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Tercer Domingo

COMISIÓN DE ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL -. Tercer Domingo. De PASCUA. Regreso de Emaús. LA BIBLIA. TIEMPO PASCUAL. DIOCESIS DE PASTO. TERCER DOMINGO - CICLO A. “en estado permanente de misión” IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. El don de la FE y la ESPERANZA.

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Presentation Transcript


  1. COMISIÓN DE ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL - Tercer Domingo De PASCUA Regreso de Emaús LA BIBLIA TIEMPO PASCUAL DIOCESIS DE PASTO TERCER DOMINGO- CICLO A “en estado permanente de misión” IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII El don de la FE y la ESPERANZA

  2. CONTEMPLACIÓNACCIÓN ORACIÓN MEDITACIÓN LECTURA TIEMPO PASCUAL PREPARACIÓN TERCER DOMINGO CICLO A

  3. AmbientacióN Estamos ya en el tercer Domingo de Pascua. La Resurrección de Jesús sigue siendo la Buena Noticia por excelencia. Es la que anuncia Pedro en su discurso de Pentecostés («ustedes lo mataron pero Dios lo resucitó»), la que invoca la carta del mismo Pedro para sacar consecuencias para la vida de los cristianos («Dios le resucitó y le dio gloria»), y el centro de la conversación y de la experiencia de los discípulos de Emaús en su encuentro con el Señor («es verdad: ha resucitado el Señor»). TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  4. Y es que, como anticipa el salmo y argumenta Pedro, Dios no podía permitir que el Justo, su Hijo, "conociera la corrupción". Continúa la Pascua. Sigue el Cirio encendido y las flores y los cantos y los aleluyas. Y, sobre todo, el pueblo cristiano se siente «renovado y rejuvenecido en el espíritu», con la «alegría de haber recobrado la adopción filial»(oración colecta), «renovado con estos sacramentos de vida eterna» (Oración después de la Comunión), «exultante de gozo porque en la resurrección de tu Hijo nos diste motivo para tanta alegría» (oración sobre las ofrendas). TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  5. 1 NOS PREPARAMOS PARA INVOCAR, A TRAVES DE LA ORACION, LA PRESENCIA DEL ESPIRITU SANTO TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  6. Ven, Espíritu Santo, a disponer nuestra mente y nuestro corazón para que nos acerquemos a la Palabra, dispuestos a descubrir en ella la presencia del Señor Jesús, que nos va a explicar las Escrituras y a partir el Pan. Abrenos los ojos para reconocerlo y el corazón para aceptarlo y luego llevar su testimonio a nuestros hermanos. Amén. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  7. 2 ¿QUE DICEel texto? LEAMOS LA PALABRA TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  8. Hch. 2,14.22-33. «No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio» La esencia del anuncio evangélico es la resurrección salvadora del Señor. Por lo tanto ese es el tema central del discurso de Pedro en el día de Pentecostés, que representa el primer gesto evangelizador de la Iglesia naciente. Sin embargo, Pedro tiene cuidado de incluir en su discurso la muerte de Jesús en la cruz. Cruz y resurrección van siempre juntas en la redención de Cristo, en su anuncio, así como igualmente en la vida cristiana. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  9. Con la muerte de Jesús comienza algo nuevo. Con valentía y claridad dice Pedro a la multitud: «lo mataron en una cruz, pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte... Dios resucitó a este Jesús y nosotros somos testigos». Es admirable el «éxito» que tiene esta primera predicación: tres mil personas se convierten a la fe en Cristo. No hay duda que algunos cristianos de hoy padecen un cierto «complejo de inferioridad» respecto a otros grupos o ideologías que parecen más eficaces y llamativas. Al Apóstol Pedro, como a los demás, le sucedió igual. Pasó miedo de ser reconocido como cristiano. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  10. Pero cuando conoció la resurrección de Jesús y recibió la fuerza del Espíritu, sintió la alegría de haber sido llamado por Jesús y experimentó la fuerza de ser testigo del Señor y proclamar la Buena Nueva recibida de Jesús resucitado. Así, como leemos en la 1a lectura de hoy, el Apóstol Pedro en compañía de los otros discípulos, levanta su voz para proclamar la fe cristiana a quienes habían dado muerte al Señor TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  11. El desánimo y la desorientación ante la muerte de Jesús, se convierten en valentía y exaltación con la venida del Espíritu Santo, hasta el punto de denunciar la participación del pueblo en la muerte del Señor. Pero la misión de los Apóstoles no es de mera denuncia. Por eso, proclaman con entereza que Jesús ha resucitado y en él se dan cumplimiento las Escrituras porque Jesús es el Mesías anunciado. