1 / 9

Que dijo el mendigo?

Que dijo el mendigo?. Había una vez un marido que estaba triste, desmotivado... Su mujer había dejado de amarlo. Una mañana de Domingo se para de la cama y se vistió Sin tener nada que hacer, salió de casa y caminó sin rumbo por la calle. Hasta ese día, nunca se había dado lo triste

tao
Download Presentation

Que dijo el mendigo?

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. Que dijo el mendigo?

  2. Había una vez un marido que estaba triste, desmotivado... Su mujer había dejado de amarlo. Una mañana de Domingo se para de la cama y se vistió Sin tener nada que hacer, salió de casa y caminó sin rumbo por la calle. Hasta ese día, nunca se había dado lo triste Que era vivir sin amor. Después de mucho caminar durante horas, se sentó a la sombra de un árbol en un banco de la plaza, Con la cabeza agachada.

  3. A su lado, se sentó un hombre que, por su aspecto, Le pareció un mendigo. Casi se paró para seguir su camino, Pero la sonrisa del hombre lo detuvo. Al poco tiempo, se entabló un diálogo y una animada conversación que se alargó por horas. Finalmente, el marido se levantó del banco, Dejando algo de dinero en la mano del mendigo. Su actitud estaba ya diferente.

  4. Ahora, con paso enérgico, regresó a la casa, Se tomó un baño, hizo la barba y se vistió con todo cuidado. Salió sin dar razones a su esposa, que ya no lo amaba, esta se quedó curiosa con su nueva atitud. El marido regresó por la noche, bien tarde. Al día siguiente, saludó gentilmente su Mujer y se fue a trabajar. En el regreso, se vistió unos shorts, se puso unos tenis y luego hizo una larga caminata nocturna.

  5. Durmió con excelente disposición. Al día siguiente fue igual, hasta mejor. Su mujer, que no lo amaba, y sus hijos se sorprendieron. Parecia haber perdido la tristeza. Ganara una força y una elegancia que la familia nunca antes había visto. Continuó a ser atento con su esposa pero nunca más le pidió disculpas o explicaciones, ni tampoco le exigió que hiciera el amor con él.

  6. Se parasaron las semanas. La actitud del marido continuaba firme y la disposición optimista llenaba el hogar. La esposa se sentía cada vez más intrigada con el cambio del marido y empezó a tener de nuevo simpatia por sus nuevas actitudes, sabias y moderadas. Aunque ella persistía en no amarlo, él mejoraba su desempeño como persona y como padre. Ahora sus amigos lo buscaban. Era evidente que se había transformado en un hombre sabio.

  7. Cuanto a mi, soy una persona profundamente curiosa, quizá por ser escritor y fui a la misma plaza donde estuviera el marido, con la finalidad de conseguir al mendigo. Pude reconocerlo de inmediato. Sin vacilar, me senté a su lado. Me presenté y le pregunté que le había dicho al marido. Sonriendo me contesto el mendigo:

  8. “Ah, ya me acuerdo... No le di mayor consejo. Apenas le dije, que con mi experiencia de mendigo que aprendí que nunca se debe pedir dinero y por las mismas razones, jamás se debe suplicar amor”.

  9. “Esas son dos cosas que siempre nos niegan cuando las pedimos”. Y sonriendo, agregó: “El dinero, la gente gana; el amor se conquista”. No me pedió nada. Aún así agradecido le di una buena cuantía de dinero.

More Related