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Año. Sacerdotal. 19-06-2009 19-06-2010. 150 años de la muerte Del Santo Cura de Ars. El Sacerdocio en. Carta a los Hebreos. Texto: Antonio Rodríguez Carmona Montaje: Antonio García Polo Citas bíblicas tomadas de la Biblia de Jerusalén Música: Ernesto Cortázar. PRESENTACIÓN.

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Presentation Transcript


  1. Año Sacerdotal 19-06-2009 19-06-2010 150 años de la muerte Del Santo Cura de Ars

  2. El Sacerdocio en Carta a los Hebreos Texto: Antonio Rodríguez Carmona Montaje: Antonio García Polo Citas bíblicas tomadas de la Biblia de Jerusalén Música: Ernesto Cortázar

  3. PRESENTACIÓN • Una de las finalidades del Año Sacerdotal es un mejor conocimiento del ministerio sacerdotal al servicio del pueblo de Dios, pueblo sacerdotal. • A ello quieren contribuir estas presentaciones sobre la carta a los Hebreos.

  4. Son seis • 00_ Síntesis (resumen de todos) • 01_ El sacerdocio en el AT • 02_ El sacerdocio de Cristo • 03_ El pueblo cristiano, pueblo sacerdotal • 04_ La Eucaristía • 05_ El ministerio sacerdotal

  5. Sentido del conjunto ►El ministerio sacerdotal es muy importante en la Iglesia, pero no es lo primero: Así que no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro: ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro; y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios (1 Cor 3,21-23). ► Primero es la obra sacerdotal de Jesús y después el pueblo sacerdotal a cuyo servicio están la Eucaristía y el ministerio sacerdotal. ► Estas presentaciones pretenden ayudar a comprenderlo.

  6. I. SACERDOCIO y SACRIFICIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

  7. 1. Qué es un sacrificio: * Es una experiencia universal * La persona reconoce la necesidad de Dios, fuente de todo bien * Desea acercarse a esta fuente para realizarse plenamente y colmar sus limitaciones y pobrezas * Lo intenta por medio del sacrificio * El sacrificio es un intento de acercarse a Dios y de entrar en comunión con él * Para ello realiza una acción simbólica con la que quiere significar que llega hasta Dios. Esta acción es como un regalo hecho a la divinidad y aceptado por ella. Como todo regalo consta de dos partes: ofrecimiento y aceptación.

  8. 2. Vocabulario de sacrificio: ●hebreo qorban= “lo acercado” (a Dios en nombre de una persona) ●latín sacrificium = lo hecho santo (porque lo ha aceptado Dios) ●español sacrificio = lo hecho santo (porque lo ha aceptado Dios)

  9. 3. Procedimiento en el Antiguo Testamento a. Un oferente quiere dar algo a Dios como expresión de agradecimiento o como medio para pedir algo. Para ello elige algo de valor que lo represente, normalmente un animal doméstico o pan y vino (alimentos básicos)... Mata el animal para significar el carácter irrevocable del don, que de esta forma queda sustraído al uso profano. Nota aclaratoria: El acto de matar al animal no pertenece propiamente al sacrificio y, por ello, no lo realiza el sacerdote sino el oferente; (sólo lo hace el sacerdote en caso de sacrificios públicos o por razones prácticas, por ejemplo, el oferente no sabe matar al animal). En nuestras lenguas “sacrificio” tiene connotación de sufrimiento y muerte, pero este matiz no pertenece a su esencia.

  10. b. El sacerdote-mediador. El oferente se siente impuro e incapaz de acercarse a la divinidad, no sabe cómo hacerlo y recurre a un mediador, el sacerdote. Éste toma el don que ofrece la persona para ponerlo en manos de Dios. El sacerdote en el AT no es un mago, sino una persona que puede realizar esta acción porque Dios lo ha elegido y le ha dicho cómo tiene que proceder. Todo el desarrollo de la acción es un acto de obediencia a Dios

  11. c. Aceptación por parte de Dios. La tarea básica del sacerdote es poner la ofrenda en manos de Dios. Para ello procede de acuerdo con lo ordenado por Dios en la Sagrada Escritura: * derrama la sangre (la vida) alrededor del altar, que representa a Dios; * luego despedaza la víctima y coloca las carnes sobre el fuego perpetuo del altar. El fuego juega aquí un papel importante: por una parte, hace "subir" la ofrenda a Dios; por otra, simboliza en cierta manera a Dios, "fuego devorador" (Dt 4,24) y, al quemar la víctima, se sugiere que ésta queda llena de Dios y pasa a su propiedad.

