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Influencias y desarrollos teóricos en la psicología comunitaria

Influencias y desarrollos teóricos en la psicología comunitaria . Profa. Alice Pérez Fernández. Objetivos:. Conocer las vertientes teóricas y prácticas de la Psicología Comunitaria.

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Influencias y desarrollos teóricos en la psicología comunitaria

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Presentation Transcript


  1. Influencias y desarrollos teóricos en la psicología comunitaria Profa. Alice Pérez Fernández

  2. Objetivos: • Conocer las vertientes teóricas y prácticas de la Psicología Comunitaria.

  3. Aspectos teóricos provenientes de conceptos psicosociales atributivos relacionados con procesos psicosociales comunitarios • En sus inicios, la psicología comunitaria analizó los procesos psicosociales que conducen a las transformaciones sociales, ambientales y personales requeridas para satisfacer las necesidades comunitarias y fomentar el desarrollo de la comunidad. Estudió también aquellos procesos que pueden bloquear, impedir o disminuir esos esfuerzos. Para la época (finales de los 70) las teorías del locus de control (Rotter, 1966; Lefcourt, 1976, 1981, entre diversos autores), de la desesperanza o la indefensión aprendida (Seligman, 1975), de la autoeficacia y su bloqueo (Bandura, 1978), para mencionar sólo las más relevantes en esa corriente, describían comportamientos en los cuales las personas podían caer en la pasividad y la apatía.

  4. considerando que entre sus acciones y el resultado o la consecuencia de las mismas no habría relación de causalidad, pues serían percibidos como independientes (locus de control externo, indefensión). Por lo tanto, la persona llega a considerar que nada de lo que haga tendrá efectos sobre lo que ocurre o pueda ocurrir. Más aún, esto va acompañado de la creencia en lo que fue llamado otros poderosos (por ejemplo: el destino, la mala o buena fortuna, el mal de ojo, la providencia divina, el gobierno), quienes tendrían el control de las circunstancias, frente a la impotencia y la debilidad de las personas. Al mismo tiempo, esas teorías mostraban que el control sobre las circunstancias de vida se asociaba a personas activas, asertivas e interesadas en lo que ocurría a su alrededor.

  5. Esas teorías aportaron a la psicología social comunitaria descripciones conductuales que coincidían con el comportamiento que esa nueva rama de la psicología se proponía cambiar a fin de lograr procesos de fortalecimiento o potenciación (Montero, 1982, 1984, 1991b) basados en la afirmación, la participación, el compromiso, la creatividad, el diálogo y la confianza en la capacidad de la comunidad como grupo organizado, y en la de sus miembros, para transformar al ambiente y al grupo. Recuérdese que la presencia de estas descripciones y explicaciones psicosociales coincide con el momento en que se inicia la construcción de la psicología social comunitaria como sub-disciplina psicológica científica.

  6. Los conceptos que esas teorías crearon se refieren a lo que pasa en los individuos, pero centran en ellos la causa de sus problemas sin buscar qué fue lo que originó la pasividad, la desmotivación o el bloqueo de la eficacia, considerando al mismo tiempo que su conducta sumisa y apática es la que los excluye del éxito y el progreso. Las personas que se encuentran ante circunstancias socioeconómicas y políticas adversas, fuera de su control, aprenden a no confiar en sus propios esfuerzos a través de las experiencias de fracasos socialmente establecidas.

  7. Las vías utilizadas para eso comprenden diversos mecanismos y medios entre los cuales se cuentan: • la influencia proveniente del ejercicio del poder en manos de aquellos a cuyos intereses convienen esas circunstancias; • las categorizaciones sociales establecidas a partir de procesos de exclusión de ciertos grupos; • la expresión de estas condiciones a través de la educación formal e informal, de los medios de comunicación social, de la religión, de la normativa social, mediante los cuales se divulgan e inculcan explicaciones del orden del mundo.

