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Ángel González

Ángel González. Biografía. Ángel González nace en Oviedo en el 1925.

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  1. Ángel González

  2. Biografía Ángel González nace en Oviedo en el 1925. Enferma de tuberculosis en el 1943, es en este momento cuando empieza su afición por la lectura de poesía y comienza a escribir poemas. Más tarde estudia periodismo en Madrid. En el año 1955, se marcha para Barcelona, dónde entra en contacto con algunos escritores como Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo . El año siguiente, tiene lugar la publicación de su primer libro Áspero Mundo, en Madrid. Recibe el accésit del Premio Adonais. Vuelve a Madrid a trabajar de nuevo en la Administración Pública. Allí conoce a Juan García Hortelano, Gabriel Celaya, Caballero Bonald y a algunos poetas más de su generación. Su última obra publicada fue en el año 2001, pero no falleció hasta el 2008.

  3. Trayectoria poética La poesía inicial de Ángel González, situada en ambientes urbanos más que rurales, evoca sucesos y lugares particulares, presentados en lenguaje directo. La transformación de sucesos y referentes comunes y el uso del juego de perspectivas y de comentarios irónicos, permiten al poeta generar actitudes complejas y ambiguas por medio de recursos corrientes que nos invitan a ver la realidad. Aunque González trata principalmente temas no sociales, ofreció cuadros críticos de la vida y de la sociedad española modernas.

  4. Sus poemas de tendencia social emplean la ironía, el juego de tonos y la alusión para forjar experiencias mucho más abiertas a la participación del lector que la poesía social típica de principios de los cincuenta. Estos poemas ilustran la entrada de la poesía social en la corriente más amplia de una poesía en la que la experiencia particular y al lenguaje común representan, artísticamente, una experiencia compleja. El cambio de actitud en poesía ejemplificado por los Novísimos marcó la poesía de González en la década de los setenta. En esta época hay una pérdida de esperanza en los efectos prácticos de la escritura, un deseo consciente de dejar atrás la persona poética de sus libros anteriores, y un consiguiente énfasis en las técnicas y en los poemas que surgen a base de problemas estructurales y no de experiencias personales. En ocasiones satiriza el esteticismo de los Novísimos. En los ochenta González olvida la vertiente metapoética y el enfoque explícito en los procedimientos y un sentido del paso del tiempo domina en alguno de sus libros. En muchos poemas un hablante específico contempla, desde una perspectiva lúcida, compleja y distanciada, los efectos del tiempo y del envejecimiento en sucesos y situaciones particulares.

  5. Obras -1956: Áspero Mundo En Áspero mundo, el autor nos muestra un paralelismo entre el desarroyo de la historia y el camino del individuo. Estos dos conceptos (individuo e historia) están estrechamente ligados, el poeta profundiza en sus sentimientos y así aprende a entender al resto de la historia. Los poemas están marcados por el pesimismo. En esta obra, la poesía social no está todavía muy desarroyada, el libro tiene un carácter mayormente existencial e íntimo. Algunos poemas son: A qué mirar, a qué permanecer Muerte en el olvido Son las gaviotas, amor Mientras tú existas -1961: Sin esperanza con convencimientoEl título, plantea la idea que estará presente en todo el poema. La falta de esperanza del poeta, marca su vida futura, el convencimiento, muestra la esperanza del sujeto. En este libro empieza a utilizarse uno de los recursos más característicos de la poesía de Ángel González, la ironía. Algunos poemas son: Cumpleaños de amor Cartas sin despedida

