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Lectio Divina

Lectio Divina. XXI Domingo Ordinario Parroquia Santa María Magdalena Yacuanquer. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio. Contemplación. Oración. Meditación. Lectura. Preparación.

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Presentation Transcript


  1. Lectio Divina XXI Domingo Ordinario Parroquia Santa María Magdalena Yacuanquer A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

  2. Contemplación Oración Meditación Lectura Preparación A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

  3. La Palabra debe ser esperada y escuchada Con buena disposición interior Oración al Espíritu Santo Con Corazón limpio y humildad

  4. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO(San Agustín)Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

  5. Leer bien y sin prisa Hay que leer dos o tres veces Aprende a conocer el Corazón de Dios en sus Palabras Leer bien, es escuchar bien

  6. Lectura del Santo Evangelio según Mateo 16, 13-20 «Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas". Díceles él: "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Replicando Jesús le dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos". Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.» A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio Palabra del Señor

  7. Composición general del Evangelio de San Mateo • 1,1- 4,16: Presentación de Jesús. • 4,17-16,20: Misión de Jesús. • 16,21-28,20: Pasión, muerte y resurrección de Jesús.

  8. Celebramos el vigésimo primer domingo del tiempo ordinario. El Evangelio comienza diciéndonos el lugar donde sucede el acontecimiento, el Maestro se encuentra en Cesarea de Filipo, la frontera de Israel lejos del mundo religioso y político que se manejaba en Jerusalén. En esta periferia lejana al mundo del poder, Jesús quiere dar inicio a una nueva comunidad de fe que tenga como cabeza visible a Pedro a quien constituirá como la “piedra” y le entregará las llaves del Reino de los cielos.

  9. Es importante recordar que este relato tiene mucho de histórico, pero tuvo que ser revalorado y actualizado por la comunidad de Mateo, después de la Resurrección de Jesús. Por eso, la primera parte en la que Jesús pregunta quién es?, es más una pregunta que nace de las primeras comunidades que buscan perfilar una especie de profesión verdadera sobre el Maestro.

  10. Muchos de la comunidad pensaban en Jesús como un profeta, superior en todo a los que habían pasado por la historia de Israel, por eso, en el Evangelio se los enuncia pero, la fe de los discípulos no se puede quedar en la identificación del Maestro como un profeta más. El texto coloca a Pedro anunciando la primera profesión de fe en Jesús: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Anteriormente los discípulos ya lo habían distinguido con este título, lo que sucede en esta parte del relato es que se quiere dar toda la primacía a Pedro, como legitimo testigo del anuncio.

  11. Jesús responde a la proclamación con un llamado y una misión para Pedro y para quienes lo sigan. Es bien interesante descubrir como Jesús recurre a un signo presente en las Escrituras para definir la vocación de una persona. El Maestro le otorga un nombre a Simón, desde hoy se llamará Pedro. Una palabra que habitualmente no significa un nombre de persona pero que desde aquel día no solo es un nombre, sino una misión.

  12. A Simón se le llamará Pedro para que sea la primera “piedra” de un proyecto con la bendición de Cristo. Una Iglesia que sea una comunidad donde los valores del Reino se hagan visibles, los primeros requisitos que el Maestro da para esta nueva comunidad de fe son muy especiales: “Las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, es una promesa del triunfo de una comunidad que debe mantenerse pobre y lejana a imágenes de poder del mundo para que pueda lograr su permanencia por siempre.

  13. No olvidemos que esta reflexión es después de la pascua cuando la comunidad está recibiendo los embates de la persecución. “A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” un segundo y tercer requisitos que exigen una actualización permanente en la Iglesia, pues, esas llaves son un encargo, una misión permanente que obliga a todas y todos los que estamos en ella a vivir, celebrar y a proclamar los valores del Reino.

