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POEMA DEL MÍO CID.

POEMA DEL MÍO CID. La literatura medieval El mester de juglaría. Poema del Mío Cid. Autores del poema. Partes y argumento. Estructura. Métrica. Características de estilo. La Literatura Medieval.

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POEMA DEL MÍO CID.

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Presentation Transcript


  1. POEMA DEL MÍO CID. • La literatura medieval • El mester de juglaría. • Poema del Mío Cid. • Autores del poema. • Partes y argumento. • Estructura. • Métrica. • Características de estilo.

  2. La Literatura Medieval • La literatura medieval se inicia con las jarchas (siglo X) y continúa con el Mester de juglaría y el Mester de clerecía. El Mester de juglaría es al que pertenece el Poema del Mío Cid.

  3. El mester de juglaría • El mester de juglaría es el arte u oficio de juglares (artistas que recorrían las aldeas y villas divirtiendo al público con sus actuaciones y poemas) y trovadores (durante los siglos XII y XIII). De carácter popular, queda expuesto por medio del género épico, con los cantares de gestas, que ofrecen asuntos místicos, las hazañas de algunos héroes castellanos, para que el pueblo los tomara como ejemplos políticos y sociales.

  4. El Poema del Mío Cid. Es una obra anónima del siglo XII, es la más importante del mester de juglaría. El poema narra la pérdida y recuperación del honor de Don Rodrigo Díaz de Vivar, héroe castellano que tuvo un papel muy relevante durante la reconquista. Enfrentado con el rey Alfonso VI, fue desterrado por éste de manera injusta. Su fama cautivó al pueblo y a los juglares, que mezclando realidad y fantasía forjaron leyendas sobre él.

  5. Autores del poema. • Son autores dos juglares diferentes: • El primero en 1099 la primera parte después de la muerte del Cid. Es más histórica. • El segundo en 1140 segunda y tercera. Es más imaginativa. • El copista Per Abbat plasmó en papel.

  6. Partes y argumento del poema. • El texto está compuesto por 3.730 versos y se divide en tres partes o cantares: • Cantar del destierro. • Cantar de las bodas. • Cantar de la afrenta de Corpes.

  7. Cantar del destierro. • El Cid es desterrado por el rey Alfonso VI y parte de sus tierras seguido de sus leales vasallos. Emprende diversas batallas contra árabes y cristianos, y tras cada victoria envía parte del botín al rey, para conseguir el favor real.

  8. Cantar de las bodas. • Convencido de su fidelidad, Alfonso VI perdona al Cid Campeador y concierta las bodas de doña Sol y doña Elvira con los infantes de Carrión

  9. Cantar de las afrenta de Corpes. • Los infantes de Carrión, acusados de cobardía por haber huido ante la presencia de un león, parten hacia sus tierras. Por el camino en el Robledal de Corpes, azotan a las hijas del Cid y las dejan abandonadas. El Cid reclama justicia al rey, quien convoca Cortes en Toledo y decide que los infantes se batan en duelo con unos caballeros del Cid. Los infantes son vencidos y las hijas del Cid se desposan de los príncipes de Navarra y Aragón.

  10. Estructura. • En el poema hay dos tramas que se cruzan : • el tema del deshonor: eje central de la obra, motivado por el injusto destierro del Cid ; continúa con el progresivo engrandecimiento del Cid mediante sus victorias y las riquezas que éstas le procuran y finalmente se describe la entrada triunfal del Cid en Valencia • las bodas de las hijas del Cid y el injusto trato que estas reciben por parte de los infantes de Carrión: esto motiva que el Cid obtenga la culminación de su honor. Finalmente las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón.

  11. Métrica. • Métricamente este poema está compuesto por versos anisosilábicos (de distinta medida) de arte mayor, de medida silábica irregular, divididos en dos hemistiquios por una pausa o cesura y agrupados en diferentes tiradas o series monorrimas con idéntica rima asonante.

  12. Características de estilo. • Abundan las descripciones de personas, batallas y lugares. • Uso del epíteto épico sobre todo para calificar o nombrar al héroe. • Uso de la función conativa mediante la cuál el juglar se dirigía al público • Uso de las frases bimembres. • Uso de pleonasmo, es una figura estilística que refuerza innecesariamente una expresión. • Con frecuencia el juglar cede la palabra a los personajes.