  8. En el nivel psicológico esto supone efectos de orden cognoscitivo, afectivo y conductual. En el campo comunitario, se expresa en la desconfianza y la aprehensión respecto de las intenciones y las acciones de los agentes externos, en el desinterés y en el esperar que otros hagan lo que haya que hacer, o en la esperanza de que sin que los ciudadanos hagan nada, algún día toque la suerte o haya un buen gobierno que haga lo que promete.

  9. La influencia de la fenomenología • La fenomenología, a su vez a través de Dilthey, de Schutz y de dos de sus expresiones en las ciencias sociales: la etnometodología y el construccionismo social-, aporta a la naciente psicología comunitaria la búsqueda de la totalidad, la visión holista y la necesidad de abandonar la idea de separación entre investigador e investigado fundamentada en la supuesta "neutralidad" del primero y "no contaminación" del segundo.

  10. La etnometodología, en particular, insistía en la importancia del estudio de la vida cotidiana como ámbito de adjudicación de sentido al quehacer humano y a su entorno, como un modo de producir respuestas más eficientes, expeditas y económicas a los problemas que surgen en ese ámbito. Y en la psicología, obras como la de Gergen (1985, 1991), uno de los principales impulsores de la corriente socio-construccionista, coincidirán con la psicología comunitaria en muchos aspectos de base: principalmente en asumir la comunidad como una totalidad en la cual se da una transformación social a partir de la vida diaria y la concepción del ser humano como actor y constructor de realidad.

  11. El aporte de Marx y de las corrientes de influencia marxiana • Las ideas de Marx, de forma explícita o implícita, son la base de gran parte de la psicología comunitaria latínoamericana (Montero, 1980, 1982, 1984a), especialmente las ideas de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 y 1848. La relación con esta teoría nos permitió comprender los problemas comunitarios en el plano de la totalidad económica, social, política en la cual se producen, superando la tendencia psicologista a hacer del sujeto el universo de estudio, descontextualizándolo. No se trató de una adopción religiosa o de acuerdo con lineamientos partidarios de las ideas de Marx y de Engels. Fue, y continúa siendo, una lectura crítica que ha permitido ir a las fuentes de ciertas ideas, tales como la relación amo-esclavo -planteada por Hegel-, animada por el deseo de comprender las relaciones de exclusión, de sumisión, de opresión y de obediencia, pero también de resistencia.

  12. A estas influencias tempranas se unió la de sociólogos latinoamericanos igualmente influidos por las ideas marxianas, entre las cuales encontramos la teoría de la dependencia (Cardoso y Faletto, 1978) y el movimiento de la llamada sociología militante o ciencia social crítica, en la cual los trabajos de Fals Borda (1959,1979, 1970/1987, 1985) y Molano (1979) sentaron las bases para una praxis renovadora de las ciencias sociales, del rol de los investigadores e interventores sociales y para el desarrollo de métodos, entre los cuales está la transformación participativa de la investigación-acción.

  13. Asimismo, dentro del amplio campo de la influencia marxiana, colocamos a la educación popular postulada por Paulo Freiré, si bien esta poderosa y original corriente, quizás la praxis más creativa y transformadora generada en el campo socioeducativo en el siglo XX, aportó nuevas formas de intervención social, mediadas y efectuadas por y con la comunidad, es decir, realizadas con un sujeto activo, en relación, actor de su propia transformación, en control de sus circunstancias de vida y del rumbo de su acción. Esta corriente constituyó una importante contribución al crear los conceptos, y muchas técnicas unidas a ellos, de problematización, desideologización, concientización y liberación (Freiré, 1970, 1969; Barreiro, 1974).

  14. Primeras respuestas teóricas dentro de la psicología comunitaria

  15. El enfoque ecológico cultural • En los años setenta, Newbrough y sus colaboradores (Newbrough, 1973; Newbrough, O'Gorman, Dockecki y Moroney, 1991) comenzaron a generar una concepción de la psicología comunitaria que denominaron psicología ecológica transaccional, la cual parte de la idea de que se debe reajustar el ámbito social antes de intentar "curar" a los individuos que presentan desajustes en la comunidad. Aquí se refleja la concepción lewiniana de que la personalidad es función del espacio vital y, por tanto, se debe actuar sobre el medio ambiente para lograr así transformaciones en los individuos y a la vez generar relaciones de equilibrio entre unos y otro.