  6. 1962: Grado elemental El título de este libro nos conduce a los antiguos libros de la escuela de posguerra, que él conocía tan bien, ya que trabajó de maestro por un tiempo. La obra adquiere una intención didáctica. Lo que pretende, no es tratar temas, a cerca de la enseñanza tradicional, sino, dar un nuevo enfoque a los textos escolares, con el fin de conseguir un resultado humorístico y paródico. Algunos poemas son: Nada es lo mismo Elegido por aclamación 1965: Palabra sobre palabra Este libro trata en su gran mayoría el tema del amor. La visión del amor de Ángel González, como su poesía, son fruto de la interacción de la esperanza y su pesimismo interior. Refleja una imagen muy fiel de si mismo, al igual que en Áspero mundo. Algunos poemas son: Me basta así En ti me quedo 1967:Tratado de urbanismo Con esta obra, se une a los poetas que en la época de los 60 hacían poesía social. En esta obra, se hacen críticas a diversas injusticias sociales, y se muestra a la disposición de los más desfavorecidos. El título nos indica los temas que se van a tratar, pero, eso este, se introducirá en materias complejas, de ahí la palabra “tratado”. Algunos poemas son: Inventario de lugares propicios al amor Ciudad cero Canción de invierno y de verano

  7. 1971: Breves acotaciones para una biografía Tiene lugar con esta obra un cambio de registro en la poesía de Ángel González. Son escasos los poemas que componen este libro. Se hace una autocrítica, en la que él aparece como un individuo que forma parte de la sociedad, y también, como un sujeto aislado. También hay sitio para el humor, la ironía y el absurdo en este poemario. Algún poema: Siempre lo que quieras 1972: Procedimientos narrativos En este poemario se intensifica notablemente su nueva tendencia a experimentar. Por eso, en este libro se puede encontrar, la última tendencia de Ángel González, la de parodiar fórmulas literarias más tradicionales. Algún poema: Final conocido Empleo de la nostalgia 1976: Muestra de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que habitualmente comportan Este libro, responde a la necesidad de Ángel González, de buscar una forma de multiplicar su voz poética y dejar de ser monocorde. De este modo, el autor consigue distanciarse de sí mismo. A diferencia de los usos que otros poetas le dan a este recurso, es, que Ángel, lo dota de un genio, ocurrente, festivo y divertido. Algún poema: Poética Inmortalidad de la nada Calambur

  8. 1874: Prosemas o menos En esta obra es ocupada por una amplia variedad de temas, dentro de los que caben: la parodia de algunas pautas literarias, los homenajes literarios, las poéticas, las notas de viaje y una dolorosa imagen del paso del tiempo. El conjunto de percepciones que despiertan todos estos asuntos, buscan a un lector que se identifique biográfica e ideológicamente con el poeta. Poemas a destacar: Crepúsculo, Albuquerque, invierno Carta Todo amor es efímero 1992:Deixis en fantasma De nuevo, el autor vuelve a la poesía de carácter más personal. La sensación del paso del tiempo, la nostalgia y la autocrítica, nos muestra a un individuo sumido bajo una crisis personal. El poeta, de nuevo empleará su común tono irónico. Poema a destacar: Ya nada ahora. 2000:101+19=120 poemas Como el título indica, esta obra consiste en suma de 19 nuevos poemas a la antología de 101. Estos inéditos poemas, recuerdan el pasado con añoranza, hablan del amor, experimentan con nuevas fórmulas y recuperan el humor que siempre se le ha asociado a nuestro poeta. Poema a destacar: El otoño se acerca…

  9. 2001: Otoños y otras luces En esta obra, aparecen asuntos que ya aparecieron en obras anteriores, como: la lucha de la memoria contra el paso del tiempo, el amor y la poesía… Se hace en esta publicación un homenaje a su compañero Claudio Rodríguez. Brotan también otros homenajes, a través de elementos como la intertextualidad, que nos conduce a la figura de Pedro Salinas o a la de Juan Ramón Jiménez. Este es el libro más esperado de nuestro poeta, con el cual se confirma que estamos ante uno de los poetas mayores de la literatura española contemporánea. Poema a destacar: Aquí o allí

  10. A qué mirar, a qué permanecer A qué mirar, a qué permanecer     seguros de que todo que es así, seguirá siendo...Jamás pudo ser de otra forma, compacto y duro, este -perfecto en su cadencia- mundo. Preferible es no ver. Meter las manos en un oscuro panorama, y no saber qué es esto que aferramos, en un puro afán de incertidumbre, de mentira. Porque la verdad duele. Y lo único que te agradezco ya es que me engañes una vez más... -«Te quiero mucho...»

