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estudio libro apocalipsis

Estudio Bu00edblico Apocalipsis revela el verdadero sentido del u00faltimo libro de la Biblia: la manifestaciu00f3n gloriosa de Jesucristo y la victoria definitiva del Reino de Dios. Lejos de la confusiu00f3n o el miedo, este estudio muestra el Apocalipsis como un mensaje de esperanza y fidelidad divina. Cada capu00edtulo expone, con claridad y base bu00edblica, cu00f3mo las visiones y su00edmbolos anuncian la consumaciu00f3n del plan eterno de Dios y la derrota total del mal. Una guu00eda profunda y espiritual para comprender la revelaciu00f3n final de Cristo y fortalecer la fe en medio del tiempo presente.

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  1. Somoslaluz.com

  2. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ Estudio Libro Apocalipsis Cristo viene pronto José Luis Grondona López ii

  3. Copyright © 2024 por José Luis Grondona López Todos los derechos reservados. Texto bíblico tomado de la Santa Biblia RVR 1960 Somoslaluz.com

  4. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ AGRADECIMIENTOS Hay muchas personas a las que agradecer. La primera y más importante en mi vida, Jesucristo. Nunca pensé llegar a amarle hasta el punto de que fuese lo primero, lo más importante. Soy consciente de que no se trata de mí, ni de mi corazón, es Él quien me provee de tanto amor. También Él es quien ha puesto alrededor de mí las personas que forman parte de mi vida, mi preciosa esposa Emilia; mis tres hijos, Luis, Marcos y Hannah; mi queridísima nieta Flor; a mi suegra Alfonsa; a mi mamá Ángela, y en estos últimos años a todos mis hermanos y hermanas en Cristo. Sería largo de nombrar a todos. Deseo tanto estar con ellos, disfrutar de la revelación que Dios nos da cuando nos juntamos. Este libro es el resultado de largas sesiones en Zoom. Cada capítulo contiene recuerdos y conversaciones que solo los que hemos participado podemos disfrutar y que seguro conservaremos, pienso que para la eternidad. Dos personas muy especialmente han participado en la corrección del libro, Chery y Estephanie, quienes han sido fieles, aun pasando por dificultades, realizaron el trabajo. Entender que somos un equipo dirigido por Cristo es muy alentador. Hasta que Cristo venga a por nosotros seguiremos siéndole fiel, realizando lo que gracias a sus dones nos es fácil de hacer. No pararemos de animar a las personas que se dejen dirigir por el Espíritu Santo y sean parte del ministerio que a través del cuerpo de Cristo estamos formando. De esta manera, en el próximo libro, también serás tú parte de él. Gracias a todos los que formáis el ministerio somoslaluz, sois la amada novia y mi gran familia. Si quieres participar es tan fácil como entrar en el grupo de WhatsApp a través de la dirección web masdecristo.com, te esperamos. iv somoslaluz.com

  5. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ ÍNDICE Introducción 7 1 Introducción y características del libro. Apocalipsis 1:1-6 9 2 La evidencia de la 2ª venida de Cristo. Apocalipsis 1:7-8 15 3 El constante ministerio de Cristo en su iglesia. Apo. 1:9-20 20 4 Mensaje a la iglesia de Éfeso. Apocalipsis 2:1-7 27 5 Mensaje a la iglesia de Esmirna. Apocalipsis 2:8-11 33 6 Mensaje a la iglesia de Pérgamo. Apocalipsis 2:12-17 38 7 Mensaje a la iglesia de Tiatira. Apocalipsis 2:18-29 43 8 Mensaje a la iglesia de Sardis. Apocalipsis 3:1-6 50 9 Mensaje a la iglesia de Filadelfia. Apocalipsis 3:7-13 55 10 Mensaje a la iglesia de Laodicea. Apocalipsis 3:14-22 60 11 La visión del salón del Trono de Dios. Apocalipsis 4:1-11 66 12 El Cordero, el único digno de tomar el libro. Apo. 5:1-14 72 13 El Cordero abre los cuatro primeros sellos. Apo. 6:1-8 79 14 La apertura del quinto sello. Apocalipsis 6:9-11 85 15 La apertura del sexto sello. Apocalipsis 6:12-17 89 16 Los 144 mil sellados. Apocalipsis 7:1-8 94 17 La multitud vestida de ropas blancas. Apocalipsis 7:9-17 100 v somoslaluz.com