  16. Continuación • Dohrenwend (1978) usa la noción de tensión social (social stress) para crear un modelo conceptual según el cual la psicología comunitaria debe plantearse como tarea disminuir la tasa de psicopatología en la comunidad, reduciendo las condiciones que producen tensión en el ambiente o en los individuos. A su vez, JulienRappaport (1977), al torcer el giro psicológico de las teorías de la atribución -que centraban en el individuo la presencia de conductas de pasividad, desesperanza, falta de motivación y en general apatía-, señalaba la importancia de los valores relacionados con la diversidad, la inclusión y la relatividad cultural como base de la perspectiva ecológica.

  17. Esta corriente se caracteriza por señalar e incluir la diversidad cultural; propugnar la sustitución del modelo médico de tratamiento de los problemas sociales por modelos psicosociales comunitarios; unir la teoría y la praxis; considerar a los psicólogos comunitarios como agentes de cambio social comprometidos con ese cambio; creer necesario el establecimiento de una relación igualitaria, dialógica y de enriquecimiento psicológico con las personas de las comunidades; considerar a esas personas como seres históricos, activos y creadores; y fomentar su desarrollo y fortalecimiento (empowerment) así como su conciencia (adopción del concepto freiriano de concientización).2 En los últimos treinta años del siglo XX y en lo que va del XXI esta corriente ha hecho importantes aportes teóricos, metodológicos y prácticos a la psicología comunitaria, y ha hecho sentir además su influencia en la rama ambiental comunitaria.

  18. Relaciones e influencias teóricas actuales

  19. La perspectiva de la psicología de la liberación • De la psicología de la liberación, unida a la influencia freiriana tempranamente incorporada y compartida tanto por esa tendencia como por la psicología comunitaria, proviene el interés por la facilitación de procesos de desideologización y por el desarrollo de las capacidades de las personas para reaccionar críticamente a circunstancias de opresión, generando formas de conocimiento y de acción que transformen sus condiciones de vida.

  20. Continuación • La liberación es entendida como la emancipación de aquellos grupos sociales que sufren opresión y carencia, de aquellas mayorías populares (populares en el sentido poblacional, demográfico) marginadas de los medios y los modos de satisfacer dignamente las necesidades tanto básicas como complementarias, y de desarrollar sus potencialidades para autodeterminarse. Y esa liberación también abarca "la emancipación de los grupos opresores respecto de su propia alienación y dependencia de ideas socialmente negativas" (Montero, 2000a: 10). Se trata, entonces, de un proceso complejo que involucra conjuntamente a agentes externos e internos de los grupos oprimidos.

  21. El enfoque crítico • La corriente crítica se viene haciendo sentir en el campo de la psicología desde fines de los años sesenta, manifestándose a través de las diversas áreas de la psicología y de muchas de sus teorías principales. Por crítica se entiende la posición que denuncia, demuestra y rechaza el mantenimiento y la justificación de condiciones injustas de vida y de modos de conocer insatisfactorios.

  22. En efecto, si bien desde sus inicios la psicología social comunitaria asumió el carácter activo y constructor de lo social de las personas, perspectiva que provenía de la reflexión en contacto con las circunstancias en las cuales se trabajaba (Montero, 1980; Serrano-García e Irizarry, 1979), al mismo tiempo generó una perspectiva crítica y dialógica para la reflexión que comenzaba a producir, influida por los postulados de la Escuela de Frankurt, del marxismo, de la teoría de la dependencia y de la obra de Freiré. Esta combinación llevó a la psicología comunitaria a centrarse, con mayor o menor facilidad, con mayor o menor dificultad, no sólo en el aspecto constructor de la acción, sino también en su aspecto deconstructor, en cuanto exige un análisis de causas y de consecuencias, de sentidos, contrasentidos y resentidos, de direcciones y oposiciones.

