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La dimensión de género en la comprensión y medición de la pobreza

La dimensión de género en la comprensión y medición de la pobreza. Valentina Perrotta Diciembre 2013. Una noción multidimensional. La pobreza siempre ha sido objeto de diversas definiciones, conceptualizaciones, formas de medición y representación.

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La dimensión de género en la comprensión y medición de la pobreza

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  1. La dimensión de género en la comprensión y medición de la pobreza Valentina Perrotta Diciembre 2013

  2. Una noción multidimensional • La pobreza siempre ha sido objeto de diversas definiciones, conceptualizaciones, formas de medición y representación. • Las principales conceptualizaciones y medidas de la pobreza tienden a centrarse en la medición de los ingresos promedio de los hogares, como forma de determinar la escasez o suficiencia en la adquisición de bienes y servicios para alcanzar ciertos niveles de bienestar Basado en Chant, S. 2003.

  3. Una noción multidimensional • Necesidad de un enfoque más amplio y holístico que amplíe la insuficiencia de ingresos e incorpore nuevas dimensiones del bienestar (el enfoque de derechos, de desarrollo humano, y de capacidades) y conceptualice a la pobreza como un proceso. • Los enfoques multidimensionales trascienden el paradigma del ingreso y se proponen captar la «privación social», entendida como el acceso a bienes públicos (como la educación, la salud, la vivienda), la autoestima, el poder, y el respeto.

  4. Una noción multidimensional • La discusión sobre la multidimensionalidad de la pobreza ha permitido incluir el enfoque de género dentro de su abordaje. • Las investigaciones feministas han evidenciado la «ceguera de género», tanto de los análisis de pobreza como de las políticas que la combaten. • Antes de la inclusión de esta perspectiva se creía que las necesidades y la exposición al riesgo de ser pobres eran iguales para varones y mujeres.

  5. Conceptos claves para comprender la pobreza desde la perspectiva de género

  6. División sexual del trabajo La diferenciación entre varones y mujeres que las sociedades construyen, sustentada en los sistemas de género, establece relaciones de poder y ámbitos preferencialespara cada grupo: para las mujeres el doméstico y para los varones el público. Esta distribución de roles y tareas se conoce como división sexual del trabajo, e implica que el ámbito de lo doméstico (privado o “reproductivo”) sea asumido como el de desarrollo “natural” de las mujeres mientras el ámbito público (“productivo”) sea el propio de los varones.

  7. Ampliando la noción de trabajo Basado en Aguirre, R. 2009 Las ciencias sociales, especialmente la economía y la sociología, al estudiar al trabajo han centrado su preocupación en el sector mercantil, presentando una visión parcial del trabajo. La priorización de la producción de bienes y servicios para el mercado ha dejado invisibilizadasa gran parte de las actividades generadas para el bienestar de las personas.

  8. Ampliando la noción de trabajo Basado en Aguirre, R. 2009 Los estudios de género cuestionan la exclusión del trabajo doméstico y de cuidados familiares del ámbito económico, y plantean que esta exclusión no deriva de la naturaleza de la producción.

  9. Las mujeres se encuentran a menudo en esas otras situaciones laborales que pueden pasar desapercibidas o ser descritas insuficiente o inadecuadamente en las estadísticas laborales Se trata de las mismas tareas, de los mismos bienes y servicios, perocuando son producidos fuera del hogar, el trabajo que los produce es remunerado; en cambio si se realiza en el hogar el trabajo es no remunerado.

  10. Cuando el aporte de las mujeres a la economía queda deformada e infravalorada sistemáticamente en los datos oficiales, se contribuye a perpetuar una percepción distorsionada de la economía de un país y de sus recursos humanos (Aguirre, 2009).

  11. Mandatos de la DST: impactos desiguales Para los varonesel trabajo remunerado (empleo) es un derecho y una obligación, reconocidos por el discurso público. Para las mujeres es un derecho social débilque debe ser constantemente reclamado. Las desigualdades de género frente al mundo del trabajo continúan vigentes.