  6. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ 18 Las cuatro primeras trompetas. Apocalipsis 8:1-13 106 19 El quinto ángel tocó la trompeta. Apocalipsis 9:1-12 113 20 El sexto ángel tocó la trompeta. Apocalipsis 9:13-21 119 21 El ángel con el librito abierto. Apocalipsis 10:1-11 124 22 La medición del Templo y los dos testigos. Apo. 11:1-14 130 23 El séptimo ángel tocó la trompeta. Apocalipsis 11:15-19 137 24 Las señales de la mujer y el dragón. Apocalipsis 12:1-6 141 25 Satanás es vencido y expulsado del cielo. Apo 12:7-17 145 26 La primera bestia, el anticristo. Apocalipsis 13:1-10 151 27 La segunda bestia, el falso profeta. Apocalipsis 13:11-18 157 28 El cántico de los 144.000. Apocalipsis 14:1-5 162 29 El mensaje de los tres ángeles. Apocalipsis 14:6-13 167 30 La cosecha en el juicio a la tierra. Apocalipsis 14:14-20 172 31 Los siete ángeles con las siete plagas postreras. Apo. 15:1-8 176 32 El juicio de las siete copas. Apocalipsis 16:1-21 181 33 La gran ramera. Apocalipsis 17:1-18 190 34 La caída de la gran Babilonia. Apocalipsis 18:1-24 197 35 Las bodas del Cordero. Apocalipsis 19:1-10 205 36 La segunda venida de Cristo. Apocalipsis 19:11-21 211 37 El reinado de Cristo en la tierra. Apocalipsis 20:1-10 217 38 El juicio del Gran Trono Blanco. Apocalipsis 20:11-15 222 vi somoslaluz.com

  7. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ 39 Cielo nuevo y Tierra nueva. Apocalipsis 21:1-8 226 40 La nueva Jerusalén. Apocalipsis 21:9-22:5 231 41 La venida de Cristo está cerca. Apocalipsis 22:6-21 239 vii somoslaluz.com

  8. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ viii somoslaluz.com

  9. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ INTRODUCCIÓN ecuerdo la primera vez que como grupo nos pusimos a estudiar el libro de Apocalipsis. En mí había una incertidumbre, o podíamos llamarlo temor, de no poder alcanzar el entendimiento de lo que en él se encontraba. Tuvieron que animarme, y yo, tuve que entregarme a la voluntad del Espíritu Santo. R Lo primero que hice fue buscar información de cómo abordar el libro, y en esto, Dios me mostró dos cosas imprescindibles que me animaron. La primera fue: es Él quien trae la revelación, que no se trataba de nosotros, que el error era intentar interpretar la palabra. Lo segundo fue: ¿Por qué Dios iba a revelar a Juan un libro difícil de entender? Su voluntad es hablarnos, y Él usó al apóstol Juan con ese propósito. Esta es la segunda vez que abordamos el estudio del libro de Apocalipsis. Después de ver en el estudio anterior, que no era un libro de terror, por lo menos para los que estamos en Cristo, y tras haber decidido creer que la iglesia no pasaría la tribulación, por las claras evidencias en el estudio del libro, hemos podido acercarnos mucho más a los detalles que el Espíritu Santo, a través de Juan, nos ha dejado, de la revelación de los últimos tiempos. Estamos seguros de que no hemos llegado a la revelación total. Puede ser posible que no coincidamos en muchos detalles, sobre todo en símbolos e interpretación de ellos. No pretendemos alcanzar, lo que conscientemente no somos capaces de hacer. Sin embargo, nos queda un buen sabor de boca, al terminar el estudio con mucha más esperanza, mucha más seguridad y revelación al entender lo que Dios va a hacer en los últimos tiempos. El estudio de la palabra de Dios ha de hacerse sin prisas. Degustando cada versículo. Sin dejar pasar lo que no se entienda. Después de haber entendido en la parábola del sembrador que lo que no entendemos alimenta a Satanás, es sabio dejar que se muera de hambre, no dejando pasar lo que no sabemos de lo que nos quiere decir Dios con su Palabra. No uses este libro como un libro de lectura. Míralo con una ayuda de estudio. Lee la sección que corresponde de la palabra, medita e intenta ver que entiendes. Anota lo que no comprendas y usa nuestra interpretación para ayudarte en lo que el Espíritu quiere revelarte. De lo que sí estamos seguros, es que después de llevar a cabo este estudio, no pensarás lo mismo del libro de Apocalipsis, que dejará de ser un libro misterioso y terrorífico, a un libro lleno de esperanza y anhelos para con el Señor. Oramos para que esta obra cumpla el propósito de Dios en tu vida, estando seguros de que se trata de su voluntad, ya que Él quiere que todo el mundo llegue a su amor eterno. 9 somoslaluz.com