  12. * Dios se sirve del símbolo del fuego para hacerse presente como el Santo: Moisés era pastor del rebaño de Jetró su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas más allá del desierto; y llegó hasta Horeb, la montaña de Dios. El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza.» Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: «Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí.» Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es santo.» (Ex 3,1-5)

  13. Salió fuego de la presencia de Yahveh que consumió el holocausto y las partes grasas puestas sobre el altar. Todo el pueblo al verlo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra (Lv 9,24). Respóndeme, Yahveh, respóndeme, y que todo este pueblo sepa que tú, Yahveh, eres Dios que conviertes sus corazones. » Cayó el fuego de Yahveh que devoró el holocausto y la leña, y lamió el agua de las zanjas. Todo el pueblo lo vió y cayeron sobre su rostro y dijeron: « ¡Yahveh es Dios, Yahveh es Dios! » (1 Re 18,37-39: sacrificio de Elías)

  14. Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios; y la gloria de Yahveh llenó la Casa. Los sacerdotes no podían entrar en la Casa de Yahveh, porque la gloria de Yahveh llenaba la Casa de Yahveh. Entonces todos los hijos de Israel, viendo descender el fuego y la gloria de Yahveh sobre la Casa, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron a Yahveh «porque es bueno, porque es eterno su amor» (2 Cron 7,1-3). De esta manera la ofrenda quedaba santificada, es decir, pertenecía al Santo.

  15. 4. Diferentes tipos de sacrificios a. El holocausto: se quema totalmente al fuego la carne ofrecida. De aquí el nombre holocausto (decolah, "lo hechos subir" ). b. El sacrificio de comunión o pacífico es un sacrificio para dar gracias y unirse a Dios. El ritual especifica tres clases. La más importante es el sacrificio de acción de gracias o eucaristía cf Lv 7,12-15; 22,29). Consta de tres partes:

  16. * En la primera el oferente da gracias públicamente, exponiendo la situación en que se hallaba, cómo invocó a Dios y éste le salvó; por ello confirma su confianza en Yahvé y exhorta a todos los presentes a imitarle (varios de los salmos se compusieron para este sacrificio y reflejan estos sentimientos, por ejemplo, salmo 117). Esta parte es tan fundamental que sin ella no había acción de gracias. * Seguía el "sacrificio", con un ritual similar al del holocausto, pero con la diferencia de que aquí la carne ofrecida se reparte entre Yahvé, el sacerdote y el oferente: la parte de Dios se consume completamente en el fuego, las otras son retiradas del altar y repartidas entre el sacerdote y el que daba gracias (Lev 7,28-34; 10,14). * La última parte era un "banquete de comunión" con las carnes "santificadas" o llenas de Dios (quemadas parcialmente) en el sacrificio; con esta comida entraban en comunión Dios y el que comía

  17. c. El sacrificio expiatorio del gran Día de la Expiación (kippur cf Lev 16) lo realiza el sumo sacerdote, una vez al año, revestido de los ornamentos solemnes. Primero inmola un novillo por sus pecados y los de su familia y, con la sangre, entra en el santuario, al Santo de los Santos, y unge el propiciatorio, lugar de la presencia de Dios, es decir, pone la vida (la sangre) en las manos de Dios. Después hace lo mismo con un macho cabrío por los pecados del pueblo; finalmente, envía al desierto otro macho cabrío, al que previamente ha impuesto las manos como signo de transferencia de todos los pecados.

  18. 5. Acciones simbólicas. * Estos rituales son actos simbólicos, "una oración en acción", que tienen la finalidad de representar los sentimientos del oferente y la respuesta de Dios. Toda su eficacia depende de Dios que por medio de Moisés y los profetas ha prescrito cómo hay que acercarse a él. De aquí el estribillo todo como había mandado Yahvé que se emplea cuando se narran las ejecuciones de los ritos ordenados por Dios. Lo mismo en Lc 2,22-24 hablando de la purificación de María y presentación de Jesús en el templo: Cuando llegó el tiempo de que se purificasen “conforme a la Ley de Moisés”, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor, “como lo prescribe la Ley del Señor”… y para entregar la oblación, “conforme a lo que dice la Ley del Señor”…

  19. Como símbolo significa, en primer lugar, la entrega del oferente que, mediante su desasimiento, reconoce la soberanía de Dios y desea entrar en comunión con él. No es que Dios necesite nada del hombre, pero quiere y acepta lo que el don significa, actos que realizan y perfeccionan a la persona.

  20. 6. La crítica profética. * Estas acciones simbólicas se prestaban fácilmente a la concepción mágica, al legalismo y a la rutina. Por eso la crítica de los profetas, exhortando al pueblo a la autenticidad: Dios no necesita carne ni sangre, pues es el dueño de toda la creación. Dios quiere lo que significa el rito, el corazón de la persona y esto se tiene que traducir en una vida justa y honrada: «¿A mí qué, tanto sacrificio vuestro? ‑ dice Yahveh ‑. Harto estoy de holocaustos de carneros y de sebo de cebones; y sangre de novillos y machos cabríos no me agrada, cuando venís a presentaros ante mí. ¿Quién ha solicitado de vosotros esa pateadura de mis atrios? No sigáis trayendo oblación vana: el humo del incienso me resulta detestable. Novilunio, sábado, convocatoria: no tolero falsedad y solemnidad. Vuestros novilunios y solemnidades aborrece mi alma: me han resultado un gravamen que me cuesta llevar. Y al extender vosotros vuestras palmas, me tapo los ojos por no veros. Aunque menudeéis la plegaria, yo no oigo. Vuestras manos están de sangre llenas: lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. Venid, pues, y disputemos ‑ dice Yahveh ‑: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán. (Is 1,11-18).

