Lectio Divina

1. Lectio Divina 2 de Adviento Parroquia Santa María Magdalena Yacuanquer A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

3. Contemplación Oración Meditación Lectura Preparación A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

4. La Palabra debe ser esperada y escuchada Con buena disposición interior Oración al Espíritu Santo Con Corazón limpio y humildad

5. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO(San Agustín)Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

6. Leer bien y sin prisa Hay que leer dos o tres veces Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras Leer bien, es escuchar bien

7. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3, 1- 12 «Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: "Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos". Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga".» A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

8. Composición general del Evangelio de San Mateo • 1,1- 4,16: Presentación de Jesús. • 4,17-16,20: Misión de Jesús. • 16,21-28,20: Pasión, muerte y resurrección de Jesús.

9. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3, 1- 12 «Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: "Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos".Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga".» A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

10. Celebramos el segundo domingo de Adviento y la Palabra de Dios, nos coloca frente a dos temas que son fundamentales en nuestra vida de fe: la cercanía del Reino de Dios, que en el Evangelio de Mateo se lo llama, “Reino de los Cielos” y la disposición del ser humano a la conversión. Las dos realidades nos llevan a proyectarnos hacia el futuro, pero al mismo tiempo son históricas, pertenecen al presente de cada creyente.

11. Algunos nos hemos quedado con la imagen de que el Reino de los Cielos es una experiencia que solo se la verá al final de los tiempos, pero, el Evangelio de hoy nos hace ver que es una realidad permanente e histórica que exige estar en el “ya” de ese Reino. Pero, qué significa ese Reino de Dios? para Juan el Bautista la presencia del Reino, exige una conversión radical es decir un nuevo modo de obrar y sentir la vida religiosa. Juan el Bautista, sabía que la verdadera religión exigía un nuevo esquema, un salirse de las falsas tradiciones que no dan paso a la construcción del Reino de Dios en nuestra tierra, en nuestra época.

12. Juan el Bautista se convierte en el principio de ese Reino de Dios, que nos llegará con Jesús. Aquel ermitaño, que bautizaba con agua y llamaba a la conversión, será la voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. Ese nuevo modo de ver la religión y su compromiso con la justicia será la esencia de la predicación del bautista. Ahora bien, qué significa para nosotros esa nueva experiencia religiosa?

13. La primera acción que debemos vivir es la de recibir el nuevo bautismo, que nos exige cambiar ciertos paradigmas que se quedaron en el pasado y nos alejan de la instauración del Reino de Dios en medio de nosotros. Nuestra religión o mejor nuestra experiencia en Cristo y su Iglesia se fundamenta en la construcción progresiva del Reino de Dios, por lo tanto, nuestra experiencia de fe nos exige vivir en la historia y a hacer que en ella se vaya prefigurando el Reino que ya está en medio de nosotros. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

14. El primer paso es la conversión, una virtud que nos mueve desde lo más profundo de nuestro ser para vivir en esperanza. Los creyentes en Cristo no podemos seguir pensando que “todo tiempo pasado fue mejor”. Para nosotros hombres y mujeres con esperanza, el presente y futuro serán mejores pues en ellos vemos la pronta instauración del Reinado de Dios.

15. En nuestra vida diaria, a través de pequeñas acciones permanentes podemos demostrar que Dios ya esta reinando. Cuando somos solidarios, cuando pedimos perdón y cambiamos nuestros actos de violencia y pecado por actos de bondad y conversión, estamos ya haciendo visible la cercanía histórica del Reino de Dios.

16. Quisiera terminar recordando la ultima parte del prefacio III de Adviento que sintetiza bellamente la experiencia histórica del Reinado de Dios y nuestro llamado a la conversión: “El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria viene ahora a nuestro encuentro en cada ser humano y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la esperanza dichosa de su Reino, por eso llenos de alegría cantamos su himno hasta que venga”. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

17. DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN MI CORAZÓN: Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón

18. Meditemos la Palabra con el Papa «En la liturgia del Domingo de hoy, que es el segundo del período de Adviento, se repite muy frecuentemente la misma palabra invitando, por así decirlo, a concentrar sobre ella nuestra atención. Es la palabra: «preparad»...Cuando la Iglesia en esta liturgia del Adviento nos repite hoy la llamada de Juan Bautista pronunciada en el Jordán, quiere que todo este «prepararse» de día en día, de etapa en etapa, que constituye la trama de toda la vida, lo llenemos con el recuerdo de Dios. Porque, en fin de cuentas, nos preparamos para el encuentro con Él.

19. Y toda nuestra vida sobre la tierra tiene su definitivo sentido y valor cuando nos preparamos siempre para ese encuentro constante y coherentemente: «Cierto de que el que comenzó en vosotros la buena obra – escribe San Pablo a los filipenses – la llevará a cabo hasta el día de Cristo Jesús» (Flp. 1, 6)». Juan Pablo II. Homilía del segundo Domingo de Adviento, 9 de diciembre de 1979.

20. Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria. Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón

21. Dios Padre-Madre que nos entregas todo tu amor; haz que nuestras palabras y obras muestren siempre nuestra disposición al amor y la reconciliación; aleja de nosotros toda actitud de discordia, egoísmo y violencia, y haz que el encuentro que hoy celebramos nos fortalezca en la construcción de la Utopía del “otro mundo posible” que tú nos propones ayudarte a crear. Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, hijo tuyo, hermano mayor nuestro. Amén. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

22. Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido. Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida

23. Mi compromiso en esta semana será: • Al encender el segundo cirio de Adviento voy a pedir perdón por las faltas cometidas en mi familia y trabajo durante esta semana y prometo realizar una acción sencilla pero permanente que demuestre la cercanía del Reino de Dios en mi casa y trabajo. • Nos dice el Papa Juan Pablo II: «La penitencia es la conversión que pasa del corazón a las obras y, consiguientemente, a la vida entera del cristiano». ¿Qué obras estoy haciendo diariamente que demuestran mi conversión? • (Desde el Evangelio de San Mateo 3, 1- 12) • Estamos en Facebook: grupo koinonia de amor