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Lección 8, para el 26 de mayo de 2012

EQUIPAR PARA EL. MINISTERIO. Lección 8, para el 26 de mayo de 2012. “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo, 4: 19).

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Lección 8, para el 26 de mayo de 2012

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  1. EQUIPAR PARA EL MINISTERIO Lección 8, para el 26 de mayo de 2012

  2. “Y les dijo: Venid en pos de mí, yos haré pescadores de hombres” (Mateo, 4: 19) Los apóstoles no se convirtieron en evangelistas (“pescadores de hombres”) por su propia iniciativa o estudio personal, sino que fue Jesús el que les enseñó cómo debían realizar ese trabajo. Los estudios o los métodos son necesarios, pero no suficientes, para capacitarnos para predicar el Evangelio. Es esencial la ayuda y dirección del Espíritu Santo para poder realizar correctamente esta obra. LA NECESIDAD DE ADIESTRAMIENTO Además de la preparación teórica, Jesús instruyó a los apóstoles utilizando dos técnicas: La observación. La práctica.

  3. APRENDER OBSERVANDO Cuando Juan, desde la cárcel, envió a sus discípulos a preguntarle a Jesús si Él era el Cristo, Jesús no les respondió directamente. Les invitó a observar lo que Él hacía y sacar así sus propias conclusiones. “Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí” (Mateo, 11: 4-6) Nuestra capacitación comienza con Jesús: Contemplarlo a Él; leer su Palabra; observar cómo vivió en esta tierra; hacer de Él nuestro modelo. “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos, 12: 2)

  4. Tener momentos de descanso. Como reaccionar ante una situación estresante. Enseñar y ayudar a los demás. Como hacer frente a los imprevistos. Sentir compasión y consideración por las personas. Ver las necesidades. Confiar en Jesús y cooperar con Él. Cómo organizar y distribuir a las personas. Pedir ayuda a Dios en oración. Servicio. Repartir lo que se tiene. No derrochar. Etc… APRENDER OBSERVANDO ¿Qué pudieron aprender los apóstoles al observar (y participar) del milagro de la multiplicación de los panes y los peces que siguió al discurso de Jesús? Antes de responder, lee atentamente el relato en los cuatro evangelios: Mateo, 14: 13-21; Marcos, 6: 30-34; Lucas, 9: 10-17; Juan, 6: 1-14.

  5. “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo, 10: 5-7) “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir… Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” (Lucas, 10: 1-3) APRENDER HACIENDO El águila lleva a sus polluelos sobre sus alas para que se acostumbren a volar. En un momento determinado, los deja caer para que vuelen por sí mismos; después los recoge y comienza de nuevo. Esto es aprender haciendo, aprender por la experiencia. Jesús no se conformó con que sus discípulos aprendiesen escuchándole o ayudándole a realizar su trabajo. Después de darles instrucciones específicas, los envió solos para practicar lo que habían aprendido. Al regresar de su misión, Jesús escuchó el informe de los apóstoles y de los 70. Después, les enseño a aprender lecciones de sus fracasos y de sus éxitos.

  6. APRENDER DE LOS FRACASOS Algunas veces podemos no alcanzar los blancos que se han fijado para una actividad evangelizadora específica. ¿Significa esto que hemos fracasado? Por supuesto que no, porque en nuestro esfuerzo por ganar a los perdidos tendremos tanto éxitos como fracasos. Tal vez la meta fue muy alta. Por ejemplo, si no alcanzamos un blanco bautismal fijado, podemos haber puesto un blanco no realista; o pudo haber sido una actividad más de siembra que de cosecha. Por otra parte, debemos ser conscientes de que tenemos un enemigo muy activo. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1ª de Pedro, 5: 8)

  7. APRENDER DE LOS FRACASOS ¿Qué hicieron los discípulos cuando fracasaron, por su falta de fe, al no poder expulsar a un demonio (Mateo, 17: 14-20)? Al preguntar a Jesús “¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?” acudieron al único que podía explicarles sus errores. Así, nosotros también debemos acudir a Dios con nuestros fracasos, en oración humilde, para mejorar nuestra tarea evangelizadora.

  8. …porque no hay ninguna persona a la que testificas por la cual Cristo no haya muerto y que él no quiera ver salvada. Cuán importante es que nunca olvidemos esta verdad vital. APRENDER DEL ÉXITO “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lucas, 10: 17) De nuestros éxitos… aprendemos qué lugar de predicación es mejor, qué anuncios atraen a más gente, y una cantidad de otras elecciones prácticas o de procedimiento que mejor se adecuan a nuestra ubicación específica. aprendemos hasta dónde Dios quiere y está involucrado en nuestras actividades. aprendemos a confiar más en él. aprendemos la importancia de una estrecha cooperación espiritual con Dios al esforzarnos por alcanzar a las almas por las que Cristo murió…    

  9. “En su asociación con el Maestro los discípulos obtuvieron una preparación práctica para la obra misionera. Vieron cómo él presentaba la verdad, cómo trataba las situaciones intrincadas que surgían en su ministerio. Fueron testigos de su acción sanadora dondequiera que él iba: le oyeron predicar el Evangelio a los pobres. En nuestros días todos deberían aprender, por el estudio de su vida, sus métodos de trabajo” E.G.W. (El evangelismo, cp. 5, pg. 84)

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