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Hoy hablaremos sobre los agapornis, unas aves fantu00e1sticas que son la exquisitez de los mas pequeu00f1os de la casa como mascotas.<br><br>Este gu00e9nero de ave hacen honor a su nombre de pu00e1jaros inseparables y una vez hacen pareja el macho y la hembra de agapornis pasan un buen tiempo juntos.<br><br>Los agapornis se hacen cariu00f1itos, se arreglan las plumas el uno al o bien otro o se acorrucan juntos, asu00ed que ya sabes, lo de inseparable es un nombre que le viene realmente bien.<br><br>La forma fu00edsica que tienen los agapornis es bastante especial y peculiar. Se trata de pequeu00f1os loritos realmente, con un total de 9 especies de agapornis en conjunto y cuyo tamau00f1o estu00e1 comprendido entre los 11 y dieciocho cm ( en dependencia de que especie estemos hablando ).<br><br>Sus plumajes son muy coloridos, puedes localizar agapornis verdes, amarillos, azules, blancos, grises, etcu2026 Ademu00e1s estas aves resaltan por una particularidad muy chistosa que es su cola corta.<br><br>Los agapornis son un gu00e9nero de aves que habitu00faan a ser animales bastante fiables con el humano, si bien considerablemente mu00e1s con lo de su especie y otras aves.<br><br>Normalmente no acostumbra a ser un animal violento ni que suela agredir, a menos que sea sienta muy conminado. Existen una serie de pistas que asisten a conocer cuu00e1l es el estado anu00edmico del ave.<br><br>u2013 Alegre: En el caso de que el agaporni estu00e9 contento, va a estar activo, husmearu00e1 todo a su alrededor y se va a peinar el plumaje, aparte de generar sonidos. No pararu00e1 quieto un solo instante, lo que probaru00e1 su buen humor.<br>u2013 Tranquilo: En un caso asu00ed el ave va a estirar las patas y posaru00e1 con las plumas ahuecadas. Asimismo es frecuente que muestren un estado tranquilo cuando su cabeza estu00e1 hacu00eda atru00e1s al tiempo que estu00e1n en su percha.<br>u2013 Triste: Lo normal es que el agapornis estu00e9 en movimiento. Sin embargo, si el ave no se mueve o bien no semeja tan sociable como otras veces, va a ser por el hecho de que estu00e1 triste, igual puesto que quiere salir de su jaula o se siente solo en esta.<br>u2013 Sociable: El agapornis es un animal muy sociable. Con otras aves se puede revisar cuando se dan de comer unos a otros, se ponen los 2 juntos en el palo o no paran de emitirse sonidos unos a otros.<br>u2013 Agresivo: No es bastante comu00fan ver a un agapornis beligerante, mas si lo estu00e1, comenzaru00e1 a agitar las alas emitiendo ruidos muy frecuentes y amenazantes, se lanzaru00e1n a agredir con picotas o a rasguu00f1ar con las patas. Un caso de que puedan estar de esta manera es piensen que sus cru00edas estu00e1n en riesgo.<br><br>Hay bastante gente que afirma que lo mejor es mirar los u00f3rganos genitales del ave para cuanto te preguntas de quu00e9 forma saber si un agapornis es macho o hembra, pues los huesos de la pelvis del macho estu00e1n mu00e1s juntos al paso que los de la hembra estu00e1n separados y son redondeados, lo que deja que pueda poner los huevos.<br><br>Para adiestrar a un agapornis Poquito a poco hay que acercarse a la jaula y pronunciar su nombre, para que se vaya acostumbrando a la palabra.<br><br>Mas si se aprecia que el animal evita el contacto lo mejor es dejarlo estar. Poco a poco el animal se iru00e1 acercando al dueu00f1o a reconocerlo. Pero todavu00eda no estaru00e1 listo para dejarse tocar.<br><br>Llegaru00e1 un instante en el que el animal no se amedrentaru00e1 al ver a su dueu00f1o acercarse a la jaula.<br><br>En un caso asu00ed hay que procurar comenzar a darle comida de forma directa de la mano, sosteniendo la cama en todo momento. Al principio el animal es posible que dude en acercarse, mas poquito a poco lo haru00e1. Tal vez no se consiga a la primera, mas lo terminaru00e1 haciendo.<br><br>Cuando ya se consiga que coma sus u201csnacksu201d de la mano, es el momento de empezar a intentar que el agapornis se suba al dedo. Para esto hay que tocar tenuemente su abdomen, du00e1ndole un ligero empuju00f3n para animarlo a subirse.<br><br>Posiblemente se baje enseguida, con lo que en ese instante hay que dejarlo estar y retornar a probarlo al du00eda despuu00e9s. Al poco tiempo se acostumbraru00e1 a subirse al dedo, y entonces va a ser el momento de sacarlo de la jaula con mucho cuidado. Es esencial que la habitaciu00f3n estu00e9 cerrada, pues no es extrau00f1o que el ave intente salir a explorar lo que le rodea.<br><br>La jaula, el hogar de tu agapornis, no puede ser de cualquier forma. Hay que adquirir una jaula que sea de calidad, al fin y al cabo, va a ser du00f3nde viva el ave durante su vida.