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Lección 5 para el 4 de febrero de 2012

Lección 5 para el 4 de febrero de 2012. ¿Qué significa la palabra “santo”?. Podríamos definir “santo” como aquello que se aparta para un uso sagrado. También incluye el concepto de perfección moral. La santidad se aplica a:.

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Lección 5 para el 4 de febrero de 2012

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Presentation Transcript


  1. Lección 5 para el 4 de febrero de 2012

  2. ¿Qué significa la palabra “santo”? Podríamos definir “santo” como aquello que se aparta para un uso sagrado. También incluye el concepto de perfección moral. La santidad se aplica a: En general, es la presencia de Dios, o que Él mismo lo aparte para sí,lo que hace que algo sea santo.

  3. ¿En qué sentido es Dios “santo”? “Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Jehová nuestro Dios es santo” (Salmo 99:9) Cuando se aplica a Dios, se usa la palabra “santo” en un sentido absoluto. No puede existir nada más santo que Dios mismo. Nada ni nadie puede estar más apartado del pecado que Dios. Él es santo en carácter y perfección. Todo esto hace a Dios el único digno de ser adorado. “No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro” (1 Samuel 2:2) “¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado” (Apocalipsis 15:4)

  4. ISAÍAS: “Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:5) JOB: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:5-6) JACOB: “Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo” (Génesis 28:17)

  5. EZEQUIEL: “Como parece el arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba” (Ezequiel 1:28) DANIEL: “Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz… Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno” (Daniel 10:5, 8)

  6. PEDRO: “Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador” (Lucas 5:8) JUAN: “Cuando le vi [a Jesús], caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último” (Apocalipsis 1:17)

  7. “El 14 de mayo de 1851, vi la hermosura y amabilidad de Jesús. Al contemplar su gloria, no se me ocurrió pensar que pudiera verme separada alguna vez de su presencia. Vi una luz proveniente de la gloria que circula al Padre, y cuando se me acercó la luz, se estremeció mi cuerpo y temblé como una hoja. Creí que si llegaba a mí perdería la existencia; pero la luz pasó de largo. Tuve entonces una noción del grande y terrible Dios con quien hemos de tratar. Comprendí cuán débil idea tienen algunos de la santidad de Dios, y cuán a menudo toman su santo y venerable nombre en vano, sin advertir que hablan de Dios, del grande y terrible Dios” (Elena G. de White, Primeros escritos, “Preparación para el fin”, p. 70)

  8. “Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios” (Lucas 4:33-34)

  9. “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6:1-3) “Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8) “He aquí, en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos” (Job 15:15) De acuerdo con Elifaz aun el cielo y los ángeles aparecen como impuros en comparación con la infinita santidad de Dios.

  10. En las Escrituras, en todos los encuentros humanos con lo divino, lo que vemos es que, frente a su santidad, los seres humanos se ven como realmente son. Y eso es temible. En la Biblia, cuando las personas se encuentran con Dios, no hay aplausos ni cantos frívolos, sino un arrepentimiento personal profundo. Cada uno admite su culpa personal, sin excusas y sin referirse a otras personas. Cuán diferentes serían nuestras palabras, vidas y actos si todos viviéramos con el sentido constante, no solo de la presencia de Dios, sino también de su santidad.

  11. El concepto de santidad debería ayudarnos a comprender mejor la brecha entre un Dios que es santo y una raza de seres que no lo son, una raza de pecadores. Dios está separado de nosotros, no solo porque él es el Creador y nosotros los creados, sino también porque somos seres caídos. Para nosotros es imposible cruzar esta brecha para acercarnos a Dios. Necesitamos un puente que nos permita acceder a Él. Todo esto tendría que ayudarnos a entender lo que Cristo ha hecho por nosotros. Él es nuestro Salvador, nuestro Sustituto, Aquel que cruzó el abismo entre un Dios santo y nosotros, criaturas caídas y pecaminosas. Gracias a Dios, tenemos en Jesús el puente que necesitamos.

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