgimiento de nuevas cooperativas de vivienda, la construcción de los primeros locales educativos y las obras de electrificación y agua potable, que concluyen, en la parte baja, en 1985. La capilla Virgen de Nazaret, que ha tenido una influencia importante en la historia del distrito a través del apoyo a las organizaciones sociales, la difusión de la educación y la capacitación laboral de adultos, entre otras cosas, se construyó en 1968, en la visagra entre esta etapa y la anterior. En esta etapa de perfilan claramente las dos grandes zonas de El Agustino: las partes bajas, más ordenadas y con servicios básicos, y las poblaciones más marginales de los cerros, que crecen de forma inorgánica y no cuentan, casi, con ningún tipo de habilitación urbana. Ambas zonas sufren un proceso de crecimiento, pero en sentido distinto. Sin embargo, en términos generales podemos hablar de un mayor dinamismo económico y una incipiente consolidación residencial. Además, la organización vecinal logra cierto nivel de participación en las decisiones de la municipalidad.

6. Los cerros crecen y el distrito de integra a Lima (1985-2004) La lucha un terreno para levantar la casa, por conseguir instalaciones básicas de agua y luz y por sobrevivir no ha concluido. Es cosa de todos los días. En este último período el crecimiento de la población en los cerros se ha dado de manera explosiva, apareciendo al menos 8 nuevos asentamientos. En cada uno de ellos se pueden contar historias similares a las de los pioneros San Pedro, El Agustino, 7 de Octubre... Sin embargo, al mismo tiempo los agustinianos han luchado y conseguido un lugar propio en Lima metropolitana. Por un lado, el distrito se ha integrado económicamente con otras zonas y las avenidas principales, Riva Agüero y César Vallejo, se ha convertido en importantes referentes comerciales. Pero, además, El Agustino se ha convertido en un referente cultural. En 1989, a iniciativa de algunos músicos locales , con el apoyo de varias organizaciones, se llevó a cabo el primer Agustirock, un festival que pretendía dar a conocer a los grupos de la zona. Allí, a lo largo de los años, tocaron grupos como Los Mojarras, La Sarita, G3, Mar de Copas y muchos otros. El rock y la movida subte comparten lugar con la chicha: recordemos que la zona de los cerros alrededor de la avenida México, San Cosme (en La Victoria), El Agustino y San Pedro son la cuna de Chacalón, el faraón de la cumbia peruana, todo un icono del provinciano que “busca una nueva vida en esta ciudada, donde todo es dinero y hay maldad”. Poco a poco El Agustino quiere dejar de ser sinónimo de violencia y pobreza. Sin embargo, aún el distrito ocupa el tercer lugar en cuanto a niveles de pobreza y pobreza extrema en Lima, y el 40% de la población tiene al menos una necesidad básica insatisfecha. La cuarta parte de la población habita en la zona de los cerros, la mayoría de ella en condiciones precarias.

7. EL AGUSTINO http://www.constructivo.com/www/imgNoticias/elpino.jpg www.pucp.edu.pe/.../ paul_maquet/agucho.htm