<br><br>Empecemos por el tamau00f1o. Se acostumbra a decir que u201ccuu00e1nto mu00e1s grande mejoru201d, mas tampoco hay pues u201cirse como mucho grandeu201d.<br><br>Para una pareja, por servirnos de un ejemplo, la jaula deberu00eda ser de 1 metro de largo, 0,5 metros de ancho y 0,5 metros de alto. Con lo que para el caso en el que se tendru00e1 una sola ha de ser una jaula de 0,5 metros de largo y 0,47 metros de alto y de ancho.<br><br>Mas lo mejor es que sea una concebida para 2 aves, puesto que de este modo el agapornis tiene suficiente espacio para volar. Aparte de esto, las jaulas siempre y en toda circunstancia tienen juguetes y otros entretenimientos dentro, con lo que se terminan haciendo pequeu00f1o.<br><br>La manera de la jaula es tan esencial como el tamau00f1o. No ha de ser redonda, pues esto les provoca inseguridad al no tener un punto de referencia con el que sentirse apacibles, puesto que todos y cada uno de los puntos de la jaula son iguales.<br><br>Tampoco ha de ser una jaula con forma de casa, en la medida en que al estar fabricadas en su mayoru00eda por plu00e1stico, esto imposibilita que puedan escalar por las paredes. Con lo que, la opciu00f3n mejor es una jaula cuadrangular con barrotes horizontales para que se puedan sostener con las patas o bien el picos.<br><br>La distancia entre los barrotes no debe ser de mu00e1s de uno con cinco cm, eludiendo con lo que puedan meter la cabeza entre ellos y fallecer por ahoga.<br><br>Cuando menos la jaula debe tener 2 puertas, una para que se les pueda dirigir el agua y el alimento, al paso que la otra va a ser para que tengan un nido en el exterior si se fuera dedicar a la cru00eda o bien para que el ave pueda salir a estirar las alas cuando lo desee.<br><br>Los comederos es mejor que se rellenen desde el lado de fuera, puesto que si se hacen por la parte interior se les puede dar una ruta de escape de la jaula. Con el agua seru00eda lo mismo, comprando un cilindro de plu00e1stico con el que pueda tomar el animal, singularmente en verano.<br><br>Existen muchos debates sobre la reja inferior en las jaulas de los agapornis. Es verdad que si estu00e1 no existe, es mu00e1s simple de limpiar, pero asimismo hace que estos animales coman el alimento que se les haya cau00eddo al suelo, la cuu00e1l puede estar contaminada por sus heces, lo cuu00e1l no es nada recomendable.<br><br>En el fondo de la jaula hay que poner algo que deje que sea simple de adecentar, como papel de cocina o de periu00f3dico, asu00ed como tierra singular para aves o mau00edz triturado.<br><br>No hay que emplear jamu00e1s tierra para gatos, puesto que su poder de absorciu00f3n podru00eda secar el buche del ave ni tampoco utilizar papel perfumado.
E N D
Hoy vamos a hablar sobre los agapornis, unas aves fantásticas que son la delicia de los mas pequeños de la casa como mascotas. Este tipo de ave hacen honor a su nombre de pájaros inseparables y una vez hacen pareja el macho y la hembra de agapornis pasan un buen tiempo juntos. Los agapornis se hacen cariñitos, se arreglan las plumas el uno al o bien otro o bien se acorrucan juntos, con lo que bien sabes, lo de inseparable es un nombre que le viene verdaderamente bien. La forma física que tienen los agapornis es bastante singular y peculiar. Se trata de pequeños loritos en realidad, con un total de nueve especies de agapornis en conjunto y cuyo tamaño está comprendido entre los once y 18 cm ( dependiendo de que especie estemos hablando ). Sus plumajes son muy coloridos, puedes hallar agapornis verdes, amarillos, azules, blancos, grises, etc… Además estas aves destacan por una peculiaridad muy jocosa que es su cola corta. Los agapornis son un género de aves que habitúan a ser animales bastante fiables con el humano, si bien sensiblemente más con lo de su especie y otras aves. Normalmente no acostumbra a ser un animal violento ni que suela agredir, salvo que sea sienta muy amenazado. Existen una serie de pistas que asisten a conocer cuál es el estado anímico del ave. – Alegre: En caso de que el agaporni esté contento, estará activo, fisgará todo a su alrededor y se peinará el plumaje, aparte de producir sonidos. No parará quieto un solo momento, lo que probará su buen humor. – Tranquilo: En un caso de esta manera el ave va a estirar las patas y posará con las plumas ahuecadas. Asimismo es usual que muestren un estado tranquilo cuando su cabeza está hacía atrás al tiempo que están en su percha. – Triste: Lo normal es que el agapornis esté en movimiento. Sin embargo, si el ave no se mueve o bien no semeja tan sociable como otras veces, va a ser por el hecho de que está triste, igual pues quiere salir de su jaula o bien se siente solo en esta. – Sociable: El agapornis es un animal muy sociable. Con otras aves se puede repasar cuando se