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E N D
2. ¿Te lo tomas “a pecho”?
4. ¿Qué cosas quieres (y necesitas) tomarte “a pecho”?
5. ¡Podemos tomar “a pecho” las promesas de Dios!
6. La provisión de Dios Filipenses 4:19
7. La presencia de Cristo Mateo 28:20
8. La paz de Dios 2 Tesalonicenses 3:16
9. Descanso total Éxodo 33:14
10. La ayuda y liberación de Dios Salmo 72:12
11. ¿Por qué un Dios santo haría promesas a un pueblo pecador como nosotros?
12. Dios comprendió que estábamos en apuros—y nos amó a pesar de nuestros pecados.
13. Dios nos tomó “a pecho”. Él nos tomó en Su pecho.
14. Jesús sufrió nuestro castigo y pagó nuestra deuda, para que podamos ser libres y vivir como el pueblo redimido de Dios.
15. ¡Si la gracia de Dios no fuera más que la promesa del perdón, cuán bendecidas seríamos con esa promesa!
16. ¡La gracia de Dios es más rica! Él nos ha tomado “a pecho”, y de su corazón salen docenas y docenas de promesas.
17. No te desampararé, ni te dejaré. Hebreos 13:5
18. Nuestro Señor promete que nunca nos va a dejar, ni abandonar. Y porque esto es verdad. . .
19. Ya no necesitamos buscarle sentido a la vida en las chucherías y los juguetes que ofrece este mundo.
20. Ya no necesitamos preocuparnos por el futuro, cómo vamos a vivir, cómo nos vamos a mantener.
21. Ya no necesitamos que la avaricia nos consuma. Podemos amar y compartir con corazones generosos, corazones como el corazón de Jesús.
22. ¡Vivimos por fe en la presencia infalible de Dios, y sus promesas inquebrantables!