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  12. La muerte de Jesús no ha cerrado su presencia en el mundo. La resurrección y la acción del Espíritu Santo hacen presente el mensaje de salvación proclamado por Jesús y al cual es necesario convertirse. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  13. Sal. 16(15): «No dejarás a tu fiel conocer a corrupción» El salmo 16(15) es uno de los más bellos del Salterio. Y podríamos definirlo así: «Historia de un hombre contento y feliz con su Dios”. El salmista se ha mantenido al margen de toda idolatría y canta la dicha que supone el permanecer siempre fiel al Señor. Este salmo ha sido escogido por la cita que de él hace Pedro en su discurso de Pentecostés, aplicando sus afirmaciones a la resurrección de Jesús: «se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas y mi carne descansa segura... porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción» (vv. 9-10). TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  14. Él está con el Señor, bajo su dominio. Pero no es un dominio que humilla, que oprime, sino, al contrario, eleva, libera y da vida. No hay nada que pueda compararse a la alegría que proporciona el hecho de haber elegido a Dios como razón de su vida. Los que eligen otros dioses son citados a la puerta del «Sheol». El salmista nos hace esta bella profesión de fe: yo sólo me he refugiado en Dios. No me he refugiado ni en las instituciones, ni en los amigos. Sólo en Dios. ¡Y me ha ido muy bien!... TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  15. 1Pe. 1,17-21:«Los rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto» Para EL Apóstol San Pedro se derivan consecuencias muy concretas del hecho de la Resurrección de Jesús. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  16. Ya que los cristianos han sido rescatados «a precio de la sangre de Cristo» y ahora «creen en Dios y han puesto en él su fe y su esperanza», se sigue lógicamente la consigna que les da a continuación: «tomen en serio su proceder en esta vida», viviendo fuertes en la fe y en la esperanza, a pesar de que seguramente vivían en un ambiente hostil. Junto a la proclamación que hace el Apóstol Pedro en la 1a lectura acerca de Cristo como Salvador, por su muerte y resurrección, ahora llama la atención de los cristianos para que tomen en serio la exigencia de la doctrina de Cristo-Jesús TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  17. Hemos sido rescatados y liberados por la muerte y resurrección de Jesús, por consiguiente, hemos de tomar en serio nuestra fe cristiana y poner nuestra esperanza solamente en Dios que lo ha hecho posible. Si el pueblo de Dios se vio libre de la esclavitud de Egipto por el signo de la sangre de un cordero, los cristianos nos ha liberado del pecado y en Dios descansa nuestra fe y nuestra esperanza. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A somos rescatados por la sangre de Cristo. El Apóstol ofrece a la comunidad cristiana un mensaje de esperanza al indicarle que ha sido Dios mismo quien El don de la FE y la ESPERANZA

  18. Lc. 24,13-35:«Lo reconocieron al partir el pan» (cfr. Mc 16,12s) ProclamacióndelEvangelio de Jesucristo segúnSanLucas R/. Gloria Tí, Señor TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  19. 13 Aquel mismo día, dos de ellos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, que está a unos diez kilómetros de Jerusalén. 14En el camino conversaban sobre todo lo sucedido. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  20. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos. 16 Pero ellos tenían los ojos incapacitados para reconocerlo. 17 Él les preguntó: –¿De qué van conversando por el camino? Ellos se detuvieron con rostro afligido, 18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo: –¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que desconoce lo que ha sucedido allí estos días? TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  21. 19 Jesús preguntó: –¿Qué cosa? Le contestaron: –Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. 20 Los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. 21 ¡Nosotros esperábamos que él sería el liberador de Israel!, pero ya hace tres días que sucedió todo esto. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  22. 22 Es verdad que unas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado; ellas fueron de madrugada al sepulcro, 23 y al no encontrar el cadáver, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles asegurándoles que él está vivo. 24 También algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como habían contado las mujeres; pero a él no lo vieron. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  23. 25 Jesús les dijo: –¡Qué duros de entendimiento!, ¡cómo les cuesta creer lo que dijeron los profetas!26 ¿No tenía que padecer eso el Mesías para entrar en su gloria? 27 Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que en toda la Escritura se refería a él. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  24. 