dan de comer unos a otros, se ponen los dos juntos en el palo o bien no paran de emitirse sonidos unos a otros. – Agresivo: No es bastante común ver a un agapornis beligerante, mas si lo está, comenzará a agitar las alas emitiendo ruidos incesantes y amenazantes, se lanzarán a atacar con picotas o bien a arañar con las patas. Un caso de que puedan estar así es pues crean que sus crías están en riesgo. Hay bastante gente que asevera que lo mejor es mirar los órganos genitales del ave para cuanto te preguntas de qué forma saber si un agapornis es macho o hembra, pues los huesos de la pelvis del macho están más juntos al tiempo que los de la hembra están separados y son redondeados, lo que deja que pueda poner los huevos. Para adiestrar a un agapornis Poco a poco hay que acercarse a la jaula y vocalizar su nombre, a fin de que se vaya acostumbrando a la palabra. Pero si se aprecia que el animal evita el contacto lo mejor es dejarlo estar. Poquito a poco el animal se irá
acercando al dueño a reconocerlo. Mas todavía no estará listo para dejarse tocar. Llegará un momento en el que el animal no se atemorizará al ver a su dueño acercarse a la jaula. En un caso de esta manera hay que procurar comenzar a darle comida de forma directa de la mano, manteniendo la cama en todo instante. Al comienzo el animal es posible que dude en acercarse, mas poco a poco lo va a hacer. Tal vez no se consiga a la primera, mas lo terminará haciendo. Cuando ya se logre que coma sus “snacks” de la mano, es el instante de comenzar a procurar que el agapornis se suba al dedo. Para esto hay que tocar sutilmente su abdomen, dándole un ligero empujón para animarlo a subirse. Probablemente se baje enseguida, con lo que en ese instante hay que dejarlo estar y regresar a probarlo al día siguiente. Al poco tiempo se habituará a subirse al dedo, y entonces será el instante de sacarlo de la jaula con mucho cuidado. Es esencial que la habitación esté cerrada, pues no es extraño que el ave intente salir a explorar lo que le rodea. La jaula, el hogar de tu agapornis, no puede ser de cualquier forma. Hay que adquirir una jaula que sea de calidad, al fin y al cabo, va a ser dónde viva el ave durante su vida. Empecemos por el tamaño. Se acostumbra a decir que “cuánto más grande mejor”, mas tampoco hay puesto que “irse como mucho grande”. Para una pareja, por poner un ejemplo, la jaula debería ser de 1 metro de largo, 0,5 metros de ancho y 0,5 metros de alto. Con lo que para el caso en el que se tendrá una sola debe ser una jaula de 0,5 metros de largo y 0,47 metros de alto y de ancho. Mas lo mejor es que sea una concebida para dos aves, pues así el agapornis tiene suficiente espacio para volar. Además de esto, las jaulas siempre y en toda circunstancia y en toda circunstancia tienen juguetes y otros entretenimientos dentro, con lo que se acaban haciendo pequeño. La manera de la jaula es tan esencial como el tamaño. No debe ser redonda, pues esto les provoca inseguridad al no tener un punto de referencia con el que sentirse sosegados, puesto que todos los puntos de la jaula son iguales. Tampoco ha de ser una jaula con forma de casa, en la medida en que al estar fabricadas en su mayor parte por plástico, esto imposibilita que puedan escalar por las paredes. Con lo que, la opción mejor es una jaula cuadrangular con barrotes horizontales para que se puedan sujetar con las patas o el picos. La distancia entre los barrotes no debe ser de más de uno con cinco cm, evitando con lo que puedan meter la cabeza entre ellos y fenecer por ahoga. Por lo menos la jaula debe tener 2 puertas, una a fin de que se les pueda dirigir el agua y el alimento, al paso que la otra va a ser a fin de que tengan un nido en el exterior si se fuera dedicar a la cría o bien para que el ave pueda salir a estirar las alas cuando lo desee. Los comederos es mejor que se rellenen desde el lado de fuera, pues si se hacen por la parte interior agapornis papilleros se les puede dar una senda de escape de la jaula. Con el agua sería lo mismo, comprando un cilindro de plástico con el que pueda tomar el animal, singularmente en verano. Hay muchos debates sobre la reja inferior en las jaulas de los agapornis. Es cierto que si está no existe, es más
simple de limpiar, pero asimismo hace que estos animales coman el comestible que se les haya caído al suelo, la cuál puede estar contaminada por sus heces, lo cuál no es nada aconsejable. En el fondo de la jaula hay que poner algo que deje que sea simple de adecentar, como papel de cocina o bien de periódico, así como tierra singular para aves o bien maíz triturado. No hay que emplear jamás tierra para gatos, puesto que su poder de absorción podría secar el buche del ave ni tampoco utilizar papel perfumado.