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BOLETÍN INFORMATIVO Determinación cuantitativa. El zinc es un elemento traza esencial en el cuerpo humano, típicamente es el segundo más abundante después del hierro. Este aparece distribuido en los alimentos mayormente unidos a las proteínas, la más común de estas es la albúmina y en menor cantidad con la α2 – macroglobulina y otros complejos aminoácidos. Es un cofactor de numerosas enzimas, entre las que destacan la fosfatasa ácida, la fosfatasa alcalina, el ADN y ARN polimerasas, y tiene una participación en la respuesta inmunitaria. La carne roja y el pescado son la fuente dietética más fácilmente disponible de zinc. El germen de trigo y el salvado también son buenas fuentes pero tienden a perder parte de su contenido de zinc en el procesamiento de estos alimentos. La deficiencia de zinc afecta anualmente, alrededor de dos billones de personas de países en vías de desarrollo. Se asocia con enfermedades crónicas, como: El descubrimiento de una gran variedad de desórdenes clínicos relacionados al zinc, han demostrado directamente su valor en la nutrición humana, y lo importante que es poder cuantificar su valor en suero, plasma, orina y líquido cefalorraquídeo (LCR). Malabsorción Acrodermatitis enteropática Enfermedades crónicas del hígado y renales. Anemia falciforme Diabetes, entre otras. Los síntomas clínicos normalmente observados son diarrea, impotencia, alopecia, lesiones en la piel y los ojos y cognición alterada. En niños, la deficiencia de zinc causa un incremento en susceptibilidad a infección dado por un déficit en la inmunidad celular, diarrea, retrasos en crecimiento y maduración sexual, afecta negativamente el desarrollo intelectual, y contribuye a la muerte de alrededor de 800,000 niños anualmente en todo el mundo. Edición No. 1 | Abril 2013. Avalados por el Colegio Americano de Patólogos (CAP) Resultados en línea: www.labreferencia.com Tel. 809.221.5545