28 Se acercaban al pueblo adonde se dirigían, y él hizo ademán de seguir adelante. 29 Pero ellos le insistieron: –Quédate con nosotros, que se hace tarde y el día se acaba. Entró para quedarse con ellos; 30 y, mientras estaba con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  25. 31 Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. 32 Se dijeron uno al otro: –¿No sentíamos arder nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba la Escritura? TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  26. 33 Se levantaron al instante, volvieron a Jerusalén y encontraron a los Once con los demás compañeros, 34 que afirmaban: –Realmente ha resucitado el Señory se ha aparecido a Simón. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  27. 35 Ellos por su parte contaron lo que les había sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor R/. Gloria a Ti, Señor Jesús. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  28. RE-LEAMOS LA PALABRA PARA INTERIORIZARLA Este domingo leemos a Lucas, que nos narra con exquisita delicadeza y una estructura muy bien pensada la aparición de Jesús a los dos discípulos de Emaús. Los discípulos de Emaús son principalmente un símbolo. No nos interesaría lo que les pudiera pasar o lo que pudieran haber sentido en aquel misterioso encuentro con Jesús, si no fuera porque expresan de alguna manera algo presente en cada uno de nosotros: una dimensión profunda de la fe y de la esperanza cristianas frente a la noche oscura de la desesperanza y la frustración. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  29. Los dos discípulos, más que ir a Emaús, huían de Jerusalén. Herido el pastor, se dispersaban las ovejas (cfr Mt 26,31). No querían saber ya de lo que habían vivido en Jerusalén.Allí todo acabó mal. «Lo de Jesús el Nazareno» (Lc. 24, 19) había sido un desastre. Ellos habían depositado sus ilusiones en Jesús. Habían pensado, con tantos otros, que «él iba a ser el liberador de Israel» (Lc. 24,21). Probablemente lo aclamaron entrando triunfante en Jerusalén los días de la Pascua. Debieron pensar que el Reino estaba por llegar de un momento a otro. Todo el pueblo estaba «enansiosa espera», como nos dice Lucas en otra parte de su evangelio (Lc. 3,15). Pero toda esta esperanza se frustró, y ellos emprendieron la vuelta a su aldea, a la seguridad de su casa, a la privacidad del hogar. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  30. Frustración, desencanto, decepción... eran los sentimientos que les embargaban. Estaban «de vuelta», de vuelta de Jerusalén y de vuelta de todo. ¡Huían! Aturdidos por la depresión, sólo querían olvidar. «Todo ha sido un sueño», dirían, como la Magdalena del Jesucristo Superstar; «es hora de despertar a la vida real y dejarse de utopías»... -«Comentaban lo sucedido mientras conversaban y discutían» (Lc.24, 14-15). TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  31. No era una conversación cualquiera. Era una conversación «fijada» sobre lo sucedido, sobre «lo que pasó», como un trauma que queda grabado en el alma e impide airear la mente con otras perspectivas. Podemos imaginar a los dos discípulos caminando, queriendo espantar los fantasmas de la muerte de su Mesías, pero sucumbiendo acorralados al acecho e insistencia de sus recuerdos, «dándole vueltas también en su corazón» (Lc. 2, 51) a todo ello. Esa conversación -quizá más bien un «monólogo a dúo»- no dejaría de ser la prolongación de su «autocharla» encadenada a unos pensamientos deteriorados y negativos… TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  32. Anónimo, disfrazado, desconocido, «Jesús mismo en persona se les acercó, y se puso a caminar con ellos. «Pero estaban cegados y no podían re-conocerlo» (Lc.24, 15-16). No haría falta imaginar ninguna intervención sobrehumana para explicar esta ceguera; los siquiatras explicando esta «ceguera» que es típica de la depresión la merma de la actividad psíquica y de la capacidad ideatoria . TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  33. «¿Qué conversación es esa que se traen Uds. por el camino?» (Lc. 24,17). Interesante esta pedagogíaque Lucas atribuye a Jesús: comienza acercándosea ellos, metiéndose en su camino, poniéndose a la altura de su marcha y preguntando, interesándose por «su conversación»... Quiere que le compartan su estado de ánimo, su desesperanza, y no quiere hablar ni dar una lección antes de escuchar, antes de saber cuáles son las preguntas concretas que ellos se hacen… TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  34. - Teológicamente es la dinámica de la encarnación. Sicológicamente es una terapia de catarsis: Jesús quiere escuchar lo que ya sabe porque quiere que los discípulos se expresen, que arrojen por su boca y dibujen con toda su alma la amargura y la decepción que sienten, su incredulidad y su cansancio. - Después de escucharlos atentamente Jesús toma la palabra y, apoyándose en la Escritura, les interpreta todo lo sucedido. Les da una nueva interpretación, sobre la que ellos tenían, de los hechos acaecidos en Jerusalén. