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«Ella h a mostrado mucho amor »

«Ella h a mostrado mucho amor ». Un fariseo invitó a Jesús a comer con él.

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Presentation Transcript


  1. «Ella ha mostrado mucho amor» Un fariseo invitó a Jesús a comer con él «Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!» Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». «Di, Maestro!, respondió él. «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos amará más?». Simón contestó: «Pienso que aquel a quien perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado bien». Y volviéndose hacia la mujer, dijo de Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados, por eso ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor» (Lc 7,36-47).

  2. «Ella ha mostrado mucho amor» Jesús se puso a la mesa En varias ocasiones Jesús es invitado a la mesa por fariseos. «Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa» (Lc 7,36). «Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa» (Lc 11,37). «Habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer…» (Lc 14,1). Esto es una muestra de reconocimiento hacia él: «La mesa tiene el carácter de hacer amigos» (Plutarco, Cuestiones conviviales 612D) Lucas suele recurrir a procedimientos estilísticos del helenismo. En estos casos hace uso del género literario del simposio: griego: «beber juntos»  bebida y conversación que seguían a un banquete En el marco del banquete van tomando la palabra diversos comensales de cierto renombre, que expresan sus opiniones sobre un tema propuesto. En la comida del Evangelio el fariseo anfitrión trata a Jesús de «Maestro», y escucha con atención su razonamiento. simposion

  3. «Ella ha mostrado mucho amor» Lo importante no es la comida, sino la reunión «Medía mi deleite en estos encuentros sociales no por el placer físico, sino por el placer del encuentro y de la conversación con los amigos. Para nuestros padres era correcto llamar CONVIVIUM a estos festines donde nos reclinamos con amigos, pues supone una comunión de vida… Y cada día me uno a mis compañeros de mesa en una comida social que prolongamos en la noche tanto como podemos hablando de diferentes temas» (Cicerón, Sobre la vejez 13.45-14.46). Rasgos característicos de un simposio • El anfitrión debe tener categoría una social alta y cierta sabiduría • Desde el comienzo se menciona al invitado de honor • Los demás invitados van apareciendo cuando se les da la palabra • El diálogo se inicia como comentario de un hecho poco habitual • El invitado principal concentra la atención • El invitado principal expresa las opiniones más significativas • El invitado principal emplea los argumentos más convincentes

  4. «Ella ha mostrado mucho amor» Una persona de mala fama El diálogo del simposio suele iniciarse como comentario de un hecho poco habitual. También en el Evangelio: «Una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!». Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte…» (Lc 7,37-40). • Las mujeres no asistían a los banquetes de varones. Tenían los suyos aparte. Por ejemplo, Herodías no participa de la comida de Herodes Antipas. • Pero su hija, al entrar para danzar ante Herodes, juega un rol indigno de su status social: animar una fiesta de hombres: • «Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales». • Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» • Entrando adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,22-25).

  5. «Ella ha mostrado mucho amor» Una reunión seria En un simposio ideal: • se debe beber poco. • tiene que haber sólo un poco de diversión • hay que dedicar la mayor parte del tiempo a la conversación filosófica Por eso Erixímaco propone: «Ya que hemos decidido beber la cantidad que uno quiera y que nada sea forzoso, la siguiente cosa que propongo es dejar marchar a la flautista que acaba de entrar, que toque la flauta para sí misma o, si quiere, para las mujeres de ahí dentro, y que nosotros pasemos el tiempo de hoy en mutuos discursos» (Platón, Banquete 176E). Se puede entonces comprender que la acción de la mujer y la falta de resistencia de Jesús resultara impactante para el anfitrión del banquete. El tema debatido a continuación no habría sido abordado sin esta acción que lo motivara.

  6. Jesús ¿PROFETA? Mujer Fariseo • Confirma: ungía sus pies con perfume, para su inminente ministerio de profeta itinerante hacia Jerusalén. • YHWH dijo a Elías: «a Eliseo, hijo de Safat, lo ungirás como profeta en tu lugar» (1 Re 19,16). • En Mc 14,3-9 la mujer unge a Jesús en la cabeza como el Rey Mesías, que ya entró en Jerusalén. • Duda: un profeta debe ser clarividente: • «no hace nada el Señor YHWH sin revelar su secreto a sus siervos los profetas» (Am 3,7). • En lugar de dejarse tocar, Jesús debería «denunciar sus pecados» (Is 58,1), como hacen los verdaderos profetas. «Ella ha mostrado mucho amor» Reconocimiento para un profeta «Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!» (Lc 7,39). El fariseo y la mujer, cada uno desde su propia experiencia, toma una postura respecto al carisma profético de Jesús:

  7. «Ella ha mostrado mucho amor» Un prestamista tenía dos deudores El tema abordado a continuación es iniciado por Jesús mediante una parábola que evoca una situación económica muy frecuente en la Judea del siglo I EC. «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos amará más?» (Lc 7,41-42). Los pequeños propietarios solían caer en las redes de los prestamistas, de las cuales era muy difícil librarse, por lo que tenían que vender todos sus bienes y convertirse en jornaleros, cuando no en esclavos. Es muy significativo que al principio de la rebelión judía contra sus dominadores (66-70 EC), como primera medida los rebeldes quemasen los archivos donde se registraban las deudas. «Irrumpieron en la ciudad alta y prendieron fuego a la casa del sumo sacerdote Ananías y los palacios de Agripa y Berenice. Luego llevaron el fuego hasta los archivos públicos, dándose prisa en destruir los contratos de los préstamos, impidiendo la cobranza de las deudas, con el objeto de incorporar a sus filas a la multitud de deudores y lanzar contra los ricos a los pobres, seguros de la impunidad» (Josefo, Guerra de los judíos II,426-427))

  8. «Ella ha mostrado mucho amor» Una manifestación de amor En situaciones angustiantes de endeudamiento la condonación da la posibilidad de comenzar de nuevo. Engendra una gratitud proporcional a la deuda perdonada: «¿Cuál de los dos amará más?» … «Aquel a quien se le perdona poco, ama poco» (Lc 7,42.47). Jesús hace ver a su anfitrión que la mujer pecadora ha tenido gestos de amor que él ha descuidado. La razón es que ha experimentado un perdón proporcional a sus muchos pecados. Y por eso manifiesta también mucho amor: «Te digo que le han sido perdonados sus numerosos pecados, porque ha amado mucho». causal oti «Te digo que le han sido perdonados sus numerosos pecados, por eso ha amado mucho». consecutivo El sentido de la parábola de los deudores recomienda la segunda forma de traducción. El amor de la mujer no es la causa de su perdón (ya lo habría percibido antes), sino la demostración de su gratitud.

  9. «Ella ha mostrado mucho amor» Dos modos de considerar a Dios Fariseo DIOS Jesús «Sed santos, porque yo, YHWH, vuestro Dios, soy santo» (Lv 19,2). «Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo» (Lc 6,36). Transcendencia Condescendencia SANTO = el Totalmente Otro = el que es diferente de todo lo creado COMPASIVO = el que siente con el otro = el que acoge al otro como su semejante Contra lo que su anfitrión piensa, Jesús es profeta, pero de un Dios que se afirma también como misericordia, y no sólo como santidad. Que se hace cercano con su perdón, del que todos necesitan. Que es mejor aceptado por quien tiene conciencia de su pecado y no se refugia en su pretendida santidad: «Todo el pueblo que le escuchó, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, haciéndose bautizar con el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los legistas, al no aceptar el bautismo de él, frustraron el plan de Dios sobre ellos» (Lc 7,29-30). Preparado por Fray Domingo Cosenza op

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