  11. Muerte en el olvido Yo sé que existoporque tu me imaginas.Soy alto porque tu me crees alto, y limpio porque tú me mirascon buenos ojos,con mirada limpia.Tu pensamiento me haceinteligente, y en tu sencillaternura, yo soy también sencilloy bondadoso.Pero si tú me olvidasquedaré muerto sin que nadie lo sepa. Verán vivami carne, pero será otro hombre-oscuro, torpe, malo- el que la habita...

  12. Son las gaviotas, amor. Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas. Mar de invierno. El agua gris mancha de frío las rocas. Tus piernas, tus dulces piernas, enternecen a las olas. Un cielo sucio se vuelca sobre el mar. El viento borra el perfil de las colinas de arena. Las tediosas charcas de sal y de frío copian tu luz y tu sombra. Algo gritan, en lo alto, que tú no escuchas, absorta. Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas.

  13. Mientras tú existas Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón, si no es tu imagen, y haya una remota posibilidad de que estés viva en algún sitio, iluminada por una luz — cualquiera...                                                  Mientras yo presienta que eres y te llamas así, con ese nombre tuyo tan pequeño, seguiré como ahora, amada mía, transido de distancia, bajo ese amor que crece y no se muere, bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

  14. Cumpleaños de amor    ¿Cómo seré yo  cuando no sea yo? Cuando el tiempo haya modificado mi estructura y mi cuerpo sea otro, otra mi sangre, otros mis ojos y otros mis cabellos

  15. Pensaré en ti, tal vez. Seguramente, mis sucesivos cuerpos -prolongándome, vivo, hacia la muerte- se pasarán de man0 en mano, de corazón en corazón, de carne a carne, el elemento misterioso que determina mi tristeza cuando te vas, que me impulsa a buscarte ciegamente, que me lleva a tu lado sin remedio: lo que la gente llama amor, en suma. Y los ojos -que importa que no sean estos ojos- te seguirán a donde vayas, fieles.

  16. Carta sin despedida A veces,      mi egoísmo me llena de maldad, y te odio casi hasta hacerme daño a mí mismo: son los celos, la envidia, el asco al hombre, mi semejante aborrecible, como yo corrompido y sin remedio, mi querido hermano y parigual en la desgracia.

  17. A veces -o mejor dicho: casi nunca-, te odio tanto que te veo distinta. Ni en corazón ni en alma te pareces a la que amaba sólo hace un instante, y hasta tu cuerpo cambia y es más bello -quizá por imposible y por lejano.

  18. Pero el odio también me modifica a mí mismo, y cuando quiero darme cuenta soy otro que no odia, que ama a esa desconocida cuyo nombre es el tuyo, que lleva tu apellido, y tiene, igual que tú, el cabello largo. Cuando sonríes, yo te reconozco, identifico tu perfil primero, y vuelvo a verte, al fin, tal como eras, como sigues siendo, como serás ya siempre, mientras te amé.

  19. Nada es lo mismo  La lágrima fue dicha.  Olvidemos el llanto y empecemos de nuevo, con paciencia, observando las cosas hasta hallar la menuda diferencia que las separa de su entidad de ayer y que define el transcurso del tiempo y su eficacia.

  20. ¿A qué llorar por el caído fruto, por el fracaso de ese deseo hondo, compacto como un grano de simiente?  No es bueno repetir lo que está dicho. Después de haber hablado, de haber vertido lágrimas, silencio y sonreíd:  nada es lo mismo.  Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.