  12. Mandatos de la DST: impactos desiguales Sólo el empleo institucionaliza la interacción con otros (empleadores, colegas, compañeros), otorga una identidad social y permite participar en organizaciones, tales como empresas, gremios o sindicatos. El empleo está regulado, genera derechos.

  13. Mandatos de la DST: impactos desiguales • Para las mujeres el trabajo no remunerado es una obligación fuerte, sin límites de tiempo definidos. • Puede aparecer como una opción libre para las mujeres, pero esa opción se reduce por el peso de normas culturales y prácticas socialmente aceptadas.

  14. Trabajo remunerado y no remunerado son un continuo La perspectiva de género promueve cuestionar la rígida separación entre trabajo remunerado (mundo público) para los varones y trabajo no remunerado (mundo privado) para las mujeres, e identificar sus interrelaciones.

  15. La perspectiva de género • Marco de análisis que pone en evidencia las desigualdades entre varones y mujeres que se observan en todos los ámbitos de la vida social derivadas de la división sexual del trabajo. • Las desigualdades de género se expresan en el desigual acceso y control a recursos, oportunidades, derechos.

  16. La perspectiva de género en la comprensión y medición de la pobreza

  17. La perspectiva de géneroen la comprensión de la pobreza • Permite identificar cuáles son las dimensiones que inciden en una mayor probabilidad de las mujeres de experimentar la pobreza en función de la existencia de relaciones de poder desiguales. • Para analizar el bienestar de los individuos es preciso considerar la falta de oportunidades, las capacidades individuales, el empoderamiento, la autonomía, el uso del tiempo, la violencia basada en género y los vínculos sociales

  18. División sexual del trabajo y pobreza • Los procesos de empobrecimiento de las mujeres están estrechamente vinculados con su relación con el trabajo remunerado y no remunerado. • Su mayor dedicación al trabajo no remunerado impide que se integren al mercado laboral en condiciones de igualdad, accediendo a empleos de peor calidad y remuneración, (segregación horizontal y vertical), y diferencias salariales.

  19. Mayor proporción de mujeres que de varones pobres en edad reproductiva

  20. Índice de feminidad de la pobreza en personas en edad de trabajar

  21. Índice de feminidad de la pobreza en personas en edad de trabajar • El índice de feminidad de la pobreza para las personas entre 20 y 59 años indica que en todos los países de la región la tasa de pobreza de las mujeres es más alta que la de los hombres. • Los países con valores más altos del índice de feminidad son Argentina, Chile, República Dominicana y Uruguay. En todos ellos, la tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años excede en un 30% o más la de los hombres de edad similar. • A medida la pobreza disminuye en la región, las diferencias entre hombres y mujeres tienden a profundizarse en varios países.

  22. Impacto del cuidado infantil en la participación femenina en el mercado laboral

  23. Sesgo de género en la distribución del bienestar dentro del hogar • Romper con la visión del hogar como unidad homogénea en la distribución del bienestar. • Los hogares no son entidades armónicas, sino que dentro de éstos se producen conflictos de derechos, recursos y poder. • Las medidas de pobreza que se basan en los ingresos del hogar, no consideran la realidad de sus miembros y su desigual acceso a los recursos.

  24. ¿Igual proporción de varones y mujeres pobres? • En base al método de Línea de Pobreza no hay diferencias en la proporción de varones y mujeres viviendo en situación de pobreza. • Este método no refleja la situación de los diferentes miembros del hogar en cuanto a la percepción de ingresos propios.