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  35. Ellos interpretaban la muerte de Jesús como un desastre, como un fracaso, como el triunfo del poder del mal sobre el hombre justo Jesús. Compartían la noche oscura de los pobres de todos los tiempos, que ven frustradas sus esperanzas por la fuerza avasalladora del mal que triunfa sobre el bien a lo largo de la historia. • Ellos interpretaban los hechos como la inexplicable derrota del justo Jesús. Y podemos pensar que, con esa interpretación, toda su conversación podría reducirse a un círculo vicioso de pensamientos negativos, destruidores de la autoestima, autoculpabilizadores, depreciadores de la utopía que había predicado el maestro galileo ahora desaparecido… TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  36. - Pero Jesús les da «otra» interpretación. Los invita a corregir su visión, a educar sus ojos. Hay otra forma de mirar. Jesús les da testimonio de ella y se la ofrece. Las cosas no son así, como ellos las ven. En lo profundo, son de otra manera. Es verdad -les dirá Jesús- que los hechos, los hechos brutos, en sí mismos, parecen dar la razón a la fuerza y aparentan negar la fuerza de la razón. Es decir, es cierto que, materialmente hablando, Jesús ha sido derrotado. Ha sido expulsado de este mundo por los poderosos. No pudieron tolerar la frescura de su utopía y se volcaron contra él. Su muerte es la demostración de que en el mundo no hay sitio para una persona buena. El amor no tiene cabida aquí entre nosotros. No es ésta su patria, no es éste su hogar. El amor aquí anda como expatriado, fuera de su lugar propio. Y por eso es perseguido y expulsado de este mundo. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  37. Y lo consiguieron los poderosos: expulsaron a Jesús. El mundo no estaba suficientemente maduro como para acoger la propuesta utópica de Jesús. No es posible imaginar mayor postración y abatimiento, mayor desesperanza y frustración. Fracasó, sí. - Pero Jesús, quizá sujetándolos del brazo y deteniéndolos un momento en el camino para mirarles a los ojos, les increpa lleno a la vez de ternura y de una poderosa convicción: ¿Pero no se dan cuenta ustedes?, «¿no tenía que padecer todo eso el Mesías para entrar así en su gloria?» (Lc.24, 26). ¿Acaso podría haber sido de otra manera? Si las cosas hubiesen sido diferentes, si Jesús no hubiera bebido hasta la última gota el cáliz del fracaso, no hubiera expresado en su propia vida, viviéndolo en su propia carne, la realidad dramática del amor. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  38. Sólo así, con ese fracaso total pudo expresar la fidelidad total, la fe a pesar de todo, la esperanza contra toda esperanza, el amor mayor (Jn 15,13) hasta dar la propia vida. -A esa luz, Dios había triunfado. Había expresado lo que quería expresar. Nos dio en Jesús su Palabra: hecha carne y sangre, vida y muerte, amor y fidelidad en plenitud. Sí, había triunfado Dios. Había quedado expresado de una vez para siempre, para toda la humanidad, cuál es la Verdad y cuál es el Camino, el único camino. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  39. La muerte de Jesús había sido el triunfo, no ya frente a sus enemigos simplemente, sino frente al mal y frente a la muerte, frente a la desesperanza y la oscuridad: «¿No tenía que padecer todo eso el Mesías para entrar en su gloria?». Efectivamente, con cualquier otro guión, Dios hubiera sido menos elocuente. Conducidos por la Palabra encendida de Jesús, los discípulos descubrían todo un horizonte nuevo. Sus ojos, cegados hasta entonces, se abrían a una luz distinta, que todo lo inundaba de esperanza, de certeza, de valor. Ardía su corazón. Vibraban con el de Jesús, al unísono, llenos de sentimientos positivos que curaban el sufrimiento de su corazón herido. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  40. Veían ahora de forma distinta lo sucedido. Lo miraban con una nueva aproximación. Ahora, no sólo lo entendían -con la cabeza- de un modo distinto, sino que lo descubrían también, con el corazón, con un sabor enteramente diferente: «¿No sentíamos arder nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba la Escritura?»(Lc.24, 32). Llegada la noche -aunque en su corazón estaba ya amaneciendo- le ofrecieron su hospitalidad: «quédate con nosotros» (Lc.24,29). TIEMPO PASCUAL TERER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  41. Era un ofrecimiento motivado tanto por el cariño que prontamente le habían cobrado, como por el propio interés: quédate con nosotros y prolonguemos esta conversación tan cálida y que tanto bien nos hace... Resonaban los ecos de aquellas otras palabras: «¡Qué bien estamos aquí, hagamos tres tiendas» (Mt 17, 1-9) y quedémonos conversando noche adentro... en el Tabor de esta conversación que también nos transfigura la realidad y nos ayuda a ver lo que no veíamos... -Y Jesús se quedó. «El entró para quedarse» (Lc.24, 30). Y, «mientras estaba con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio»... ¡Ya! ¡Suficiente! Entendieron todo. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  42. Era Él! Aunque en ese momento, precisamente, desapareció. Pero «se les abrieron los ojos y lo re-conocieron»(Lc.24, 31). Algo les sacudió. Se les impuso una evidencia irresistible: él no ha muerto fracasado: ha triunfado. Él no ha muerto verdaderamente: está vivo. No es un reprobado: al contrario, es él quien nos juzga, quien está juzgando al mundo. El crucificado es el glorificado. ¡Es «el Señor»! ¡Está vivo!. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  43. Lo «reconocieron»: Descubrieron que aquel desconocido caminante compañero era un personaje muy conocido para ellos; pero además ahora lo reconocían, lo conocían de otro modo. Todo aquello que había ocurrido en Jerusalén, de lo que habían sido testigos dolorosos, lo reconocían ahora de un modo nuevo; lo comenzaban a conocer con un conocimiento nuevo. - Habían adquirido unos ojos nuevos. La historia comenzaba a ser otra para ellos TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  44. - Aunque seguía siendo de noche, y los príncipes de las tinieblas andaban igual de sueltos, una luz poderosa interior les devolvía a una realidad nueva, diferente. Ahora sentían absurda su huida de Jerusalén.Escapar, ¿de qué?, ¿de quién?, ¿a dónde?, ¿por qué? • - Ya no había fracaso del que huir. Al contrario, había una cita a la que acudir: Jerusalén misma, porque el final de la historia no podía darse, precisamente, en un viernes santo. Había que continuar la historia. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  45. Ahora estaba claro que la Causa de Jesús seguía en pie. Su utopía, tan desvalida humanamente, tan despreciada por los prepotentes, y concretamente aplastada en su Cruz, resucitaba ante sus ojos, libre y poderosa, más utópica que nunca. «Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén» (Lc.24, 33). Sí, había que volver a Jerusalén, a la lucha, a la militancia, al lugar donde duele, al lugar del que acababan de huir. Jesús los había transformado. Los había rescatado de la desesperanza y la depresión. Tenía sentido la vida. Volvía a tener sentido para ellos la Causa de Jesús. Había que dejar la pereza y el aturdimiento y «ponerse las pilas». TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  46. Dice Lucas que se levantaron de la mesa y volvieron a Jerusalén «al momento». Hemos de entender que tanta urgencia sintieron, que ni siquiera quisieron pasar la noche en la casa en que se habían recogido. No esperaron al día siguiente. No esperaron a que amaneciera. «Aunque era de noche», se pusieron en camino, de vuelta a Jerusalén, al compromiso. Sin duda se dijeron: «Jesús, sí, vive; la lucha sigue». Y allí se encontraron a los otros «reunidos con sus compañeros» (Lc. 24, 33), organizados, compartiendo precisamente la misma luminosa experiencia interior. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  47. 3 ¿QUE NOS DICEel texto? MEDITEMOS LA PALABRA TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  48. Estamos, con el libro de los Hechos, ante una de las primeras expresiones del mensaje cristiano. La muerte de Jesús es presentada como obra de los hombres; la resurrección como obra de Dios. Dios resucita a Jesús rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que El permaneciera bajo su dominio. El domingo pasado leíamos el primer «sumario» que intercala Lucas en los Hechos sobre la vida de la comunidad. Hoy se nos presenta parte del importante discurso del apóstol Pedro el día de Pentecostés, el primero de los cinco suyos que ofrece el libro de los Hechos. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  49. Muchos años después de su anuncio en Pentecostés, S. Pedro, al escribir sus cartas a las primeras comunidades cristianas, les repetirá el mismo mensaje cristiano: ¿Qué significa creer en Cristo? Creer en Cristo es creer que nuestro destino humano no tiene precio, y está asegurado por la sangre de Jesús; que tenemos derecho a esperar y vivir de acuerdo con este destino porque Jesús resucitó y vive para siempre. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

  50. La vida del creyente se mueve entre vida - muerte, muerte - resurrección. Los apóstoles no son únicamente los testigos callados de un «hecho» clave en la historia de salvación; son los prototipos del creyente, ya que cada hombre debe recorrer el mismo camino que ellos recorrieron y del que es imagen perfecta la historia de Emaús. Cada creyente repite este itinerario... decepciones, fracasos, esperanzas. Los que habían perdido la esperanza, la recuperan. TIEMPO PASCUAL TERCER DOMINGO- CICLO A El don de la FE y la ESPERANZA

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