  10. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ CAPÍTULO 1 Introducción y características del libro Apocalipsis 1:1-6 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. A modo de introducción, Juan relaciona las características de su maravilloso libro. “La revelación” (Apocalipsis 1:1a). Qué importante es esto para los que estamos en Cristo. Hay dos formas de acercarse a este libro que escribió el apóstol Juan, perteneciendo a su cuerpo, su iglesia, su novia. Nada podemos hacer para llegar a esa posición, ya que esto lo realiza Jesucristo y es por gracia. La otra forma en la que puedes estar al abordar el libro de Apocalipsis es estando fuera. Por supuesto que esto no tiene por qué ser definitivo. Es probable que estés en el proceso de la Palabra para que Cristo pueda alcanzarte. Solo la incredulidad te aparta y distancia de la salvación. Cuando se recibe la gracia, se puede apreciar y comprender la revelación. A través de la revelación es como recibimos la verdad de Dios que nos hace libres. Estamos ante lo que más deseamos, conocer lo que Dios ya ha predestinado desde antes de la fundación del mundo. “de Jesucristo” (Apocalipsis 1:1b). Apocalipsis es la revelación acerca de Jesucristo. Es cierto que la humanidad quiere conocer la verdad 10 somoslaluz.com

  11. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ de las cosas, y en ocasiones busca en la Biblia respuestas. Juan en la introducción lo indica en su primer versículo. El fundamento de la revelación está en conocer a Jesucristo. “que Dios le dio” (Apocalipsis 1:1c). El libro de Apocalipsis es el regalo del Padre al Hijo y para todos los que están en Él. Su victoria en la cruz le hace merecedor de la exaltación del Padre. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11). “para manifestar a sus siervos” (Apocalipsis 1:1d). Ya hemos dicho, que tan solo los que están en Cristo pueden conocer la revelación que Él da. ¿Por qué Dios iba a ocultar las cosas que quiere que se conozcan? La revelación que muestra el libro de Apocalipsis se ha malinterpretado por todos aquellos que, sin el Espíritu Santo, quieren desviar del propósito a las personas produciéndoles temor. El mensaje va dirigido a los humanos, con el propósito de que los que están en Cristo puedan exaltar y glorificar aún más Jesucristo. Trae la verdad oculta para su uso en el servicio dentro de su propósito, que los que no están en Cristo puedan reconocerlo y colocarse en la posición en donde puedan ser rescatados. “las cosas que deben suceder pronto” (Apocalipsis 1:1e). Muchos no han entendido la palabra pronto y la ponen como excusa para rechazar lo que Dios dice. Si han pasado casi dos mil años, ¿cómo no ha llegado todavía? El tiempo para Dios es diferente que para nosotros los humanos. Para otros, esto les hace entender que muchas cosas que indica ya han sucedido y que estamos inmersos en la era del juicio, lo que se ha denominado la tribulación. Debemos comprender que lo que comenzamos a examinar se trata de la Palabra profética que ha de llegar pronto. Esta es la esperanza que produce este libro a cada uno de los que se han acercado a él creyendo que todo está en las manos de nuestro Señor. “y la declaró enviándola por medio de su ángel” (Apocalipsis 1:1f). La verdad revelada de Jesucristo a través del libro de Apocalipsis es inspirada por el Espíritu Santo, pero transmitida por medio de un ángel. Es el único libro de la Biblia con esta característica. El mismo Jesús lo declara personalmente “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias” (Apocalipsis 22:16). “a su siervo, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (Apocalipsis 1:1g-2). Esta es la presentación del autor, el apóstol Juan que caminó junto a Jesús y que ya había dado testimonio en su evangelio. Juan, como agente humano, transmitiéndonos lo que el Espíritu Santo inspiró por medio un ángel, siendo testigo y dejándose utilizar como siervo para que todos los que crean puedan conocer las cosas que han de venir en la segunda venida Jesucristo. “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas 11 somoslaluz.com