  21. Elegido por aclamación   Sí, fue un malentendido.                         Gritaron: ¡a las urnas! y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego. Era pundonoroso y mató mucho. Con pistolas, con rifles, con decretos. Cuando envainó la espada dijo, dice: La democracia es lo perfecto. El público aplaudió. Sólo callaron, impasibles, los muertos.  El deseo popular será cumplido. A partir de esta hora soy -silencio- el Jefe, si queréis. Los disconformes que levanten el dedo.  Inmóvil mayoría de cadáveres le dio el mando total del cementerio Poema recitado

  22. Me basta así Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, Haría un ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos cuando prueban el pan, es decir: con la boca), y si ese sabor fuese igual al tuyo, o sea tu mismo olor, y tu manera de sonreír, y de guardar silencio, y de estrechar mi mano estrictamente, y de besarnos sin hacernos daño- de esto sí estoy seguro: pongo tanta atención cuando te beso-                                                   entonces,

  23. si yo fuese Dios, podría repetirte y repetirte, siempre la misma y siempre diferente, sin cansarme jamás del juego idéntico, sin desdeñar tampoco la que fuiste por la que ibas a ser dentro de nada; ya no sé si me explico, pero quiero aclarar si yo fuese Dios, haría lo posible por ser Ángel González para quererte tal como te quiero para aguardar con calma a que te crees tú misma cada día a que sorprendas todas las mañanas la luz recién nacida con tu propia luz, y corras la cortina impalpable que separa el sueño de la vida resucitándome con tu palabra, Lázaro alegre, yo, mojado todavía de sombras y pereza, sorprendido y absorto en la contemplación de todo aquello que, en unión de mí mismo, recuperas y salvas, mueves, dejas abandonado cuando -luego- callas... (Escucho tu silencio.                                       Oigo constelaciones: existes.                                       Creo en ti                                                    Eres.                                                               Me basta.)

  24. EN TI ME QUEDO De vuelta de una gloria inexistente, después de haber avanzado un paso hacia ella,retrocedo a velocidad indecible,alegre casi como quien dobla la esquina de lacalle donde hay una reyerta,llorando avergonzado como el adolescentehijo de viuda sexagenaria y pobreexpulsado de la escuela vespertina en la que era becario.Estoy aquí,donde yo siempre estuve,donde apenas hay sitio para mantenerse erguido.La soledad es un farol certeramente apedreado:sobre ella me apoyo.La esperanza es el quicio de una puertade la casa que fue desarraigadade sus cimientos por los huracanes:quicio-resquicio por donde entro y salgocuando paso del nunca (me quisiste) al todavía (te odio),del tampoco (me escuchas) al también (yo me callo),del todo (me hace daño) al nada (me lastima).No importa, sin embargo.

  25. Los aviones de propulsión a chorro salvan rápidamentela distancia que separa Tokio de Copenhague,pero con más rapidez todavíame desplazo yo a un punto situado a diez centímetrosde mí mismo,de prisa, muy de prisa,en un abrir y cerrar de ojos,en sólo una diezmilésima de segundo,lo cual supone una velocidad media de setenta kilómetros a la hora,que me permite,si mis cálculos son correctos,estar en este instante aquí,después mucho más lejos,mañana en un lugar sito a casi mil millas,dentro de una semana en cualquier partede la esfera terrestre,por alejada que os parezca ahora.Consciente de esa circunstancia,en muchas ocasiones emprendo largos viajes;pero apenas me desplazo unos milímetroshacia los destinos más remotos,la nostalgia me muerde las entrañas,y regreso a mi posición primeraalegre y triste a un tiempo-como dije al principio:alegre,porque sé que tú eres mi patria,amor mío;y triste,porque toda patria, para los que la amamos,- de acuerdo con mi personal experiencia de la patria-tiene también bastante de presidio.

