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Creación: Gn.1 y 2 Abram y Sara: Gn.12 y 20 Censo de David : 2º Sm. 24,1 1º Crón . 21,1

Creación: Gn.1 y 2 Abram y Sara: Gn.12 y 20 Censo de David : 2º Sm. 24,1 1º Crón . 21,1 Cuatro evangelios…. El Cristianismo ante el riesgo de la INTERPRETACIÓN (Claude Gefrré , 1983). « adaequatio rei ad intelectum ». PASAMOS del s aber a la interpretación.

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Creación: Gn.1 y 2 Abram y Sara: Gn.12 y 20 Censo de David : 2º Sm. 24,1 1º Crón . 21,1

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Presentation Transcript


  1. Creación: Gn.1 y 2 Abram y Sara: Gn.12 y 20 Censo de David: 2º Sm. 24,1 1º Crón. 21,1 Cuatro evangelios…

  2. El Cristianismo ante el riesgo de la INTERPRETACIÓN (Claude Gefrré, 1983)

  3. «adaequatiorei ad intelectum» PASAMOS del saber a la interpretación.

  4. Del pensar dogmático al pensar hermenéutico.

  5. De la «adaequatio» a la in-adaequatio»

  6. Del pensar estático Al pensar evolutivo (G.S. nº 4)

  7. Del pensar natural al pensar histórico.

  8. Jesús no entregó catecismos (para acatar) sino parábolas (para pensar)

  9. Jesucristo puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. (Evangelii Gaudium, nº 11)

  10. Evangelii Gaudium nº 22 La Iglesia debe aceptar esa libertad inaferrable de la Palabra, que es eficaz a su manera, y de formas muy diversas que suelen superar nuestras previsiones y romper nuestros esquemas.

  11. Evangelli Gaudium nº 40 La Iglesia, necesita crecer en su INTERPRETACIÓNde la Palabra revelada y en su comprensión de la verdad. La tarea de los exégetas y de los teólogos ayuda a «madurar el juicio de la Iglesia».

  12. Las distintas líneas de pensamiento filosófico, teológico y pastoral, también pueden hacer crecer a la Iglesia, ya que ayudan a explicitar mejor el riquísimo tesoro de la Palabra. A quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión.

  13. Evangelii Gaudium nº 41 • Al mismo tiempo, los enormes y veloces cambios culturales requieren que prestemos una constante atención para intentar expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad. • Pues en el depósito de la doctrina cristiana «una cosa es la substancia […] y otra la manera de formular su expresión».

  14. A veces, escuchando un lenguaje completamente ortodoxo, lo que los fieles reciben, debido al lenguaje que ellos utilizan y comprenden, es algo que no responde al verdadero Evangelio de Jesucristo. • De ese modo, somos fieles a una formulación, pero no entregamos la substancia. Ése es el riesgo más grave. • Recordemos que «la expresión de la verdad puede ser multiforme, y la renovación de las formas de expresión se hace necesaria para transmitir al hombre de hoy el mensaje evangélico en su inmutable significado».

  15. Evangelii Gaudium nº 43 En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera y cuyo mensaje no suele ser percibido adecuadamente.

  16. Santo Tomás de Aquino destacaba que los preceptos dados por Cristo y los Apóstoles al Pueblo de Dios «son poquísimos». Citando a san Agustín, advertía que los preceptos añadidos por la Iglesia posteriormente deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida a los fieles» y convertir nuestra religión en una esclavitud, cuando «la misericordia de Dios quiso que fuera libre». Esta advertencia, hecha varios siglos atrás, tiene una tremenda actualidad. Debería ser uno de los criterios a considerar a la hora de pensar una reforma de la Iglesia y de su predicación que permita realmente llegar a todos.

  17. VEO VEO ¿QUÉ VES?

  18. Nuestro aparato perceptivo, es un aparato interpretativo.

  19. Los 3 ciegos

  20. Había una vez tres sabios. Los tres eran ciegos. Como no podían ver, se habían acostumbrado a conocer las cosas con solo tocarlas.

  21. Sucedió que un circo llegó al pueblo. Con el circo, venía un gran elefante blanco. Los tres sabios que eran ciegos quisieron también ellos conocer al elefante. Pidieron permiso para poder tocarlo. Como el animal era muy manso, no hubo ningún inconveniente para que lo hicieran.

  22. El PRIMEROde los tres estiró sus manos y tocó a la bestia en la cabeza. Sintió bajo sus dedos las enormes orejas y luego los dos tremendos colmillos de marfil que sobresalían de la pequeña boca. Admirado de lo que había conocido fue a contarles a los otros dos. Les dijo: - El elefante es como un tronco, cubierto a ambos lados por dos frazadas, y del cual salen dos grandes lanzas frías y duras. 

  23. Cuando le tocó el turno al SEGUNDO sabio, sus manos tocaron al animal en la panza. Trataron de rodear su cuerpo, pero éste era tan alto que no alcanzaba a abarcarlo con los dos brazos abiertos. Luego de mucho palpar, decidió también él contar lo que había aprendido. Les dijo: - El elefante se parece a un tambor colocado sobre cuatro gruesas patas, y está forrado de cuero con pelo para afuera.

  24. El TERCER sabio, y agarró el animal justo por la cola. Se colgó de ella y comenzó a hamacarse como hacen los chicos con una soga. Como esto le gustaba a la bestia, estuvo largo rato divirtiéndose en medio de la risa de todos. Cuando dejó el juego, comentaba lo que sabía. Dijo: - Yo se lo que es un elefante. Es una cuerda fuerte y gruesa. Sirve para hamacarse.

  25. Resulta que cuando volvieron a casa y comenzaron a charlar entre ellos lo que habían descubierto sobre el elefante no se podían poner de acuerdo. Cada uno estaba plenamente seguro de lo que conocía.

  26. Como eran los tres muy sabios, decidieron hacerse ayudar, y fueron a preguntar a otro sabio que había tenido la oportunidad de ver al elefante con sus propios ojos. Y entonces descubrieron que cada uno de ellos tenía razón. Una parte de la razón. Pero que conocían del elefante solamente la parte que habían tocado.

  27. Un punto de vista no es más que la vista de un punto

  28. Cuatro enfoques de la lectura bíblica

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