  12. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ en ella escritas;” (Apocalipsis 1:3ª). El libro comienza y termina con promesas de bendición para quienes lo leen y lo guardan. Tres verbos entran en juego: leer, oír y guardar. Para creer necesitas leer. Al leer la Palabra produce el oír y una vez que escuchamos la voz de Dios, podemos guardarla, que no es otra cosa que disfrutar de una vida confiada por conocer la voluntad de Dios. “porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3b). No es un tiempo cronos, es el reloj de Dios que no se detiene a los que es inminente, como vimos en el primer versículo. El tiempo, Kairos, hace referencia a la nueva era que el creyente espera. La bienaventuranza es porque señala al tiempo en el que pronto estaremos con nuestro Señor. “Juan a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y soberano de los reyes de la tierra” (Apocalipsis 1:4-5ª). Juan, a través de la deidad completa, muestra los destinatarios, las iglesias, haciendo referencia a todas las congregaciones que se relacionan con la fe en Cristo. El que era y ha de venir identifica a la primera persona de la Trinidad, Dios el Padre, descrito aquí en términos antropomórficos. Aunque es eterno, Juan lo describe como la fuente de todas las bendiciones de la salvación, toda gracia y toda paz. Los siete espíritus que están delante del trono hacen referencia al Espíritu Santo. Es probable que el mencionar siete se esté refiriendo a la completa plenitud. Es el Espíritu Santo el que a través de su plenitud por gracia produce paz en la vida de los creyentes. La gracia y la paz, también fluyen de Jesucristo, quién a través de su verdad como fiel testigo, siendo el primero en resucitar entre los muertos, alcanzó la soberanía por su victoria sobre toda la tierra. Termina Juan su introducción con una doxología, una alabanza al Señor. “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1:5b-6). La expresión de amor nos llega a través de la limpieza de nuestros pecados. Los pecadores reciben el perdón de Dios, son librados del pecado, la muerte y el infierno, por el sacrificio de Jesús en la cruz. También el amor de Cristo nos hace llegar a ser reyes y sacerdotes del gobierno de los cielos, que en la actualidad opera a través de su iglesia. A través de esto tenemos el privilegio de acercarnos al Padre de quien es toda la gloria e imperios por los siglos de los siglos. 12 somoslaluz.com

  13. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ CAPÍTULO 2 La evidencia de la segunda venida de Cristo Apocalipsis 1:7-8 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. E l versículo siete comienza: “He aquí” (Apocalipsis 1:7a) en griego -idou- traducido también como: miren, vean. Se emplea con el propósito de llamar la atención, lo que se presenta a continuación es de suma importancia, por lo tanto, no dejen pasarlo o tomarlo a la ligera. ¿Qué es lo que es tan importante? ¿Qué es lo que debemos observar? “que viene” (Apocalipsis 1:7a). El regreso de nuestro Señor Jesucristo es real. Algunos como tarda lo desmienten. El que el verbo esté en presente, sugiere que Cristo ya está en camino. Este es el tema principal del libro de Apocalipsis, Jesucristo viene. La segunda venida de Jesucristo, no es una revelación nueva en este libro, en realidad aparece contantemente en toda la Palabra. Se ha calculado que uno de cada veinticinco versículos en el Nuevo Testamento se refiere a la segunda venida. Que Cristo viene es seguro, no solo por las profecías reflejadas en la Palabra, también hay muchas más razones que merece la pena recordarlas. En primer lugar, es una promesa de Dios, y el cumplimiento de esta requiere que Jesucristo vuelva. “No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos” (Génesis 49:10). Esta profecía está considerada como la primera sobre el dominio del Mesías. Esta y muchas más profecías hablan del reinado de Cristo en la tierra, cosa que esperaban todos cuando Jesús vino al mundo en su primera venida, y no ocurrió. En segundo lugar, es una promesa hecha por Jesús. En reiteradas veces dijo a sus discípulos que volvería. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). 13 somoslaluz.com