  26. Así,en ti me quedo,paseo largamente tus piernas y tus brazos,asciendo hasta tu boca, me asomoal borde de tus ojos,doy la vuelta a tu cuello,desciendo por tu espalda,cambio de ruta para recorrer tus caderas,vuelvo a empezar de nuevo,descansando en tu costado,miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,y si cierras los ojos cierro también los míos,y me duermo a tu sombra como si siempre fueraverano,amor,pensando vagamenteen el mundo inquietanteque se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa

  27. INVENTARIO DE LUGARES PROPICIOS AL AMORSon pocos.La primavera está muy prestigiada, peroes mejor el verano.Y también esas grietas que el otoñoforma al interceder con los domingosen algunas ciudadesya de por sí amarillas como plátanos.El invierno elimina muchos sitios:quicios de puertas orientadas al norte,orillas de los ríos,bancos públicos.Los contrafuertes exterioresde las viejas iglesiasdejan a veces huecosutilizables aunque caiga nieve.Pero desengañémonos: las bajastemperaturas y los vientos húmedoslo dificultan todo.Las ordenanzas, además, proscriben la caricia ( con exenciones para determinadas zonas epidérmicas-sin interés alguno-en niños, perros y otros animales)y el «no tocar, peligro de ignominia»puede leerse en miles de miradas.¿Adónde huir, entonces?Por todas partes ojos bizcos,córneas torturadas,implacables pupilas,retinas reticentes,vigilan, desconfían, amenazan.Queda quizá el recurso de andar solo,de vaciar el alma de ternuray llenarla de hastío e indiferencia,en este tiempo hostil, propicio al odio.

  28. Canción de invierno y de verano Cuando es invierno en el Mar del Nortees verano en Valparaíso.Los barcos hacen sonar sus sirenas al entrar en elpuerto de Bremen con jirones de niebla y de hieloen sus cabos,mientras los balandros soleados arrastran por la super-ficie del Pacífico Sur bellas bañistas.Eso sucede en el mismo tiempo,pero jamás en el mismo día.Porque cuando es de día en el Mar del Norte—brumas y sombras absorbiendo restosde sucia luz—es de noche en Valparaíso—rutilantes estrellas lanzando agudos dardosa las olas dormidas.Cómo dudar que nos quisimos,que me seguía tu pensamientoy mi voz te buscaba —detrás,muy cerca, iba mi boca.Nos quisimos, es cierto, y yo sé cuánto:primaveras, veranos, soles, lunas.Pero jamás en el mismo día.

  29. SIEMPRE LO QUE QUIERASCuando tengas dinero regálame un anillo, cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca, cuando no sepas qué hacer vente conmigo -pero luego no digas que no sabes lo que haces. Haces haces de leña en las mañanas y se te vuelven flores en los brazos. Yo te sostengo asida por los pétalos, como te muevas te arrancaré el aroma. Pero ya te lo dije: cuando quieras marcharte ésta es la puerta: se llama Ángel y conduce al llanto.

  30. Final conocido Después de haber comido entrambos doce nécoras, alguien dijo a Pilatos:                                -¿Y qué hacemos ahora? Él vaciló un instante y respondía (educado, distante, indiferente): -Chico, tú haz lo que quieras. Yo me lavo las manos.

  31. Empleo de la nostalgia Amo el campusuniversitario,sin cabras,con muchachasque paxpacemen latín,que meriendanpas pasa pancon chocolateen griego,que saben lenguas vivasy se dejan besaren el crepúsculo(también en las rodillas)y usanla cocacola como anticonceptivo. Ah las flores marchitas de los libros de textofinalizando el cursodeshojadascuando la primaverase instalaen el culto jardín del rectoradopor manos todavía adolescentesy roza con sus rosasmanchadas de bolígrafo y de tizael rostro ciego del poetatransustanciándose en un olor agrioa naranjasHomero o semen

  32. Todo eso será un díamateria de recuerdo y de nostalgia.Volverá, terca, la memoriauna vez y otra vez a estos parajes,lo mismo que una abejada vueltas al perfumede una flor ya arrancada: inútilmente. Pero esa luz no se extinguirá nunca:llamas que aún no consumen…ningún presentimientopuede quebrar ]as risasque iluminanlas rosas y ]os cuerposy cuando el llanto lleguecomo un halolos escombrosla descomposiciónque los preserva entre las sombraspurosno prevaleceránserán más ruinaabsortos en sí mismosy sólo erguidos quedarán intactostodavía más brillantesignorantes de síesos gestos de amor…sin ver más nada.