  21. El hijo honra a su padre, el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honra? Y si señor, ¿dónde mi temor?, dice Yahveh Sebaot a vosotros sacerdotes que menospreciáis mi Nombre. ‑ Decís: ¿En qué hemos menospreciado tu Nombre? ‑ Presentando en mi altar pan impuro. ‑ Y decís ahora: ¿En qué te hemos manchado? ‑ Pensando que la mesa de Yahveh es despreciable. Y cuando presentáis para el sacrificio una res ciega, ¿no está mal? Y cuando presentáis una coja o enferma, ¿no está mal? Anda, ofrécesela a tu gobernador: ¿se te pondrá contento o te acogerá con agrado?, dice Yahveh Sebaot... No tengo ninguna complacencia en vosotros, dice Yahveh Sebaot, y no me es grata la oblación de vuestras manos. Pues desde el sol levante hasta el poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una oblación pura. Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice Yahveh Sebaot. Pero vosotros lo profanáis... cuando traéis una oblación así, ¿la voy a aceptar de vuestras manos?, dice Yahveh Sebaot (Mal 1,6-13).

  22. Abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas. El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias (Sal 51,17-19).

  23. 7. La crítica de la carta a los Hebreos * La carta a los Hebreos presenta la obra de Cristo como la realización perfecta de lo que significaban estos ritos. Con Cristo se ha pasado de lo significado a la realidad, del proyecto a la realización. Por ello, aunque el proyecto sea venerable por su origen y los servicios prestados, lo importante ahora es la realidad que ha venido por Cristo. * Por eso critica la absolutización del proyecto, del símbolo, pues implica no valorar su cumplimiento en Cristo, que es la realidad. El valor que tiene el símbolo se lo debe a Cristo, que es el cumplimiento y la realidad, por cuyos méritos se perdonaban los pecados durante la primera alianza. Es absurdo absolutizar el proyecto y negar la realización: Por eso (Cristo) es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida (Hebr 9,15).

  24. * Describe el ritual de la fiesta de la expiación (Hebr 9,1-17) y añade que era ineficaz, porque realmente no perdonaba y se tenía que repetir, lo que es señal de que realmente la ofrenda no ha llegado a Dios: De esa manera daba a entender el Espíritu Santo que aún no estaba abierto el camino del santuario mientras subsistiera la primera Tienda. Todo ello es una figura del tiempo presente, en cuanto que allí se ofrecen dones y sacrificios incapaces de perfeccionar en su conciencia al adorador, y sólo son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre abluciones de todo género, impuestas hasta el tiempo de la reforma (Hebr 9,8-10).

  25. De este modo queda abrogada la ordenación precedente, por razón de su ineficacia e inutilidad, ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios (Hebr 7,18-19). No conteniendo, en efecto, la Ley más que una sombra de los bienes futuros, no la realidad de las cosas, no puede nunca, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, dar la perfección a los que se acercan. De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados? Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados, pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados (10,1-4).

  26. 8. Otro “orden”. * El sacerdocio y sacrificio del Antiguo Testamento pertenecían al orden de Aarón. * Orden es una serie de realidades homogéneas que están todas en la misma línea y se sustentan unas a otras * El orden de Aarón consta de una Ley (la del AT) que legitima un sacerdocio (perteneciente a la tribu de Leví y familia de Aarón, que se continúa por transmisión carnal) y unos ritos sacrificiales (simbólicos) que tienen como finalidad la unión con Dios, una alianza y la perfección. * Cristo ha instaurado otro orden, según Melquisedec, todo él de tipo existencial: Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico ‑ pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo ‑, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no «según el orden de Aarón»? Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambia la Ley (Hebr 7,11-12).

  27. 9. Símbolos cristianos * La persona humana necesita emplear símbolos para expresar todo lo que siente y desea. Por eso la vida cristiana está llena de símbolos * Los hay sacramentales, como la Eucaristía, y no sacramentales, como una ofrenda (una vela, una limosna). Todos son válidos, pues la persona necesita expresar externamente lo que siente, pero no hay que olvidar la crítica profética y la de Hebreos: + que sean expresión de lo que se vive + que no minusvaloren la realidad y el cumplimiento, como es la Eucaristía.

  28. Fin

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