  14. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ En tercer lugar, el Espíritu Santo, derramado en todos los creyentes, es la garantía, las arras de la promesa que Jesucristo volverá. Jesucristo debe volver porque está en juego la veracidad de la Deidad completa. En cuarto lugar, más adelante, en este libro, Dios indica que la venida de Cristo es el plan para librar a la iglesia del juicio que el mundo merece por el rechazo a Jesucristo. “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10). En quinto lugar, Cristo ha de venir a derrocar a todas las naciones que se oponen. Él en su segunda venida destruirá a todos los no creyentes y comenzará su reinado en la tierra. El Salmo 2 muestra detalladamente este evento. En sexto lugar, el plan de Dios para el pueblo de Israel exige que Cristo vuelva. Aunque los Israelitas tienen un corazón endurecido contra Jesús, la Palabra habla del tiempo en que todos se volverán a Jesucristo. Está claro que esto no ocurrió en su primera venida, para que se cumpla ha de volver. En séptimo lugar, Jesucristo tiene que ser exaltado, como se indica en la Palabra: “Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua” (Isaías 45:23). La humillación de Cristo en su primera venida, siendo rechazado, vituperado, ultrajado y ejecutado como un delincuente común, exige que regrese para se cumpla su Palabra. “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11). En octavo lugar, el juicio de Satanás exige que Cristo regrese. Es en su segunda venida cuando es encarcelado para que deje de influir en los humanos, perdiendo el gobierno de la tierra. Aunque ya lo perdió en la muerte y resurrección de Jesús, temporalmente sigue ejerciendo su poder sobre los que rechazan a Jesucristo. En noveno y último lugar, las expectativas de los creyentes exigen que Cristo vuelva. Si los creyentes no tuviesen la esperanza de que un día su Señor regresará para tomarlos y llevarlos a su gloria, no tendría razón nuestra fe. La segunda venida de Cristo es lo que más aman los que han sido alcanzados. Amén, Él viene. “en las nubes” (Apocalipsis 1:7a). No es un evento cualquiera. La segunda venida de Cristo está rodeada de gloria. Las nubes en la Palabra muestran la manifestación visible de la presencia de Dios. Su gloria se dio a conocer al pueblo de Israel en el desierto guiándolos y protegiéndolos. Una espesa nube estaba sobre el monte Sinaí cuando Moisés recibía la ley. Una nube descendía sobre el tabernáculo cuando Jehová hablaba con Moisés. Una nube cubría a los tres apóstoles cuando la voz de Dios Padre les hablaba diciendo “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17:17). Jesucristo ascendió a los cielos en una nube, los creyentes serán recibidos en las nubes, y, como lo indica el texto, Cristo vendrá con las nubes. “y todo ojo le verá” (Apocalipsis 1:7b). Solo hubo tres hombres que pudieron ver la gloria de Jesucristo, Pedro, Jacobo y Juan en el episodio de la transfiguración. En la segunda venida de Cristo todos lo verán. Todo ser humano que viva en aquel día, verá a Jesucristo en toda su gloria. “los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él” (Apocalipsis 1:7c). Juan divide en dos grupos a aquellos que presenciaran su venida. Los que le traspasaron hace referencia al pueblo judío incrédulos que instigaron su muerte. “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como 14 somoslaluz.com

  15. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zacarías 12:10). El primer grupo señala a los que se arrepentirán y aceptarán a Jesucristo en la tribulación, mientras que el segundo grupo, de todas las razas de la tierra, lamentarán. Este lamento no es por un arrepentimiento genuino, será motivado por el terror de su condena. “Sí, amén” (Apocalipsis 1:7d). El final es una doble afirmación de la verdad, dicha tanto en griego - nai- “Si” como en hebreo “amén”. Para Juan no hay ninguna duda, El Señor Jesucristo viene. “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). Esta es la firma del Señor que garantiza la profecía de su venida. Tres de sus atributos divinos lo certifican: Alfa y la Omega subraya la omnisciencia de Dios. Al ser el principio y el fin está garantizando que los sabe todo. Esto incluye su segunda venida. No hay nada que limite a Dios y sus planes. Como el que es y que era y ha de venir, no puede ser sorprendido, ni por el tiempo, ni el espacio, ni ningún aspecto o suceso. No hay contingencia posible que pueda impedir su segunda venida. La designación de Dios como el Todopoderoso afirma su omnipotencia. Nada ni nadie puede impedir que Cristo vuelva en gloria, como ya se ha indicado anteriormente. 15 somoslaluz.com

  16. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ CAPÍTULO 3 El constante ministerio de Cristo en su iglesia Apocalipsis 1:9-20 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades. Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias. J uan fue el instrumento que Dios utilizó con el fin de proporcionar esta visión tan poderosa del ministerio de Cristo. En los momentos que pasaba la iglesia, esta revelación le dio gran esperanza y consuelo a su iglesia. Ahora, la Palabra, que es para todos los tiempos, realiza el mismo efecto en todos los que nos disponemos a observarla. “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 1:9). Juan, mostrando gran humildad, se identifica como uno más, sufriendo tribulación por la persecución por causa de Jesucristo. Ya nos lo dijo Jesús en Mateo 5:11-12, que seríamos bienaventurados cuando nos persiguieran, nos vituperen y digan toda 16 somoslaluz.com