  13. *ca. 1040, se cria en la corte del infante Sancho alférez de Sancho II (1065) asesinato del rey, jura de Santa Gadea 1081 destierro tras haber defraudado (?) parias y atacado Toledo Servicios militares al rey de Zaragoza 1081 captura al Conde de Barcelona 1087 reconciliación 1090 2o destierro 1095 capitulación de Valencia 1099 muerte en Valencia El Cid histórico: Rodrigo Díaz de Vivar

  14. ANTOLOGÍA POÉTICA: • Comienzo del Cantar • Salida de Burgos ( exilio ) • - Los infantes de Carrión y el león

  15. COMIENZO DEL CANTAR: -Cronista: "De los sus ojos tan fuertementre llorando, volvía la cabeza y estábalos mirando; vio puertas abiertas y cerrojos sin candados, alcándarasvazías sin pieles y sin mantos y sin halcones e sin azores mudados. Suspiró Mío Cid, pues tenía grandes cuidados. Habló mio Cid bien y tan mesurado: -Cid: “¡Gracias a ti, Señor, Padre que estás en lo alto!" "Esto me han preparado mis enemigos malos". -Cronista: Alli piensan de aguijar, alli sueltan las riendas. A la exidade Bivarhubieron la corneja diestra, Y entrando a Burgos hubieron la siniestra. MeçiomioÇid los hombros e engrameo la tiesta. -Cid: ¡Albriçia, Alvar Fañez, ca echados somos de tierra!

  16. EL DESTIERRO: Cronista: Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró. Sesenta pendones lleva detrás el campeador. Todos salían a verle, niño, mujer y varón, a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó. ¡Cuantos ojos que lloraban de grande que era el dolor! Y de los labios de todos sale la misma razón: “¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!" De grado le albergarían, pero ninguno lo osaba, que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha saña. La noche pasada a Burgos llevaron una real carta con severas prevenciones y fuertemente sellada mandando que a Mío Cid nadie le diese posada, que si alguno se la da sepa lo que le esperaba: sus haberes perdería, más los ojos de la cara, y además se perdería salvación de cuerpo y alma. Gran dolor tienen en Burgos todas la gentes cristianas de Mío Cid se escondían: no pueden decirle nada.

  17. Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba; cuando a la puerta llegó se la encuentra bien cerrada. Por miedo al rey Alfonso acordaron los de casa que como el Cid no la rompa no se la abrirán por nada. La gente de Mío Cid a grandes voces llamaba, los de dentro no querían contestar una palabra. Mío Cid picó el caballo, a la puerta se acercaba, el pie sacó del estribo y con él gran golpe daba, pero no se abrió la puerta, que estaba muy bien cerrada. La niña de nueve años muy cerca del Cid se para: "Campeador que en bendita hora ceñiste la espada, el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta, con severas prevenciones y fuertemente sellada. No nos atrevemos, Cid, a darte asilo por nada, por que sino perderíamos los haberes y las casas, perderíamos también los ojos de nuestras caras. Cid, en el mal de vosotros vos no vais ganando nada. Seguid y que os proteja Dios con sus virtudes santas." Esto le dijo la niña y se volvió hacia su casa.

  18. LOS INFANTES DE LARA Y EL LEÓN: Cronista: En Valencia con los suyos vivía el Campeador: con él estaban sus yernos los infantes de Carrión. En un escaño dormía tendido el Campeador. Un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció: escapóse de una jaula, saliendo fuera, un león. Los que estaban en la corte tuvieron un tumor: recogiéronse sus mantos, los del buen Campeador, y rodean el escaño en guarda de su señor. Allí Fernando Gónzalez un infante de Carrión, ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró; metióse bajo el escaño: tan grande fue su pavor. Diego González, el otro, por la puerta se salió diciendo con grandes gritos: “¡Ay, que ya no veré Carrión!" Tras la viga de un lagar metióse con gran temor; todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.

  19. En esto que se despierta el que en buen hora nació; de sus mejores guerreros cercado el escaño vio: -¿Qué es esto, varones míos? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció? -Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león. Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó. El manto se pone al cuello y encaminóse al león. La fiera cuando vio al Cid al punto se avergonzó; allí bajó la cabeza y ante él su faz humilló. Mio Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó, y lo lleva de la mano y en la jaula lo metió. A maravilla lo tiene el que lo contempló. Por sus dos yernos Rodrigo preguntó y no los halló; aunque a gritos los llamaban, ninguno les respondió, y cuando lo encontraron aún estaban sin color. Veríais allí qué burlas corrían por la reunión; mandó que ésto no se hiciese Mio Cid Campeador. Sintiéronse avergonzados los infantes de Carrión; bien pesarosos están de lo que les ocurrió.

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