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PERICARDITIS CONSTRICTIVA POST-CIRUGÍA CARDIACA: TAMBIÉN EN LOS CASOS EXCEPCIONALES, LA ADECUADA HISTORIA CLÍNICA ES DECISIVA. Vázquez- Triñanes C, Villaverde Álvarez I, Argibay A, Soto Peleteiro A, Gómez Sousa J, Freire Dapena M, Sopeña Pérez-Argüelles B, Rivera Gallego A.
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PERICARDITIS CONSTRICTIVA POST-CIRUGÍA CARDIACA: TAMBIÉN EN LOS CASOS EXCEPCIONALES, LA ADECUADA HISTORIA CLÍNICA ES DECISIVA Vázquez-Triñanes C, Villaverde Álvarez I, Argibay A, Soto Peleteiro A, Gómez Sousa J, Freire Dapena M, Sopeña Pérez-Argüelles B, Rivera Gallego A.
INTRODUCCIÓN: • La pericarditis constrictiva post-cirugía cardíaca (PCP) es una entidad rara. Se estima que sólo un 0.2-0.3 % de las cirugías cardiacas desarrollan esta complicación, pero resulta fundamental tenerla presente ante la aparición de disnea o fallo cardiaco en cualquier momento tras la cirugía ya que es potencialmente mortal si no se realiza pericardiectomía. • Los 3 pilares para su diagnóstico son: sospecha clínica, demostración de constricción (fundamentalmente, ecocardiograma) e imagen que muestre pericardio engrosado (TC, RM).
OBJETIVO: Resaltar la fiabilidad y rentabilidad de la adecuada historia clínica frente a las pruebas complementarias. • MATERIAL Y MÉTODO: Presentación de un caso clínico. • RESULTADOS: Un varón de 61 años, delineante, ingresó en mayo/2011 diagnosticado de TEP agudo. 3 meses antes se había intervenido de resección de tumor fibroso pleural benigno que precisó resección de pericardio e implante de neopericardio bovino. A las 6 semanas empezó a notar edemas en tobillos y disnea de esfuerzo por lo que le pautaron furosemida oral pero 2 semanas después acudió a Urgencias por empeoramiento.
El ECG mostró taquicardia sinusal y muy bajos voltajes del QRS. Una angio-TC pulmonar descartó TEP y evidenció ocupación de la cavidad torácica izquierda, esperable como cambio postquirúrgico, y derrame pleural derecho. Se pautó furosemida de nuevo. 3 semanas después acudió de nuevo a Urgencias y una nueva angio-TC mostró TEP en arterias lobares derechas y dos áreas de infarto pulmonar, el pericardio era normal. • Ingresó en nuestro servicio con anticoagulación y furosemida a dosis altas. • Tenía TA 90/50mmHg, 100 latidos por minuto, saturación de O2 97% y estaba afebril. Tenía ingurgitación venosa yugular, hepatomegalia y signos de ascitis y edemas con fóvea generalizados. En la auscultación, hipofonesis en hemitórax izquierdo, mínimos crepitantes derechos; sin soplos, ni roce.
A • 3 ecocardiogramas, 1 transesofágico, por 2 exploradores, no evidenciaron signos de constricción ni de afectación pericárdica. A los pocos días presentó encefalopatía con flapping y fetor hepático. • El inicio de la clínica a las 6 semanas de la intervención y la encefalopatía hepática sugerían un diagnóstico alternativo al TEP, y el ECG (fig. 1) apoyaba la sospecha de PCP, por lo que, a pesar de la negatividad repetida del ecocardiograma para constricción y de la TC para engrosamiento pericárdico, se solicitaron RM cardiaca y cateterismo que confirmaron PCP. B Fig. 1. A. ECG previo a la Cirugía Cardiaca. B. ECG en Urgencias • Se realizó una pericardiectomía en junio/2011 que resolvió el fallo cardiaco. A los 2 años de seguimiento el paciente seguía asintomático.
CONCLUSIONES: • Debe sospecharse PCP ante un paciente con disnea o fallo cardiaco derecho en cualquier momento después de la cirugía. • Ante un caso excepcional como este, la adecuada historia clínica es fundamental para mantener la sospecha diagnóstica a pesar de la negatividad de las pruebas complementarias.