  17. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ clase de mal contra nosotros. “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor” (Apocalipsis 1:10a). Solo quien está en Cristo puede entender esta posición. No es algo que podamos controlar con la carne, es decir, con nuestra naturaleza humana, ya que esta, solo quiere apartarnos de la nueva naturaleza en la que hemos nacido. Bajo el control del Espíritu Santo, Juan fue trasladado a un nivel de experiencia y percepción más allá de los sentidos humanos. El día del Señor se está refiriendo al domingo, que era cuando se reunía la iglesia primitiva. “y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta” (Apocalipsis 1:10b). La voz era del Señor Jesucristo, sonando de forma penetrante y autoritaria como trompeta. Esta voz nos acompañará en todo el libro de Apocalipsis. “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asía: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea” (Apocalipsis 1:11). La voz soberana y poderosa del cielo le ordenó a Juan escribir en un libro lo que viese. Esta es la primera de doce órdenes que el Señor le da a Juan para que escribiese lo que veía. Tras escribir la visión, Juan debería enviarla a las siete iglesias. Estas estaban situadas en las ciudades más importantes de Asia. Era evidente que el Espíritu Santo estaba revelando la Palabra que llegaría a toda la iglesia, recordemos que siete es plenitud, con lo que ahora está llegando a nosotros, para hacer el mismo efecto que hizo en aquellos días cuando fue enviada a estas iglesias. “Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro” (Apocalipsis 1:12). Para recibir la revelación es preciso ver, y esto es lo que hizo Juan. Ya que tenía que escribir lo que veía, no lo que oía, se volvió y lo primero que vio fue siete candeleros de oro. No es preciso imaginarse nada, en el versículo 20 trae la identificación: “los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”. Que fueran de oro nos revela cómo observa la iglesia el Señor, hermosa, valiosa y brillante. La iglesia es para Dios lo más bello y valioso de la tierra, a tal punto que, Jesucristo estuvo dispuesto a comprarla con su propia sangre. Otra vez, el número siete nos muestra la plenitud de nuevo, solo hay una iglesia y esta es perfecta. La función del candelero, lámpara portátil, era alumbrar los lugares en la oscuridad. Contienen la luz del mundo. “y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre” (Apocalipsis 1:13ab). Juan observó al Señor en su presencia gloriosa, caminando entre la iglesia. Se trata de Jesucristo quien, mediante su presencia, capacita a la iglesia del poder para transmitir su luz. “vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro” (Apocalipsis 1:13c). Como Juan vio al Señor vestido, nos recuerda la forma en que vestía el sumo sacerdote, especialmente por el cinto de oro. El libro de Hebreos nos enseña que Jesucristo es nuestro gran Sumo Sacerdote, que traspasó los cielos, el cual puede salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios. No solo la Biblia representa a Cristo como profeta y rey, también lo muestra con las funciones de gran Sumo Sacerdote intercediendo por su iglesia. “Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas” (Apocalipsis 1:14-15). Después de describir la ropa de Cristo, Juan pasa en los versículos 14 y 15 a describir su persona. La descripción de la cabeza y los cabellos nos recuerda a Daniel 7:9 “Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo 17 somoslaluz.com

  18. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia”. Daniel estaba describiendo al Anciano de días, Dios el Padre. Este paralelismo confirma la deidad de Cristo; Él posee el mismo atributo de conocimiento y sabiduría santos como el Padre. Los ojos como llama de fuego, penetrantes, infalibles, sin posibilidades de escapar de su mirada. Los ojos que todo lo ven. Los pies candentes y resplandecientes, moviéndose entre la iglesia, nos puede estar hablando su estabilidad y fortaleza. El bronce es un metal resistente y duradero. Su presencia es firme y fiable, aparte de ser resplandeciente y radiante. No olvidemos que Él estaba en medio de su iglesia, con lo que su presencia la purifica. Ahora, la voz del Señor no está descrita como trompeta, sino como estruendo de muchas aguas, recordándonos al pasaje de Ezequiel 43:2 “y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria”, otro pasaje paralelo afirmando la deidad de Cristo. La voz del poder soberano, dirigiendo a su iglesia. La voz de Jesús es tan imponente y majestuosa que resuena como una cascada, demostrando su autoridad y poder. “Tenía en su diestra siete estrellas” (Apocalipsis 1:16a). Estas estrellas son identificadas en el versículo 20 como: “los ángeles de las siete iglesias”. No es probable que -angloi- se esté refiriendo a un ángel del cielo, esta palabra es usada también para referir a un mensajero. En ninguna otra parte del Nuevo Testamento enseña que los ángeles participen en el liderazgo de la iglesia, ni tampoco pecan y, por lo tanto, no tienen que arrepentirse, como se indica más adelante en este libro. Estas siete estrellas son siete hombres mensajeros que muestran la función de los guías espirituales en la iglesia. Son instrumentos por medio de los cuales Cristo, la cabeza de la iglesia, establece su dominio. “de su boca salía una espada aguda de dos filos” (Apocalipsis 1:16b). La Palabra se muestra en la armadura del cristiano, como una espada de doble filo. Es un arma tanto defensiva como ofensiva. La Palabra es poderosa y efectiva para cortar entre la verdad y la mentira, entre lo que es justo e injusto. La espada de Jesucristo también puede ser vista como un símbolo de su juicio y justicia divina. Es la Palabra la que protege a su iglesia. “y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza” (Apocalipsis 1:16c). Juan concluye la descripción intentando mostrar la radiante gloria que vio en su rostro. Es probable que esté haciendo alusión a la frase usada en Jueces 5:31 “Más los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza”, ya que, a través del Señor Jesucristo su iglesia brilla y mediante el reflejo en ella el mundo puede conocer la gloria de Cristo. “Cuando le vi, caí como muerto a sus pies” (Apocalipsis 1:17a). La presencia del Señor es irresistible y en su inicio produce temor. ¿Cómo poder resistirse a la gloria de Dios? Juan ya conocía de esto cuando estuvo en el monte en la transfiguración. Una vez más, seis décadas después, se sintió abrumado y temeroso ante la manifestación de la gloria de Cristo. “Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último: y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén” (Apocalipsis 1:17b-18). Al igual que Jesús hizo en la transfiguración, Jesucristo puso su diestra sobre Juan y lo consoló. Este es el toque de seguridad y consuelo. Cristo siempre consuela a aquellos que en su presencia son anonadados por su gloria y majestad. Este consuelo y seguridad se basa en quién es Él y en la autoridad que posee. 18 somoslaluz.com