  23. Continuación • La realidad existe porque la construimos socialmente cada día. Por eso podemos y debemos intervenir en ella. Los modos de aprenderla, conocerla, interpretarla, describirla, explicarla, son un producto social, mediado por actos y por símbolos. Y por cuanto esas construcciones varían según los grupos y las sociedades, a través del espacio y del tiempo, es imprescindible incorporar las reflexiones hechas tanto desde el campo de la ciencia como desde el sentido común y del saber construido por quienes viven en determinadas circunstancias, objeto de estudio y crítica para unos, de molestia, satisfacción o rechazo y también crítica, para otros.

  24. La tendencia sistémica • Esta tendencia parte de la concepción de que las sociedades constituyen sistemas abiertos en constante transformación; por lo tanto, la labor de la psicología comunitaria será generar fuentes que faciliten armoniosamente esa; transformaciones en beneficio de los diferentes niveles sociales, yendo de lo microsocial a lo macrosocial, pasando por lo mesosocial. Fuks (1998) señala que este enfoque parte de la idea de comunicación como un sistema, lo cual permite profundizar en la complejidad de las comunidades y de la psicoterapia, ya que se pueden emplear perspectiva; transdisciplinarias y a la vez coordinar acciones, cogniciones y emociones al examinar las similitudes y diferencias de las personas de esas comunidades.

  25. Continuación • Esto supone una visión amplia, holista, que comprende que la comunidad esta compuesta de redes sociales, que el conocimiento es relativo y que es necesario crear marcos de significado para lo; discursos que se producen en ella, como parte del procese de transacción social (Fuks, 1998: 246-247). Y la acción comunitaria es entendida como la co-construcción de realidades, lo cual se expresa en una de las tareas de los psicólogo que trabajan en ella: facilitar cambios en las perspectiva usadas para pensar acerca de la salud comunitaria.

  26. La perspectiva conductual • Fawcett (1990: 65) considera que la posición analítico-conductual ve dichos fenómenos como "una función de la interacción entre la conducta de la gente (en los territorios, las organizaciones y las subculturas que definen la comunidad de interés) y los acontecimientos del ambiente físico y social (del contexto próximo y más amplio)". Por lo tanto, se toman en cuenta variables de carácter macroestructural tales como las condiciones de empleo y de subempleo, la pobreza, las dificultades para atender a las necesidades básicas de la vida cotidiana (cuidado de infantes; inseguridad; falta de escuelas, por ejemplo) y variables más cercanas, tales como la información sobre oportunidades de trabajo, la existencia de redes de apoyo y los nexos que ellas puedan crear para cambiar condiciones específicas de vida. Esto significa que se considera que "lo que puede ocurrir depende de la estructura física del entorno, y que lo que ocurrirá depende de las relaciones entre conducta y entorno, en el contexto actual" (Morris, 1998 )

  27. El modelo iterativo-reflexivo-generativo • Este modelo, desarrollado en las dos últimas décadas en Australia, parte de una práctica en la cual se comparan reiteradamente los desarrollos y las experiencias provenientes de otros ámbitos, con las diferencias producidas en los distintos contextos locales. La formalización más reciente del modelo ha sido hecha por Bishop, Sonn, Drew y Contos (2002). Las ideas fundamentales que sustentan esta posición son las siguientes:

  28. 1. La consideración del peso que tienen las perspectivas mundiales dominantes sobre el desarrollo de la subdisciplina y cómo ellas pueden restringir la capacidad de ver las grandes fuerzas que operan en cada contexto. Esto significa que se reconoce esa influencia de la corriente principal, pero se señala el peligro que representa en el sentido de opacar la visión de lo que sucede en el ámbito concreto en el cual se trabaja. • 2. La necesidad de reconsiderar el rol profesional de los psicólogos comunitarios en función del contexto en que trabajan, incorporando la incertidumbre, la ambigüedad y la inestabilidad en su labor, así como tomando en cuenta las relaciones de poder que pueden darse entre ellos y las personas de las comunidades. Esa revisión del trabajo psicológico comunitario supone incluir la acción de los psicólogos comunitarios como mediadores activos entre las comunidades y los programas y desarrollos de instituciones gubernamentales y no gubernamentales.