  33. Poéticaa la que intento a veces aplicarme          Escribir un poema: marcar la piel del agua.      Suavemente los signos se deforman, se agrandan, expresan lo que quieren la brisa, el sol, las nubes, se distienden, se tensan, hasta que el hombre que los mira- adormecido el viento, la luz alta -o ve su propio rostro o -transparencia pura, hondo fracaso- no ve nada

  34. Todo lo consumado en el amor no será nunca gesta de gusanos. Los despojos del mar roen apenas los ojos que jamás —porque te vieron—,                                 jamás se comerá la tierra al fin del todo. Yo he devorado tú me has devorado en un único incendio. Abandona cuidados: lo que ha ardido ya nada tiene que temer del tiempo. Inmortalidad de la nada

  35. La axila vegetal, la piel de leche, espumosa y floral, desnuda y sola, niegas tu cuerpo al mar, ola tras ola, y, lo entregas al sol; que le aproveche. La pupila de Dios, dulce y piadosa, dora esta hora de otoño larga y cálida, y bajo su mirada tu piel pálida pasa de rosa blanca a rosa rosa. Me siento dios por un instante; os veo a él, a ti, al mar, la luz, la tarde. Todo lo que contemplo vibra y arde, y mi deseo se cumple en mi deseo: dore mi sol así las olas y la espuma que en tu cuerpo canta, canta -más por tus senos que por tu garganta- do re mi sol la si la sol la si la. Calambur

  36. Crepúsculo, Albuquerque, invierno           No fue un sueño,      lo vi:  La nieve ardía.

  37. CARTA Amor mío: el tiempo turbulento pasó por mi corazón igual que, durante una tormenta, un río pasa bajo un puente: rumoroso, incesante, lleva lejos hojas y peces muertos, fragmentos desteñidos del paisaje, agonizantes restos de la vida. Ahora, todo ya aguas abajo -luz distinta y silencio-, quedan sólo los ecos de aquel fragor distante, un aroma impreciso a cortezas podridas, y tu imagen entera, inconmovible, tercamente aferrada -como la rama grande que el viento desgajó de un viejo tronco- a la borrosa orilla de mi vida

  38. Todo amor es efímero Ninguna era tan bella como tú durante aquel fugaz momento en que te amaba: mi vida entera.

  39. YA NADA AHORA Largo es el arte; la vida en cambio cortacomo un cuchilloPero nada ya ahora-ni siquiera la muerte, por su parteinmensa-podrá evitarlo:exento, libre,como la niebla que al romper el díalos hondos valles del invierno exhalan,creciente en un espacio sin fronteras,ese amor ya sin ti me amará siempre.

  40. EL OTOÑO SE ACERCAEl otoño se acerca con muy poco ruido: apagadas cigarras, unos grillos apenas, defienden el reducto de un verano obstinado en perpetuarse, cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. Se diría que aquí no pasa nada, pero un silencio súbito ilumina el prodigio: ha pasado un ángel que se llamaba luz, o fuego, o vida. Y lo perdimos para siempre.

  41. AQUÍ O ALLÍ Quién es el que está aquí , y dónde : ¿dentro o fuera ? ¿Soy yo el que siente y el que da sentido al mundo ? ¿O es el secreto corazón del mundo -remoto , inaccesible- el que me da sentido a mí ? Qué lejos siempre entonces ya de todo, incluso de mí mismo ; qué solo y qué perdido yo , aquí o allí .

  42. FIN Daniel Gallo Lorenzo Joaquín López García 2ºBac. Tec.

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