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De zulos y haitzulos

De zulos y haitzulos. La naturaleza y sus caprichos. Son innumerables los lugares en los que la naturaleza se recompone así misma y nos muestra sus filigranas. Unas en formas de enormes ventanales, agujeros o haitzulos; otras en formas de animales,

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De zulos y haitzulos

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Presentation Transcript


  1. De zulos y haitzulos La naturaleza y sus caprichos

  2. Son innumerables los lugares en los que la naturaleza se recompone así misma y nos muestra sus filigranas. Unas en formas de enormes ventanales, agujeros o haitzulos; otras en formas de animales, o en formas humanoides. En ocasiones la naturaleza nos enseña sus interioridades, lóbregas cavernas oscuras o increíbles bóvedas que nuestros artistas góticos copiaron.

  3. Ojo del Baiza en la Sierra de Urbasa. Iturmendi o Aitormendi es el pueblo donde este enorme ojo de piedra, y colgado de sus murallas, lleva milenios observado el ir y venir de la vida en el valle de Burunda por donde discurre el río Araquíl,

  4. El cancerbero del Baiza observa cada uno de nuestros movimientos. Ni una brizna de hierba podemos arrancar sin su permiso.

  5. Por si faltasen vigilantes, un poco mas adelante en la misma Sierra nos encontramos al Ojo del Legumbe. El viento de la sierra se cuela por su oquedad y produce un silbido largo y agudo que llega a espantar al ganado.

  6. El Paso del Lobo. Solamente este animal es capaz de superar las alturas y adentrarse en la sierra por esta angostura. Nos encontramos en la Sierra de Leire. Abajo en el valle el panta- no de Yesa.

  7. Cambiamos de escenario de nuevo. Sierra Salvada, en los confines de Álava con Burgos. El Ojo de Unguino. El pueblo de Menérniga se siente vigilado por este Polifemo rocoso.

  8. Puedes estar a menos de 5 m. de distancia y no percatarte de su presencia. La pequeña entrada que contemplamos da paso a un universo cavernario, debajo de nuestros pies. Es “Haitzulo” en el valle de Araoz, en las faldas de Orkatxategi.

  9. Sus altas galerías dan paso a precipicios que caen hasta los profundos barrancos que forma el río Arantzazu..

  10. En nuestro argot montañero llamamos a esta cueva “La Catedral”. Sus inmensas bóvedas asemejan a las de una vieja catedral gótica que el cincel del tiempo ha ido esculpiendo poco a poco. Una catedral de una sola piedra.

  11. Al ojo de Atxular ya se lo hemos presentado. Macizo de Itxina subiendo de Orozko. Es la puerta que nos da paso al laberinto mágico del lapiaz de Itxina, lugar de Sorgiñes y Basagauns.

  12. No se puede hablar de cuevas en Euskadi sin hacer referencia a Supelegor. Sus galerías se adentran centenares de metros por las entrañas de la tierra; algunas de ellas sigue inexploradas. Es el lugar preferido de la bruja Mari, la Bruja Bella, que revoluciona a los pastores con su cántico melodioso e insinuante.

  13. En los confines de la provincia de Burgos encontramos este conjunto cavernario-religioso que constituyen las cuevas de Ojoguareña. El hombre aprovechó las oquedades de la roca para construir esta preciosa ermita santuario.

  14. Muy cerca de Ojoguareña encontramos este oscuro puente natural sobre el que se asienta el precioso pueblo de Puentedey, en la merindad de Valdeporres.

  15. Las aguas del río Nela han ido horadando la roca para abrirse paso hacia los llanos de Villarcayo. “Puentedey” en lo alto siente las aguas fluir a sus pie y se salva de las incontinencias del río.

  16. La luna se deshoja plateada sobre el luto mortal del cementerio; los cipreses murmuran un misterio que se extiende en el mármol de la nada. La noche no es tan noche, ni es callada, ni sirve de mortaja al cautiverio de esos huesos que yacen sin criterio sobre el lecho ancestral de su morada. ¡¡Beati mortui!!

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