Juan 20, 19-31. II domingo de Pascua –A- 30 de marzo de 2008

1. Vivimos resucitad@s, sin miedo, en paz, con alegría,porque tenemos misión,porque Jesús está en medio de nosotr@s Juan 20, 19-31. II domingo de Pascua –A- 30 de marzo de 2008

2. 19 Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:-«Paz a vosotros.» Jesús está en medio. No contempla la existencia humana como un espectador, desde fuera. Él está en el centro de nuestra vida, en el centro de nuestros dolores y alegrías, de nuestros anhelos, inquietudes y esperanzas.Sana, salva, libera... desde dentro, dando a todo sentido. Jesús abre las puertas que cierra el miedo, el formalismo, la inercia, la cobardía... Decir paz es decir perdón, confianza, esperanza de un futuro siempre nuevo que se abre con la Resurrección de Jesús.

3. 20 Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 21Jesús repitió:«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» El encuentro con Jesús transforma, anima, llena de alegría y paz verdadera, abre horizontes nuevos e impulsa a dar testimonio creíble de la Buena Noticia, a construir el Reino, a hacer visible su Presencia.El Enviado por excelencia nos envía. Su "aparición" serán las personas que dicen creer en él, imitan su estilo de vida y crean a su alrededor un espacio de esperanza. Una vida más humana, más plena y feliz para tod@s.

4. 22 Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:«Recibid el Espíritu Santo; 23 a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» El perdón es la virtud de la persona resucitada.Quien se siente y se sabe perdonad@ se capacita para perdonar.Quien recibe el Espíritu Santo se capacita para santificar. Si acogemos y dejamos actuar al Espíritu no habrá comunidades con las puertas cerradas, sin objetivos, sin misión, llenas de miedo y a la defensiva, temerosas de las autoridades, replegadas, sin alegría, perdón y vida que transmitir.

5. 24 Tomás, uno de los doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 25 Y los otros discípulos le decían:«Hemos visto al Señor.»Pero él les contestó:- «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» Tod@s somos Tomás en algún momento de la vida. La duda tiene sus aspectos positivos, puede indicar que seguimos en búsqueda y apertura, que nuestra fe no se basa sólo en lo que nuestra familia o nuestro entorno nos han transmitido, sino que, además de ser don de Dios, es también conquista nuestra, que pide nuestro "sí" personal. Puede enseñarnos a aceptar la purificación que suponen los momentos de inseguridad. También es buen momento para valorar y agradecer nuestra fe: regalo de Dios y respuesta y compromiso por nuestra parte.

6. 26 A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:«Paz a vosotros.»27 Luego dijo a Tomás:- «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»28 Contestó Tomás:«¡Señor mío y Dios mío!» Del más “incrédulo” surge una gran confesión de fe : “Señor mío y Dios mío”Las llagas de Jesús siguen abiertas y dolorosas en quienes sufren la violencia y la injusticia. Como a Tomás, Jesús nos invita, no sólo a tocarlas sino a aliviarlas, curarlas e impedir que se renueven. Jesús accede a los deseos de Tomás para invitarlo a una opción más profunda.

7. 29 Jesús le dijo:«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»30 Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su Nombre La duda de Tomás consigue de Jesús una promesa en forma de bienaventuranza para tod@s nosotr@s. Ojalá que a l@s que no "ven" a Jesús les resulte fácil "descubrirle" por el testimonio de quienes se consideran sus seguidores y seguidoras. Si el testimonio de l@s creyentes y de la comunidad eclesial fuera de unión, acogida, alegría, apertura, solidaridad, valentía, compasión, pobreza, servicio, entusiasmo, reconciliación, ilusión... Si el testimonio fuera realmente EVANGÉLICO, seguramente no se necesitarían milagros ni apariciones para creer en Jesús.

8. PON TUS MANOS SOBRE MÍ Pon tus manos sobre mí, Jesús,tus manos humanas, curtidas y traspasadas;comunícame tu fuerza y tu energía, tu anhelo y tu ternura,tu capacidad de servicio y entrega. Pon tus manos sobre mí, Jesús,y abre en mi ser y vida surcos claros y ventanas ciertas para el Espíritu que vivifica: líbrame del miedo y de la tristeza, de la mediocridad y de la pereza. Por tus manos sobre las mías, Jesús,dales ese toque de gracia que necesitan: traspásalas, aunque se resistan, hasta que sepan dar y gastarsey hacerse reflejo claro de las tuyas. Déjame poner mis manos en las tuyas con heridas y llagas vivas,manos libres, fuertes y tiernas, que abrazan. AMÉN