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Égloga I

El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar , sus quejas imitando…. Égloga I. La lírica renacentista El endecasílabo La estancia El locus amoenus El amor. Escrito está en mi alma vuestro gesto. Garcilaso de la Vega. El desamor La tristeza

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Égloga I

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  1. El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando… Égloga I La lírica renacentista El endecasílabo La estancia El locus amoenus El amor Escrito está en mi alma vuestro gesto Garcilaso de la Vega El desamor La tristeza El despecho La pérdida La nostalgia El amor eterno Salicio Nemoroso

  2. ¡Oh más dura que mármol a mis quejas y al encendido fuego en que me quemo más helada que nieve, Galatea! Salicio Salid, sin duelo, lágrimas , corriendo. Tu dulce habla, ¿en cúya oreja suena? Tus claros ojos, ¿a quién los volviste? EL DESAMOR LA TRISTEZA Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan Galatea Si no tuvieras condición terrible Tú sola contra mí t’endureciste EL DESPECHO ¡Oh Dios!, ¿por qué siquiera, esta falsa perjura no recibe del cielo algún castigo?

  3. Nemoroso ¡Oh miserable hado! ¡Oh tela delicada, antes de tiempo dada a los agudos filos de la muerte! Corrientes aguas puras, cristalinas …Elisa, vida mía,… LA NOSTALGIA LA PÉRDIDA Tengo una parte aquí de tus cabellos, Elisa, envueltos en un blanco paño, que nunca de mi seno se m’apartan …no me podrán quitar el dolorido sentir si ya del todo primero no me quitan el sentido. Elisa …busquemos otros montes y otros ríos, otros valles floridos y sombríos donde descanse y siempre pueda verte… sin miedo y sobresalto de perderte… EL AMOR ETERNO

  4. S N Por ti el silencio de la selva umbrosa, por ti la esquividad y apartamiento del solitario monte m’agradaba …y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado. ¿Cómo te vine en tanto menosprecio? ¿Cómo te fui tan presto aborrecible? ¿Dó están agora aquellos claros ojos… ¿Dó está la blanca mano delicada,… ¡…derritiendo m’estoy en llanto eterno! El cielo… …a sempiterno llanto y a triste soledad me ha condenado;… Yo dejaré el lugar do me dejaste; …pues yo m’alejo… …y acabando el fugitivo sol, de luz escaso,… se fueron recogiendo paso a paso.

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