INTRODUCCION

1. EL ROL DEL PSICOLOGO EN LA SEGURIDAD CIUDADANA MARIO A. CASTRO HERNANDEZ • INTRODUCCION • La percepción de inseguridad y el miedo al delito, constituyen objetos de interés para la Psicología Criminal, Psicología Social y Psicología ambiental, entre otras. • La clave de la relevancia del temor al delito radica en las implicaciones que conlleva para los individuos, las comunidades y la calidad de vida.

2. Inseguridad ciudadana: amenaza para la calidad de vida La literatura científica ha establecido que altos niveles de miedo al delito tienen consecuencias muy negativas, pudiendo originar ansiedad, cambio de hábitos –por ejemplo, dejar de acudir a ciertas zonas o de realizar ciertas actividades–, fractura del sentimiento de comunidad y menor implicación en actividades comunitarias, aislamiento, actitudes favorables a políticas más punitivas… Todas ellas consecuencias indeseables, que constituirían una disminución evidente en la calidad de vida.

3. Inseguridad ciudadana: amenaza para la calidad de vida • Una tasa de delitos alta es sin duda preocupante, ya que la integridad física y psíquica de los ciudadanos, así como sus propiedades, pueden verse comprometidas, por lo tanto, se requiere de intervenciones ajustadas a dicha realidad. • Por otra parte, la situación en la que el riesgo objetivo es alto, pero no hay temor ante los delitos, presenta el riesgo de que los ciudadanos no tomen las precauciones deseables y estén, por tanto, más expuestos a sufrir el delito. En este caso, las medidas a tomar no sólo se encaminarían a reducir el delito; también, de algún modo, a sensibilizar a los ciudadanos para minimizar los riesgos.

4. Inseguridad ciudadana: amenaza para la calidad de vida Lo que es evidente: que la inseguridad, se combina con miedo al delito, lo cual, debe ser motivo de preocupación de las autoridades, y por ende, requiere su correspondiente intervención a nivel social y comunitario, precisamente por el perjuicio que supone para la calidad de vida. Y más concretamente, para la calidad de vida urbana toda vez que el escenario característico de las experiencias de miedo al delito es el urbano, y por tanto el sujeto que experimenta estos miedos es, mayoritariamente, el habitante de la ciudad.

5. Miedo al delito como fenómeno urbano • Lo que la investigación científica corrobora: que el miedo al delito es un fenómeno urbano en su origen, que es en las ciudades donde este miedo es más frecuente, y donde se manifiestan sus consecuencias. • La ciudad con su heterogeneidad y complejidad, ofrece multitud de posibilidades inexistentes en el mundo rural, y es asimismo el marco de problemas específicos, por tanto, se debe prestar atención al individuo que habita las ciudades y a las patologías sociales que en ellas se producen.

6. Lo que se vive a diario: • Robo en la casa, estando dentro alguno de los residentes. • Robo en la casa, cuando no hay nadie. • Robo o atraco en la calle. • Robo o fraude con tarjetas de crédito. • Agresión física. • Agresión sexual. • Acoso de las pandillas con amenazas y asesinatos. • Robo de vehículo. • Secuestro. • Extorsión.

7. Los campos de intervención del psicólogo en relación a la inseguridad ciudadana pueden ser tan variados como ramas de la psicología existen y aplicables a todos los actores del proceso de inseguridad ciudadana. • Delincuente • Víctimas • Policía • Sistema judicial • Sistema penitenciario • Servicios de Reinserción

8. Conclusión • En el campo de la inseguridad ciudadana adquiere cada vez más relevancia la intervención psicológica desde una perspectiva comunitaria. • Aunque la actuación del psicólogo, por el momento, se limite a la atención individualizada, a la superación del mayor o menor trauma que supone ser víctima de un delito, el trabajo psicoterapéutico debe ser interdisciplinario.