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Testigos hoy

Texto y dibujos publicados en la revista “Catequetica” de Sal Terrae en 1999. Testigos hoy. El hermano Carlos de Foucauld. Carlos de Foucauld ha sido de todo: militar, monje, ermitaño, sacerdote, misionero, colonizador, científico. Pero sobre todo se le puede considerar el. HERMANO UNIVERSAL,.

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Presentation Transcript


  1. Texto y dibujos publicados en la revista “Catequetica” de Sal Terrae en 1999 Testigos hoy El hermano Carlos de Foucauld Carlos de Foucauld ha sido de todo: militar, monje, ermitaño, sacerdote, misionero, colonizador, científico... Pero sobre todo se le puede considerar el HERMANO UNIVERSAL, Porque conoció y respetó las particularidades de las culturas musulmana, judía y cristiana, las valoró y consideró que somos, sobre todo, hermanos. Haz clic para seguir

  2. La experiencia del hermano Carlos nos enseña que el verdadero cristianismo está en cosas tan sencillas como la amistad y la buena vecindad. Carlos nació el 14 de septiembre de 1850 en Estrasburgo, Francia. Sus padres pertenecían a ricas familias de la aristocracia francesa. Tenía una hermana más pequeña. Muy pronto quedaron huérfanos. Los niños fueron criados y educados por el abuelo, el coronel Morlet. Haz clic para seguir

  3. A través del ejercito entró en contacto con el mundo árabe, que luego le fascinaría. El tiempo que pasó en la Escuela Militar, y después como oficial, fueron años de indisciplina y desorden, hasta el punto que fue expulsado del ejército. Era un joven egoísta y perezoso, centrado en sí mismo. Se aburría, se alejó de la fe y de los valores tradicionales, nada le interesaba. Haz clic para seguir

  4. Libre del ejército y de la vida agobiante del cuartel, Carlos viaja por Marruecos y Argelia como topógrafo y cartógrafo. Conoce y hace amistad con árabes y judíos, admira la religiosidad musulmana y su hospitalidad. El desierto entra en el alma del buscador Carlos. Aunque su persona es importante en la sociedad francesa, se siente y se sabe pequeño ante la belleza e inmensidad de la naturaleza intacta del desierto. Haz clic para seguir

  5. En 1886 vuelve a París y se instala muy cerca de su prima María de Bondy. La religiosidad y la personalidad de su prima influyen en él de tal forma que decide conocer mejor la religión católica. Acude por ello a un amigo de María, el sacerdote Huvelin. Le decía a su prima: Si existe Dios, hacédmelo saber. Haz clic para seguir

  6. Es la primera conversión de Carlos. Buscaba lecciones de religión y se encontró con la persona de Jesús. Buscaba la verdad filosófica y religiosa de este mundo y se encontró con la experiencia de un Dios que se revela en el día a día. La inmensidad del desierto del Sahara y la vivencia musulmana del Dios grande, que Carlos ya conocía, le ayudaron a acercarse a un Dios que lo es Todo mientras que él no es nada. Haz clic para seguir

  7. Carlos quiere recuperar el tiempo perdido tan lejos de Dios. En 1890 ingresa en la Trapa de nuestra Señora del Sagrado Corazón de Akbés, en Siria, adonde ha pedido ir por ser la más pobre en aquel momento. El secreto del amor de Dios está en el abajamiento hasta hacerse el último de los hombres. Carlos busca el último lugar de la tierra donde contemplar a Dios y poder imitarlo. Allí permanece durante seis años. Haz clic para seguir

  8. En la búsqueda de la más perfecta imitación de Jesús, parte para Palestina, donde es aceptado como criado y recadero del convento de las Clarisas, en Nazaret. Desarrolla la imitación a través de una relación afectiva muy intensa con el Señor, al que llama Mi bienamado hermano y Señor Allí permanece hasta 1900. Haz clic para seguir

  9. En 1901 es ordenado sacerdote y autorizado por el obispo a viajar a Argelia para iniciar la evangelización de los musulmanes del norte de África. Se instala en el oasis de Beni-Abbés primero, y en Tamanrasset después. El hermano Carlos inicia aquí un largo éxodo en busca de los más abandonados. La palabra del evangelio que más le había impresionado era ésta: Todo lo que hicisteis a uno de estos pequeños a mí me lo hicisteis. Haz clic para seguir

  10. En 1904 toma contacto con los tuareg, que será su nuevo pueblo, en medio del que vivirá y para el que morirá. La evangelización de este pueblo no puede hacerse sino haciéndose miembro del mismo y de su cultura. Respetar y valorar a los hombres de otras culturas y otras religiones hoy lo llamamos “inculturación”. Fue una intuición adelantada del hermano Carlos, a pesar de que la teología y la doctrina de aquel tiempo decían que fuera de la Iglesia no había salvación. Haz clic para seguir

  11. Durante seis años vivió aislado del mundo, entre los tuareg. No podía celebrar la eucaristía, sin cristianos a su alrededor. Enfermó gravemente y se salvó gracias al cuidado de sus hermanos musulmanes, que recogían para él la escasa leche de cabra, en tiempo de dura sequía. Era un pobre más entre los demás pobres. Esta fue la segunda conversión del hermano Carlos Haz clic para seguir

  12. La oración del abandono refleja la espiritualidad del hermano Carlos, El hijo pequeño que se abandona a la providencia y voluntad de Dios: Padre mío, me abandono a ti, Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí, te lo agradezco. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, Con tal de que tu voluntad se haga en mí, Y en todas tus criaturas. No deseo nada más,Dios mío. Pongo mi vida en tus manos, Te la doy, Dios mío, Con todo el amor de mi corazón, Porque te amo, Y porque, para mí, amarte es darme, Entregarme en tus manos, sin medida, Con infinita confianza. Porque tú eres mi Padre. Haz clic para seguir

  13. En 1910 vuelve a Francia, y consigue la aprobación de la Fraternidad de los Hermanos y Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús. Sin embargo, y a pesar de que simplifica sus estatutos hasta el límite, deberá seguir viviendo solo hasta su muerte. La Fraternidad recoge la experiencia del hermano Carlos de sentirse una Iglesia en minoría en una sociedad donde la mayoría practica otra religión. La influencia y el poder tradicionales de la Iglesia han de dejar sitio a la acción silenciosa del Espíritu Santo. Haz clic para seguir

  14. Le encontramos de nuevo en Tamanrasset en 1911. El ansia evangelizadora del hermano Carlos se va transformando en un “estar” en medio de los tuareg del desierto. A través de las relaciones de amistad y vecindad con quienes se comparte la vida, se va comunicando el evangelio, en silencio. Haz clic para seguir

  15. La visitación de María, que cumple con el deber de acompañar y ayudar a su prima Isabel, será la forma evangelizadora que el hermano Carlos adopta para su tarea de apostolado. Recorre cientos y cientos de kilómetros del Sahara para llevar ayuda a los musulmanes más abandonados, los esclavos y los tuareg. Haz clic para seguir

  16. La denuncia de la práctica de la esclavitud ante las autoridades fue uno de los determinantes de su muerte. Así fue asesinado el 1 de diciembre de 1916. Al principio, una de las exigencias de su Fraternidad suponía no temer a que le cortaran a uno la cabeza. Al final de su vida había tanto que hacer que estaba dispuesto a ir hasta el fin del mundo y vivir hasta el día del juicio final. Haz clic para seguir

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