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Oraciones para cada día de Cuaresma Ciclo C

Oraciones para cada día de Cuaresma Ciclo C. 13 Mateo 6,1-6.16-18. 14 Lucas 9,22-25. 15 Mateo 9,14-15. 16 Lucas 5,27-32. FEBRERO. 23 Mateo 5,43-48. 17 Lucas 4, 1-13. 18 Mateo 25,31-46. 19 Mateo 6,7-15. 20 Lucas 11,29-32. 21 Mateo 7,7-12. 22 Mateo

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Oraciones para cada día de Cuaresma Ciclo C

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Presentation Transcript


  1. Oraciones para cada día de Cuaresma Ciclo C

  2. 13 Mateo 6,1-6.16-18 14 Lucas 9,22-25 15 Mateo 9,14-15 16 Lucas 5,27-32 FEBRERO 23 Mateo 5,43-48 17 Lucas 4, 1-13 18 Mateo 25,31-46 19 Mateo 6,7-15 20 Lucas 11,29-32 21 Mateo 7,7-12 22 Mateo 16,13-19 1 Mateo 21,33-43.45-46 27 Mateo 20,17-28 24 Lucas 9, 28b-36 25 Lucas 6,36-38 26 Mateo 23,1-12 28 Lucas 16,19-31 2 Lucas 15,1-3.11-32 MARZO 6 Mateo 5,17-19 7 Lucas 11,14-23 8 Marcos 12,28b-34 9 Lucas 18,9-14 3 Lucas 13, 1-9 4 Lucas 4,24-30 5 Mateo 18,21-35 10 Lucas 15, 1-3. 11-32 11 Juan 4,43-54 12 Juan 5,1-3.5-16 13 Juan 5,17-30 14 Juan 5,31-47 15 Juan 7,1-2.10.25-30 16 Juan 7,40-53 17 Juan 8, 1-11 18 Juan 8,1-11 19 Mateo 1,16.18-1.24a 20 Juan 8,31-42 21 Juan 8,51-59 22 Juan 10,31-42 23 Juan 11,45-57 24 Lucas 22, 14-23. 56 Oraciones para cada día de Cuaresma – Ciclo C Salir

  3. “Cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.” Señor, dame la gracia de renunciar al cuidado de la imagen, a la preocupación por la apariencia, y concédeme que pueda hacer obras buenas sólo para Ti. Purifícame de la vanidad y libérame de desgastar mis energías pensando en la mirada de los demás.

  4. “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?” Señor, concédeme la gracia de aceptar la entrega que me pides cada día. No quiero ser esclavo de la comodidad y de la vanidad. Libérame Señor, para pueda unirme a Ti en las asperezas de cada día y no pretenda una vida sin límites o sin dificultades.

  5. Jesús les dijo: “¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.” Jesús, ayúdame a descubrirte como el amigo siempre presente en mi existencia; y que mi vidas espiritual consista sobre todo en estar contigo y reconocerte en mi vida, más que en buscar sacrificios para sentir que me entrego a Ti. Haz que mi corazón esté en Ti, más que en mi propia perfección

  6. “En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.” Señor, enséñame a confiar en las posibilidades de cambio que hay en los corazones humanos, ayúdame a creer que con el poder de tu gracia puedes curar las miserias de los corazones mas enfermos.

  7. “En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.” Señor Jesús, que experimentas lo que yo mismo siento cuando soy tentado, hazte presente en mi vida cuando me acosa la tentación y hazme fuerte con tu Presencia, para que pueda mantenerme firme en tu camino.

  8. “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.” “Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.” Señor, que cuando llegue a Ti, me vas a preguntar por el amor, dame la gracia de reaccionar con amor y generosidad ante las necesidades ajenas; abre mi corazón a los demás y no permitas que sea insensible ante sus angustias.

  9. “Cuando recéis, no uséis muchas palabras, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis.” “ Si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.” Señor, dame la gracia de ser simple en mi diálogo contigo, de suplicarte como un niño, dejando todo en tus manos con plena confianza. Pero concédeme que además de pedirte sea capaz de santificar tu Nombre sobre todo en la Misericordia y el Perdón

  10. “Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.” Señor, toca mi corazón con tu gracia y no permitas que sea indiferente a tu Palabra. Concédeme que acepte tu amor sin exigirte más signos que la misma hermosura que tu Presencia santa y cautivante,

  11. “Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.” Señor, mío, pongo ante ti todas mis preocupaciones, dejo en tus manos todo lo que me inquieta, y también todos mis sueños y anhelos, porque lo que está en Tus manos termina bien. Confío en Ti, Señor, creo en tu amor y en tu poder. Y te pido también la gracia de actuar con los demás como desearía que actuaran conmigo

  12. Jesús le respondió: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.” Te entrego mi vida Señor, tú puedes renovarla con tu gracia para que te agrade más. Impúlsame con tu poder Señor, y no dejes que caiga en la mediocridad, que me conformo solo con no matar y no sea capaz de vivir como hermano de todos.

