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INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS SOBRE MASCULINIDAD

INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS SOBRE MASCULINIDAD. Enrique Gomáriz Moraga. Existe una coincidencia en torno a que estamos ante una crisis.

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INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS SOBRE MASCULINIDAD

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  1. INTRODUCCIÓN A LOS ESTUDIOS SOBRE MASCULINIDAD Enrique Gomáriz Moraga

  2. Existe una coincidencia en torno a que estamos ante una crisis Refleja un profundo cambio de época, donde es necesario realizar reflexiones y análisis profundos en cuanto a la resignificación no solo de la conceptualización de la masculinidad sino de la transformación que estamos viviendo los varones en los diversos ámbitos de nuestra vida.

  3. En los años setenta En Estados Unidos e Inglaterra una importante cantidad de investigación y estudios sobre la condición de los varones. En el recuento de cardigan, Connel y Lee se parte del siguiente supuesto: “Es cierto que se han escrito libros sobre masculinidad antes de 1970, pero no había un espacio de debate sobre la naturaleza de tal masculinidad y su expresión social, el cual ya se ha constituido.

  4. Diversos autores hacen un mapeo de grupos de acuerdo a su tema y estilo a) Liberación masculina impulsada por Farrel y Sawyer b) Reacción antifeminista por De Vilar y Mead c) Descripción progresista por fasteau y Goodman and Walby d) Movimiento del crecimiento personal por Steinmann y Goldberg e) Movimiento feminista por MaNeil y Chesler f) Hombres radicales por Snodgrass y Tolson, y g) Análisis Académicos por Firestone y Pleck and Pleck.

  5. El mapeo muestra una evidencia la mayoría de estos grupos reflexionan sobre la masculinidad a partir de las propuestas de autoras feministas, incluso si es para rechazarlas drásticamente; y donde se obtiene en los años setenta resultados importantes basados en el influjo del feminismo, un núcleo teórico en torno a la reflexión sobre el rol social del varón.

  6. Escenario de los años ochenta • En cuanto al, correspondiente al despegue sobre los estudios sobre masculinidad, las revisiones de Michael Kimmel y Clatterbaugh resultan complementarias. • Según Kimmel, las líneas principales de estudio sobre masculinidad en los noventa serían: • 1) La reflexión histórica y antropológica sobre la masculinidad, donde habla sobre la necesidad de reconocer los aspectos no dichos por los relatos históricos tradicionales y ver en este ámbito cognitivo un campo fecundo; • 2) La relación entre masculinidad y teoría social, por un lado la necesidad de utilizar herramientas teóricas para describir la masculinidad, y por el otro introducir el punto focal del género en el campo de la teoría social; • 3) La corriente mitopoética, se trata de una respuesta a las heridas de la masculinidad, sobre la base de “refugiarse en una homosocialización, donde los hombres se puedan validar unos con otros y aumentar su propio sentimiento de masculinidad”.

  7. Para Kimmel, • El problema es que los mitopoéticos están dispuestos a hacerlo sin importarles si ello se hace o no sobre la base de la subordinación femenina. Esta clasificación tiene la desventaja de obviar un mapeo temático más riguroso, que facilite la comprensión del cuadro cognitivo. Es en tal sentido que el trabajo de Kennet Clatterbaugh Contemporary Perspectivas on Masculinity resulta relevante.

  8. Clatterbaugh distingue las siguientes seis perspectivas: • 1) La perspectiva conservadora, sostiene que el rol masculino y sus funciones han sido establecidas con propiedad y que una modificación al respecto resulta ser, en el fondo, una degeneración de la especie. • 2) la perspectiva profeminista, parte de la teoría feminista para analizar la masculinidad, lo cual significa que parte del exámen de la condición y situación de la mujer.

  9. 3) La perspectiva de los derechos masculinos, está conformadoo por aquellos que procedentes de posiciones profeministas consideran que los roles masculinos tradicionales son letales para el hombre, así como por aquellos otros que llegan de posiciones liberales y consideran que es necesario defenderse del feminismo radical. 4) La perspectiva espiritual, se refiere fundamentalmente a la corriente mitopoética, aunque más humanista y de mayores simpatías por el feminismo.

  10. 5) La perspectiva socialista, sostiene que la masculinidad, en tanto construcción social, se desarrolla determinada por una estructura de clases. • 6) La perspectiva de la especificidad, es asumida principalmente por grupos específicos, sobre todo étnico-culturales y homosexuales, que critican las “discusiones estandarizadas sobre masculinidad que presumen una masculinidad universal referida al hombre blanco, heterosexual, y de clase media”.

  11. La ventaja que tiene estas clasificación Es que está referida tal y como aparecen en la producción y en la acción sociopolítica. La desventaja consiste en que no siempre cada perspectiva refiere propiamente una posición teórica en estricto sentido, sobre todo en el caso de la posibilidad de analizar la masculinidad desde la teoría de género.

  12. Se han ido perfilando distintas propuestas sobre cómo debería reaccionarse ante la posibilidad de que la masculinidad tradicional presente signos de crisis y/o de cambio, no obstante implica que aceptemos la existencia de una crisis generalizada de dicha masculinidad; incluso habría que señalar que hay diferentes percepciones de esa crisis en distintos espacios.