  14. A nosotros se nos han dado las llaves para que dejemos que muchos puedan entrar en el conocimiento de la verdad del Reino. Lo importante será que no caigamos en lo que Jesús tanto critico a los líderes espirituales de su época: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran” Mt 23,13. 

  15. DESCUBRIR LOS “AFECTOS” QUE LA PALABRA VA GENERANDO EN MI CORAZÓN: Alegría, compromiso, interrogantes, nuevas posibilidades Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser leído con el corazón

  16. Meditemos la Palabra con el Papa «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Lc 9,18). Jesús planteó un día esta pregunta a los discípulos que iban de camino con él. Y a los cristianos que avanzan por los caminos de nuestro tiempo les hace también esa pregunta: ¿Quién dice la gente que soy yo? Como sucedió hace dos mil años en un lugar apartado del mundo conocido de entonces, también hoy con respecto a Jesús hay diversidad de opiniones. Algunos le atribuyen el título de profeta. Otros lo consideran una personalidad extraordinaria, un ídolo que atrae a la gente. Y otros incluso lo creen capaz de iniciar una nueva era. «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Lc 9, 20). Esta pregunta no admite una respuesta «neutral». Exige una opción de campo y compromete a todos. También hoy Cristo pregunta: vosotros, católicos de Austria; vosotros, cristianos de este país; vosotros, ciudadanos, ¿quién decís que soy yo?

  17. La pregunta brota del corazón mismo de Jesús. Quién abre su corazón quiere que la persona que tiene delante no responda sólo con la mente. La pregunta procedente del corazón de Jesús debe tocar nuestro corazón. ¿Quién soy yo para vosotros? ¿Qué represento yo para vosotros? ¿Me conocéis de verdad? ¿Sois mis testigos? ¿Me amáis? Entonces Pedro, portavoz de los discípulos respondió: Nosotros creemos que tú eres «el Cristo de Dios» (Lc 9, 20). El evangelista Mateo refiere la profesión de Pedro más detalladamente: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). Hoy el Papa como sucesor del Apóstol Pedro por voluntad divina profesa en nombre vuestro y juntamente con vosotros: Tú eres el Mesías de Dios, tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. A lo largo de los siglos, se ha buscado continuamente la profesión de fe más adecuada. Demos gracias a san Pedro, pues sus palabras han resultado normativas». Juan Pablo II. Homilía en Viena, Domingo 21 de junio de 1998.

  18. Da gracias, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria. Da curso libre a tus capacidades creativas de sensibilidad en la oración. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser hablado con el corazón

  19. Dios, Padre nuestro, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a tu voluntad y la firme esperanza en tus promesas para que, en medio de las dificultades de la vida, mantenga siempre firme su confianza en Ti y goce de la verdadera alegría. Por Jesucristo Nuestro Señor.  Amén A la escucha y meditación de la Palabra de Dios desde la Tradición y Magisterio

  20. Ponte en medio de la comunidad y deja que rebose de tu interior la paz y la bendición que has recibido. Actúa con ellos para volver a reencarnar en la historia a Jesucristo, la Palabra hecha carne. Lo dicho, lo narrado por la Palabra tiene, ahora, que ser practicado en la vida

  21. Mi compromiso en esta semana será: • La pregunta de Jesús “y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”, también va dirigida a nosotros, a la Iglesia de hoy, a mi comunidad, a mí… ¿Quién digo yo que es Jesús? ¿Qué es Jesús para mí? • La liturgia de hoy nos invita a incrementar nuestro amor y adhesión al Papa, como sucesor de Pedro y vicario de Cristo. Veamos en él al Buen Pastor, veamos en él a la roca sobre la que se edifica la Iglesia, veamos en él a quien posee las llaves del Reino de los cielos. Que Benedicto XVI, sucesor de Pedro, pueda contar también con nosotros para la «nueva evangelización» en este nuevo milenio de la fe. • (Desde el Evangelio de San Mateo 16,13-20) • Estamos en http://koinoniadeamor.blogspot.com/

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