  19. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ Jesucristo se identificó a Juan en tres formas. Él es Yo Soy, el nombre de pacto de Dios. Acto seguido se identificó como el primero y el último, un título para referirse a Dios en el Antiguo Testamento. Y, por último, la deidad que Jesucristo reclamó es “el que vivo”. El Eterno, el no creado, el que existe por sí mismo. El que estuvo muerto es una referencia a su sacrificio por el pecado, el cual al resucitar venció y por lo que puede decir: “tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:18c). “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas” (Apocalipsis 1:19). Juan debía comenzar a escribir la visión que acababa de tener. Después las que son, una alusión a las cartas que le dicta para las siete iglesias. Por último, Juan debía escribir las cosas que han de ser después de estas, es decir, lo que ha de venir en los últimos tiempos. 19 somoslaluz.com

  20. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ CAPÍTULO 4 Mensaje a la iglesia de Éfeso Apocalipsis 2:1-7 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. L os capítulos 2 y 3 del libro de Apocalipsis contienen el mensaje a las siete iglesias. La estructura de las cartas contiene ocho características: La iglesia, la ciudad, el escritor, el elogio, el reproche, el mandamiento, el consejo y la bendición. “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso” (Apocalipsis 2:1a). Como ya se ha mencionado, el que recibía la carta no se trataba de un ángel, las siete estrellas hacen referencia a los pastores bajo su poder de las siete iglesias. Él ejerce su dominio soberano en la iglesia a través de sus líderes humanos. La iglesia de Éfeso fue fundada por Pablo junto con sus colaboradores Priscila y Aquila. Pronto se unió el elocuente predicador Apolos. Más adelante, vemos cómo Pablo deja a Timoteo para colocar orden, a una iglesia que había comenzado a tener problemas de falsas doctrinas. Cuando recibieron esta carta, habían pasado cuatro décadas desde que la iglesia de Éfeso nació. El carácter de una congregación lo conforman sus miembros. Es imprescindible saber dónde llegaron estos miembros y para esto es necesario entender cómo era la ciudad de Éfeso en aquellos años. Se trataba de la ciudad más significativa en Asia Menor, aunque no era la capital la cual era Pérgamo, ya que, al ser la residencia del gobernador romano, se le otorgaba la máxima relevancia de la zona. Su 20 somoslaluz.com