  13. Yo os digo: “Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen”. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.” Jesús, tú que eres modelo perfecto de amor que se entrega a todos y que perdona, Dame la gracia de desear la perfección del amor para ser capaz de superar los rencores y los conflictos poniendo el amor sobre todo, respondiendo al mal con el bien.

  14. En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.. Te doy gracias Señor, por los signos de tu gloria que me regalas en medio de las asperezas de esta vida. Pero no dejes que me evada en las experiencias bellas y dame la fortaleza y la luz para bajar de la montaña con el deseo de entregar mi vida.

  15. “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará. La medida que uséis, la usarán con vosotros.” Abre mi corazón cerrado Señor, sánalo de sus miserias, para que no mire a los demás con ojos crueles o indiferentes, sino comprensivos, generosos; así como tú me miras comprendiendo mi debilidad y llenándome de tus dones.

  16. “Haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.” Libérame Señor del enfermizo cuidado de la apariencia, de la triste búsqueda de la gloria mundana, y coloca en mi corazón el profundo deseo de la humildad y la sencillez. Arranca de mí todo apego a los elogios y reconocimientos.

  17. “El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.” Jesús, ayúdame a convencerme de que mi grandeza está en el servicio humilde y desinteresado. Libérame de estar endiente de puestos y lugares de gloria, para entregarme con un corazón despojado a servirte en los hermanos.

  18. El rico insistió: “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento”. Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen. El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.” Ilumíname Señor y toca mi corazón para que pueda descubrirte en aquellos que pasan a mi lado y sólo se encuentran con mi indiferencia. Purifícame del egoísmo y de la comodidad que me encierra en mi pequeño mundo.

  19. ““Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.” Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.. Señor, libérame de mis falsas seguridades, no dejes que me quede envuelto y asfixiado en mis propios proyectos que no me dejan ver tu luz, que no me permiten escuchar esa palabra que me llama a la entrega, al cambio, a la vida nueva. No permites que te elimine de mi vida para que no perturbes mis estructuras y mis planes.

  20. “El padre le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.” Te adoro Padre mío, por tu corazón abierto, dispuesto siempre a la misericordia y al perdón, tu corazón que me desea libre del pecado pero que me espera con admirable paciencia; dame la gracia de tener un corazón compasivo con mis hermanos.

  21. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas.” Señor, protégeme para que el pecado no me domine, no dejes que caiga en las redes del mal y que mi vida se destruya por la fuerza seductora del pecado. Ayúdame a renacer Señor con el poder de tu gracia, hazme fuerte frente a las tentaciones.

  22. “Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra.” Señor, muchas veces el orgullo me impide descubrirte en mi propia vida, no me deja reconocer los signos de tu Presencia y de tu Amor y espero pruebas extraordinarias de tu poder para abrirte mi interior. Toca mis ojos Señor, para que te descubra para que mi vida cotidiana se inunde tu luz y se llene de tu misterio.

  23. “Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará.” Señor, tú que eres compasivo y misericordioso, siempre dispuesto a perdonar, dame la gracia de comprender las miserias ajenas y perdonar con tu amor. Sana las heridas que guardo en mi interior y que no me permiten perdonar. Libérame Señor.

  24. “Quien cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.” Señor, coloca en mi corazón un profundo amor por tu Ley, un santo deseo de cumplir tu voluntad en las grandes y en las pequeñas cosas, la ilusión de agradarte con mi vida siguiendo el modelo perfecto de Jesús.

  25. “El que no está conmigo está contra mí.” Señor, no dejes de cautivarme con tu Palabra, con la fuerza de tu amor, con la hermosura de tu gracia, no permitas que el mal vuelva a dominar mi vida, que me confunda creyendo que después de conocerte a ti encontraré vida en las cosas que abandoné.

  26. “El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” “No hay mandamiento mayor que éstos.” Señor, infunde en mi corazón el ideal del amor, que mi sueño y mi anhelo principal sea amarte y expresar ese amor en el amor a los demás como me amo a mí mismo. Ayúdame a colocar todos mis proyectos por debajo de ese ideal y dame la gracia para vivirlo cada día más.