  13. El procesamiento y la respuesta a esos primeros indicios de la crisis se orientan en tres direcciones generales: • La reconstrucción de la masculinidad, a través de la perspectiva conservadora plantea la necesidad de una reconstrucción de la masculinidad tradicional, que se expresan a través de la defensa de la familia; moral y/o biológicamente el hombre tiene un mandato que no debe abandonar. • El movimiento mitopoético se orientan más hacia una masculinidad tradicional-moderna que hacia un intento de establecer un modelo alternativo. • El movimiento Men’s Rigths norteamericano es más organizativa que teórica y busca en la práctica la defensa contra el costo que les produce el sexismo viejo y nuevo.

  14. 2) Profundizar la crisis hasta la reconstrucción de la masculinidad, los autores profeministas pretenden deshacerse de la masculinidad tradicional, el lema es “olvidar el mito del varón y aprender a ser persona”. En cuanto a la perspectiva de la diversidad por algunos autores homosexuales pretenden reconstruir la masculinidad predominante, y sólo quedará un amplio menú de masculinidades donde cada varón podrá elegir libremente. • 3) La construcción de una masculinidad alternativa, estos autores, sin excluir la diversidad, están refiriéndose a la masculinidad que se relaciona directamente con las mujeres, entre otras razones, porque ellas son su preferencia sexual. Kaufman propone que independientemente de la preferencia sexual, es necesario “rehacer el mundo de los hombres, una vez que se haya quebrado la armadura”. Farrel planteaba una masculinidad que superara la tradicional, pero sin tener que hacerlo desde los parámetros del mundo de las mujeres.

  15. La evolución de la teoría sobre masculinidad está llegando a un punto crítico: • los paradigmas y análisis cuyas fuentes epistemológicas se refieran a la problemática masculina y no a la femenina.

  16. HACERSE HOMBREDavid D. Gilmore • Independientemente de otras distinciones normativas, todas las sociedades distinguen entre masculino y femenino; y todas las sociedades proporcionan también papeles sexuales aprobados para los hombres y mujeres en edad adulta, muy pocas sociedades reconocen una tercera categoría.

  17. Además, la mayoría de las sociedades tiene ideas consensuales sobre la masculinidad y la feminidad convencionales, • según las cuales los individuos son juzgados miembros dignos de uno u otro sexo y evaluados como actores morales. Tales condiciones ideales, y las imágenes o modelos asociados a ellas, a menudo se convierten en anclas psíquicas o identidades psicológicas en las que la mayor parte de los individuos basa su percepción de si mismo y su amor propio.

  18. En su estudio comprensivo sobre las imágenes sexuales en treinta culturas diferentes, Williams y Best (1982 concluyen que hay una “similitud sustancial pancultural en los rasgos signados a hombres y mujeres”. Tanto en los Balcanes, como en América latina, el Africa del Sur, Asia, Oceanía y Norteamérica, los hombres utilizan diversas formas, métodos y rituales para demostrar en forma permanente su virilidad, tener muchos hijos, muchas mujeres, beber mucho, no tener miedo, enfrentar peligros etc., mantienen aspectos similares de identidad y rol social en sus lugares de origen.

  19. Existen formas dramáticas en que las culturas elaboran una masculinidad apropiada La presentación o “representación” del varón, aparece una y otra vez la idea de que la verdadera virilidad es diferente de la simple masculinidad anatómica, que no es una condición natural sino un estado artificial que los adolescentes y/o jóvenes deben conquistar con mucha dificultad.

  20. Es la idea recurrente de que la virilidad es un umbral crítico que los muchachos deben cruzar mediante pruebas, • se encuentra en todos los niveles de desarrollo sociocultural, desde las más osadas y crueles hasta las más pacíficas e “inofensivas”, únicamente para demostrar valentía, poder y fuerza buscando el reconocimiento como “verdadero” hombre en la comunidad. La verdadera virilidad es una condición escurridiza más allá del hecho de ser varón, una imagen que exhorta a la que hombres y muchachos aspiran y que sus culturas les exigen como medida de pertenencia al grupo.

  21. Siendo una condición restringida, siempre hay hombres que no superan las pruebas. • Son ejemplos negativos, los incapaces, los hombres que no son considerados como tal, despreciados, humillados y ridiculizados par5a inspirar conformidad con el glorioso ideal. Como dice el poeta Leonard Kriegel (1979) en su libro acerca de la masculinidad norteamericana: “La masculinidad siempre ha sido algo que había que ganarse, y no sólo en nuestra época, sino en todas”.

  22. Contrariamente, • Aunque los juicios para las mujeres también son estrictos, raramente su condición misma de mujer forma parte de la evaluación. No se involucra en pruebas o demostraciones, ni en confrontaciones con enemigos peligrosos: competiciones a muerte que se desarrollan en el escenario público.

  23. Respecto al enfoque posfreudiano • se refiere a los problemas especiales relacionados con el origen de la masculinidad como categoría de autoidentidad distinta de la feminidad. Se parte del supuesto de que todos los niños, tanto varones como hembras, establecen una identidad primaria y un lazo con el progenitor que les alimenta, la madre, y el niño tiene una relación heterosexual con la madre, que culmina en el conflicto edípico, y que la identidad del chico como varón es axiomática y no rebatida.

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