  21. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ población estimada era de doscientos cincuenta mil a quinientas mil personas. Éfeso albergaba el puerto principal de la provincia de Asia, Éfeso. Tenían un problema con el río Caístro que depositaba constantemente sedimento en su desembocadura, justo donde estaba el puerto. Esto obligaba a la ciudad a luchar para que el canal se mantuviera abierto. El río ganó la batalla y por eso, en la actualidad, las ruinas de la ciudad de Éfeso están a unos diez kilómetros tierra adentro desde el mar. Éfeso era conocida como el centro de la adoración de la diosa Artemisa, también conocida como Diana. Su ídolo era una monstruosidad grotesca de muchos pechos y se creía que había caído del cielo. En su templo habitaban millares de sacerdotisas que ejercían la prostitución en rituales, con motivo de la adoración a la diosa Artemisa. En medio de la pagana idolatría de Éfeso, había un grupo fiel a Cristo. “El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto” (Apocalipsis 2:1b). A pesar de que no se menciona el nombre, es evidente que se está refiriéndose al glorioso Señor de la Iglesia Jesucristo. Así es como lo ve Juan en la visión. “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia” (Apocalipsis 2:2a). La mirada penetrante del Señor conoce todo, tanto lo bueno como lo malo. En este conocimiento comienza elogiando las obras, lo que estaban haciendo bien. Esto les producía un arduo trabajo y poseían la paciencia para esperar los resultados. “y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Apocalipsis 2:b). El Señor también reconoce y elogia su sensibilidad al pecado y su discernimiento espiritual, ya que reconocían a los falsos apóstoles que solo traían mentiras. “y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado” (Apocalipsis 2:3). A pesar de atravesar numerosas dificultades, esta situación no les impidió mantenerse fieles al Señor. No se dejaron vencer por la decepción, ni por la ingratitud o la crítica. Pacientes resistieron trabajando arduamente. Jesucristo añade un elogio final en el versículo 6 “Pero tiene esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” (Apocalipsis 2:6). No se puede identificar con certeza quienes eran estos nicolaítas. Tenemos algunas referencias en los escritos de los padres de la iglesia, que vinculaban esta herejía a un tal Nicolás, uno de los siete hombres designados para supervisar la distribución de comida en Hechos 6. Esta herejía condujo a las personas a la inmoralidad y la maldad, realizando actos de tentaciones sensuales que llevaban a la inmoralidad sexual y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Podríamos decir que sus enseñanzas era una exageración de la doctrina de la libertad cristiana, que permitía concesiones éticas con el paganismo. “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apocalipsis 2:4). A pesar de todos los aspectos positivos en la iglesia de Éfeso, la omnisciencia del Señor Jesucristo conocía la falta de lo más importante en que debe haber en la iglesia. Conocían la doctrina, se mantenían duramente en el servicio a Cristo, ese servicio había degenerado en ortodoxia mecánica. Aunque en otro tiempo habían servido a través del amor derramado por Dios, cuarenta años después, el amor de la primera generación de creyentes se había enfriado. Al perder la relación con el Señor, el amor cesaba y lo que aparecía era apatía espiritual, indiferencia 21 somoslaluz.com

  22. somoslaluz.com/estudio-libro-apocalipsis/ hacia los demás, amor al mundo, concesiones ante la maldad. Parecía una iglesia viva y activa, pero el proceso era una agonía hasta la muerte. “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras” (Apocalipsis 2:3a). El mensaje no era para juzgar a la iglesia de Éfeso, sino para darle instrucciones para restaurarla. Recuerda de dónde has caído, ibas bien, esperando la gracia. Nada podías hacer, solo darte cuenta donde estabas y de dónde te iba a sacar Cristo. No se trataba de esfuerzo, todo lo realizaba la Palabra. No consistía en méritos propios. ¿Quién te engañó? ¿Quién te enseñó a dejar la esperanza de que Él lo haría todo? Recuerda, es una invitación a meditar en cuando solo dependías del amor de Dios, y darte cuenta del momento en que entró el pensamiento que tú podías hacer algo para sustituirlo. Una vez que te des cuenta, arrepiéntete. Parece que es una acción que se pueda hacer, el arrepentirnos, sin embargo, es la evidencia de que se ha comprendido dónde está la trampa que nos desvió de Él. Entonces se volverá, al principio, a confiar en Él, a depender de su amor, de su poder, de su misericordia. “pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Apocalipsis 2:5b). Las consecuencias de caminar fuera del amor de Dios, por muchas obras y esfuerzos que se hagan, son fatales. Jesús viene a traer juicio a los que, no haciendo caso de su advertencia, siguen caminando por su propio razonamiento, separado de Él. El candelero es la iglesia, que como cuerpo de Cristo está alumbrando a todos para ser guiados a donde pueden ser alcanzados por el reino de Dios. Si no responden al mandato, Él advierte que quitará la luz que puede dirigirlos a la salvación. “El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). Tanto los que están en Cristo que oyen, como los que desean ser escogidos por Él, necesitan poner atención a su Palabra revelada por el Espíritu Santo. Para los primeros es el alimento para entender la posición que es estar en Cristo. Para los segundos, es la única esperanza que tienen para ser transformados por Él para vida eterna. “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7b). Por lo general, “al que venciere” se interpreta como si tuviésemos que hacer algo nosotros. Esto nos lleva a las obras. Pero el evangelio nos muestra que nosotros vencemos, porque Él venció por nosotros. Lo que está diciendo es: aquellos que han sido alcanzados por Cristo, nacidos para nueva vida, disfrutarán comiendo por la eternidad del árbol de la vida, que en realidad es Cristo, el cual está en medio del paraíso de Dios. 22 somoslaluz.com

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