  27. “Todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido..” Libérame Señor, de esa tonta vanidad que me lleva a poner mi seguridad en las obras externas y a despreciar a los demás por sus imperfecciones. Ayúdame a reconocer mi propia miseria y la grosera fealdad del orgullo.

  28. “Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.” Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.” Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal de que tu voluntad se cumpla en mí.. Me entrego en tus manos sin medida con una infinita confianza porque tú eres mi Padre.

  29. “El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Señor, también yo quiero presentarte a mis seres queridos para pedirte que manifiestes tu poder en ellos y los liberes de sus enfermedades, que te hagas presente con tu poder en sus momentos de muerte y de dolor y los levantes con tu gracia.

  30. “Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.” Señor, hazte presente en mi profunda soledad interior, allí donde nadie puede llegar, y con tu poder cura todo lo que me detiene, lo que no me deja avanzar, todo lo que no me deja andar por tu camino de salvación.

  31. “Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. ” Señor, derrama tu vida en todo mi ser, devuélvele la vida a todo lo bueno que sembraste en mi existencia y que yo dejé morir por mis miserias y mis pecados; arráncame del camino de la muerte y dame la gracia de sentirme vivo por tu Presencia en mí.

  32. “Las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí.” Dios mío, toca mi corazón tu amor para que deje de preocuparme por cosas vanas y superficiales; sácame de los intereses torcidos, de las vanidades que me llevan a estar pendiente sólo de mí mismo. Habita en mí, con la fuerza de tu amor, y enséñame a vivir por ese amor.

  33. Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: “A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado. ” Señor, Jesús, que vienes de la intimidad con el Padre, Tú que lo conoces profundamente, llévamos al Padre. Enséñanos a conocerlo, muéstranos su amor, llévanos contigo a su presencia para que podamos descansar en sus brazos de amor.

  34. Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Señor, dame la gracia de ser parte de esos corazones sencillos que alegran tu corazón, porque el padre oculta las cosas más profundas a los sabios y entendidos y las rebela a los pequeños.

  35. “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.” Señor, libérame de controlar la vida ajena, deseando el castigo y la humillación para los que pecan y se equivocan olvidando mi propia miseria. Transforma la dureza de mi corazón para comprender la debilidad ajena, que es también la mía.

  36. “Jesús se incorporó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?” Ella contestó: “Ninguno, Señor.” Jesús dijo: “Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.” Quiero poner toda mi vida bajo tu luz Señor, que no haya nada oculto ante ti, nada a oscuras. Con tu luz puedo descubrir mi verdadero camino y saber lo que más me conviene. No quiero confiar en mis luces sino en tu luz, Señor.

  37. José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor Adoro tu divinidad Jesús, te reconozco como verdadero hombre, pero también como mi Dios perfecto, Hijo único del Padre que comparte su misma gloria y su perfección divina. Gloria y alabanza a Ti, Jesús, Dios verdadero.

  38. “Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Señor, quiero liberarme de mis esclavitudes y alcanzar la verdadera libertad, la que sólo Tú me puedas dar. Libérame Señor, con el poder de tu gracia para que pueda vivir como a ti te agrada, sin el peso de las cadenas del pecado.

  39. “Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre.” Señor, coloca en mi corazón una santa alegría, porque ya no tenemos que esperarte. Ya haz venido, ya te haz hecho presente en nuestro mundo, nos has salvado, y estás resucitado en nuestras vidas.

  40. “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.” Señor, no permitas que cierre mi mente y mi vida a las novedades que tu tienes para mí. Que rechace la aventura de la vida donde siempre aparecen nuevos desafíos que me ayudan a acrecer. No dejes que me endurezca y cierre mis oídos a tu palabra.

  41. Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: “Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera." Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.” Señor, ayúdame a valorar los instrumentos humanos que tú eliges, más allá de las capacidades humanas que puedan tener; ayúdame a descubrir tu voz que también me habla a través de ellos.

  42. “He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios.” Señor, también yo quiero bendecirte y proclamarte Rey y Señor y te acepto como Rey de mis pensamientos, de mis afectos, de mis planes, de mi famila, de mis trabajos, de todo lo que soy, de todo lo que tengo, de toda mi vida y de todo mi ser.

  43. Oraciones de Victor M. Fernández. Tomado del libro “El Evangelio de cada día” Ediciones San Pablo

  44. Siembra Amor Si deseas recibir archivos de Espiritualidad Católica envía un correo sin asunto y sin texto a: siembra_amor+subscribe@googlegroups.com Los archivos del mes puedes descargarlos en: http://siembraconmigo.blogspot.com/ Servicio Gratuito con Fines Educativos

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