  29. 3. La reflexión. Este aspecto, que es fundamental para el modelo, permite entender que el conocimiento va más allá de los fundamentos de una disciplina científica. El conocimiento de la comunidad debe unirse al conocimiento propio de la disciplina (la influencia freiriana es aquí evidente y, en efecto, se cita la obra de Freiré de 1972). Hay una experticia, pero no proviene de un solo lado, sino del saber de la gente y del de los psicólogos. Esto se asemeja a lo que en América latina se ha planteado al señalar que los psicólogos no actúan en el carácter de expertos, en el sentido de presentarse y ser vistos como portadores del único conocimiento válido. • 4. Unión de reflexión y acción para la producción de teoría. Lo conceptual da una base a la reflexión en lo concerniente a lo sustantivo y, a su vez, lo sustantivo se refleja en el dominio conceptual.

  30. Continuación • 5. La importancia de lo obvio. Esto significa que es necesario no sólo percibir lo obvio sino tomarlo en cuenta seriamente a fin de poder reconocer las tendencias en desarrollo o en recesión para planificar la acción. En relación con esto se presenta otro aspecto que, igualmente, ha sido central en la psicología comunitaria desarrollada en América latina y que se puede ver en el paradigma que la fundamenta: aquello que se sabe y se asume sin discusión debe ser objeto de reflexión y análisis, puesto que incluye la memoria afectiva transmitida de generación en generación (Bishop, Sonn, Drewy Contos, 2002). Este aspecto coincide con lo que en nuestro continente hemos llamado naturalización y que se suma, además, al saber popular y al saber científico

  31. Continuación • 6. Reapreciación del contexto al evaluar lo que proviene de fuera en el ámbito específico en el cual se lo aplica, elaborando así una epistemología idiosincrásica (del griego, idios, que significa único, individual) y también un pluralismo metodológico que permite una mejor adecuación al complejo dominio sobre el cual se trabaja. Esto supone una fundamentación pragmática que es justificada por el hecho de que el contextualismo permite ajustarse a la dinámica de los lugares en los cuales se trabaja, a la vez que da una visión de la experiencia humana y del mundo que es tanto "constructiva como reactiva, estable y variable, holista y pluralista, y tiene importantes implicaciones para las vías y los medios mediante los cuales vamos a examinar y comprender la acción humana" (Jaeger y Rosnow, 1988; 71, cit. en Bishop, Sonn, Drew y Contos, 2002: 571).

  32. continuación • 7. Incorporación de aspectos provenientes del construccionismo social y del movimiento posmoderno, a la vez que toman prestados conceptos y términos de desarrollos externos, sobre todo provenientes de la psicología comunitaria desarrollada en los Estados Unidos. Un ejemplo de esto es el concepto de sentido de comunidad, sobre el cual se puede ver Fisher y Sonn (2002) y Fisher, Sonn y Bishop (2002).

  33. tarea • • ¿Por qué hay coincidencia entre los postulados de la psicología comunitaria y la corriente del construccionismo social? ¿O entre la psicología comunitaria y la psicología de la liberación? ¿Dónde residen esas coincidencias? ¿Dónde hay diferencias? • • ¿Dan cuenta las explicaciones teóricas construidas en la psicología comunitaria de los fenómenos comunitarios? ¿Por qué sí y por qué no? ¿En qué aspectos? ¿Cómo? • Escoja dos corrientes explicadas en clase y realice una comparación de amabas. • Problematice y explique un problema social comunitario a partir de una de las corrientes teóricas explicadas.

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