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La Esperanza de la Cruz

Es preciso que el Hijo del Hombre sea levantado en alto…. De nada nos gloriaremos nunca sino de la Cruz de Jesucristo nuestro Señor. Él es nuestra salvación, vida y resurrección; por medio de Él hemos sido salvados y liberados. (Gal. 6, 14). La Esperanza de la Cruz. Escucha y vivirás.

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La Esperanza de la Cruz

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Presentation Transcript


  1. Es preciso que el Hijo del Hombre sea levantado en alto… De nada nos gloriaremos nunca sino de la Cruz de Jesucristo nuestro Señor. Él es nuestra salvación, vida y resurrección; por medio de Él hemos sido salvados y liberados. (Gal. 6, 14) La Esperanza de la Cruz

  2. Escucha y vivirás Escucha y vivirás El Señor te quiere encontrar, quiere permanecer en tu corazón. No puedes renunciar a su invitación si quieres morar con Dios. El Señor tiene algo que decir, el Señor te quiere hablar. En el silencio dispón tu corazón si quieres escuchar a tu Dios. Nuestra mirada se fija en Jesús Crucificado para contemplar aquel gran Amor con el que el Padre ha amado al mundo… y renovar en nosotros la certeza de que solo el Señor, crucificado y glorioso es la única esperanza del hombre.

  3. “…Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo el Hijo del hombre.. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hio del hombre, para que todo el que crea tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna”. (Jn. 3,13-16)

  4. La Iglesia ha de ofrecer el bien más precioso que ningún otro puede dar: la fe en Jesucristo, fuente de la esperanza que no defrauda…. Sobre la base de esta confesión de fe brota de nuestro corazón y de nuestros labios una alegre confesión de esperanza:

  5. Tú, oh Señor, resucitado y vivo, eres la esperanza siempre nueva de la Iglesia y de la humanidad; tú eres la única y verdadera esperanza del hombre y de la historia; tú eres “entre nosotros la esperanza de la gloria” ya en esta nuestra vida y más allá de la muerte.

  6. “Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí…” (Jn. 12, 32)

  7. “…En verdad, apenas habrá quien muera por un justo, por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir- mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.” (Rm. 5,7-8) “La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. En efecto, cuando todavía estábamos sin fuerzas en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos” (Rm. 5,5-6)

  8. Esperanza En la palabra de la cruz brilla en toda su luz: el sentido, la fuerza, la misión de aquella virtud que llaman: Cuando es de noche es más bello creer en la luz. La sola cosa que pueda impedir a un sueño realizarse es el miedo de fracasar. La Fe en cambio, es continuar creyendo cuando ya no hay esperanza. La esperanza no da siempre resultados visibles, pero nos permite no pararnos. La palabra de la Cruz es poder de Dios.

  9. Así la describe el poeta Charles Peguy: La pequeña esperanza es una virtud tan potente y tan sublime que el poeta, no teme atribuirla al corazón de Dios. “Ella es la fuente de la vida, es el germen de cada nacimiento espiritual. Es la que hace brotar y manar la gracia… Porque es pequeña, se cree que tiene necesidad de las otras virtudes para caminar; y, en cambio, son las otras las que la necesitan”. Dios ama talmente a los hombres que se digna de esperar de ellos, y no quiere alejar su esperanza ni siquiera del más miserable de los pecadores.

  10. Amor La esperanza nos invita a contemplar a Dios y a considerar el mundo con ojos nuevos. Nos hace volver a oír la Palabra que no se confunde con ninguna otra palabra, nos ayuda a volver a encontrar a Dios que es … “El Padre ha amado tanto al mundo, que le ha donado a su Unigénito” (Jn. 3, 16)

  11. “¡María, Madre de la esperanza, camina con nosotros! Intercede por nosotros que actuamos en la historia seguros de que el designio del Padre se realizará. Amén Enséñanos a proclamar el Dios viviente; ayúdanos a testimoniar a Jesús, el único Salvador; haznos serviciales con el prójimo, acogedores con los necesitados, obradores de justicia, constructores apasionados de un mundo más justo. Vela sobre la Iglesia toda: que sea transparente al Evangelio; sea auténtico lugar de comunión; viva su misión de anunciar, celebrar y servir e Evangelio de la esperanza para la paz y la alegría de todos. “María, criatura nueva plasmada por el Espíritu Santo, haz crecer en nosotros la virtud de la esperanza. A Ti, Madre de la esperanza y del consuelo, confiamos el futuro de la Iglesia y de todas las mujeres y hombres del mundo”.

  12. “¡No temas, Iglesia de Dios! En el Evangelio, que es Jesús, encontrarás la esperanza sólida y duradera... Es luz que ilumina y orienta tu camino; es fuerza que te sostiene en las pruebas; es profecía de un mundo nuevo. ¡Estate segura! El Evangelio de la esperanza no falla!

  13. Que nos abrace, Señor, tu misericordia porque solo en Ti, Palabra Viviente, Crucificado por amor, nuestros miedos y nuestros “porqués” se hacen luz. Elaborado por Antonio Barone

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