  25. Mediciones que tienen al hogar como base no reflejan la realidad de los miembros del hogar: • Vuelven invisibles las desigualdades que se producen en la interna del hogar sin considerar el sesgo sistemático de género y de edad en la distribución intrafamiliar del bienestar • No permiten conocer los patrones de consumo por los que optan varones y mujeres. • Impiden detectar quiénes son los tomadores de decisiones sobre el destino de los recursos dentro del hogar. • No consideran que las mujeres tienen mayores desventajas para convertir ingresos en activos por su carga de trabajo no remunerado. • Dejan fuera el análisis de las personas que no tienen ingresos propios, realidad que afecta en mayor proporción a las mujeres y que es particularmente grave en el caso de las cónyuges • No imputan valor al trabajo doméstico no remunerado, que es una contribución fundamental de las mujeres al bienestar social.

  26. Importancia de los ingresos propios • Los ingresos personales provenientes del trabajo remunerado constituyen una fuente crucial de autonomía, bienestar y empoderamiento de los sujetos.

  27. Desigual punto de partida para la generación de ingresos

  28. Menores oportunidades en el mercado laboral

  29. El tiempo como factor clave de la pobreza de las mujeres • El tiempo es un recurso fundamental para el ejercicio de la autonomía. • La pobreza de tiempo refiere a la ausencia de tiempo para dedicarlo a actividades remuneradas y otras actividades no productivas. • Carácter restrictivo de las tareas domésticas y de cuidado de personas.

  30. Datos de Uso del tiempo en Uruguay

  31. Datos de Uso del tiempo en Uruguay Fuente: INE, ECH Módulo de Uso del Tiempo, 2007.

  32. Ciclo de vida del hogar

  33. Horas trabajadas en el mercado laboral

  34. Quintiles de ingreso

  35. Interseccionalidad El género se articula con otros factores de desigualdad, como la ascendencia étnico-racial, configurando realidades especialmente críticas que requieren de un abordaje específico.

  36. Interseccionalidad

  37. Violencia basada en género • Necesidad de incorporar a la comprensión de la pobreza de las mujeres la dimensión de la violencia de género. • Este fenómeno debe entenderse como la expresión más brutal y explícita de la discriminación de género que reduce el ejercicio de la autonomía.

  38. La medición no es neutra • La producción de información no es una acción neutral. La decisión sobre qué vale la pena medir es política. • La construcción del dato, su presentación, interpretación y análisis parten una determinada concepción sobre lo que es significativo medir, procesar, analizar y difundir para quienes seleccionan y construyen indicadores sociales.

  39. Las estadísticas de género Incorporan perspectiva de género

  40. Aportes finales • Las mujeres tienen mayores probabilidades de vivir en situación de pobreza derivadas de la división sexual del trabajo, de su mayor carga de trabajo no remunerado y de la poca valoración de su aporte en la sociedad. • Esto genera un diferencial de poder que dificulta la toma de decisiones en igualdad de condiciones a la interna del hogar como a nivel colectivo.

  41. Aportes finales • La DST reduce o impide la generación de ingresos propios de las mujeres debido a las mayores dificultades en el mercado laboral, y por tanto limita el control de los recursos con los que cuenta el hogar. • Las medidas tradicionales de pobreza no dan cuenta de estas mayores dificultades para ejercer la autonomía.

  42. Aportes finales • Es imperiosa la instalación de políticas que redistribuyan el trabajo de cuidados entre varones y mujeres y entre Estado, mercado y familias. • Los programas sociolaborales y de combate a la pobreza deben considerar las necesidades diferenciales de varones y mujeres y sus diferenciales de poder.

  43. Aportes finales • La pobreza de tiempo de las mujeres debe ser considerada en los programas socioeducativos y laborales como una condicionante a su participación (en su diseño, en las exigencias de los PTC, en las instancias presenciales). • Las políticas sociales deben considerar la mayor exposición de las mujeres a vivir situaciones de Violencia Basada en Género.

  44. Aportes finales • Los instrumentos de líneas de base, selección de población objetivo, monitoreo y evaluación deben considerar las realidades y necesidades diferenciales de varones y mujeres de forma de no reproducir las desigualdades existentes.

  45. Muchas gracias vperrottag@gmail.com

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