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El martirio de Perpetua y Felicidad y de sus compañeros (siglo III)

El martirio de Perpetua y Felicidad y de sus compañeros (siglo III). Santa Perpetua. Siglo XVIII. Iglesia de Santa Teresa de Lisieux , Royal Oak , Michigan (USA). Santa Felicidad. Mosaico paleocristiano. Capilla arzobispal de Ravena, Italia.

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El martirio de Perpetua y Felicidad y de sus compañeros (siglo III)

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  1. El martirio de Perpetua y Felicidady de sus compañeros(siglo III) Santa Perpetua. Siglo XVIII. Iglesia de Santa Teresa de Lisieux, Royal Oak, Michigan (USA) Santa Felicidad. Mosaico paleocristiano. Capilla arzobispal de Ravena, Italia

  2. Finales del siglo III, el imperio romano comienza su decadencia: guerras civiles, bárbaros en las fronteras, inflación, despoblación… Para contrarrestar tal situación, los emperadores utilizan el culto imperial obligatorio como elemento unificador interno. Los cristianos niegan dicho culto, por lo tanto se crean legislaciones “anticristianas”. Es el comienzo de persecuciones, arrestos y martirios.

  3. Septimio Severo (193-211) 202, Para detener el crecimiento de las agrupaciones religiosas, prohibe el proselitismo tanto judío como cristiano bajo la pena de graves castigos. El catecumenado se torna ilegal.

  4. 203, en ThuburboMinus, cerca de Cartago (África) son arrestados los catecumenos: Revocato y Felicidad (embarazada de 8 meses), dos jóvenes esclavos; otros dos varones, Saturnino y Secúndulo; y Perpetua, la noble matrona, de 22 años (que estaba amamantando un niño). Sáturo, el catequista del grupo, se presenta luego para correr la misma suerte que sus discípulos. Mártires rematado a espada. Miniatura del Menologio de Basilio II. Biblioteca Vaticana, Roma

  5. Lo interesante de estas actas del martirio de Perpetua y Felicidad y de sus compañeros, bajo Septimio Severo, es que parte de ellas ha sido escrita por los mismos protagonistas (Perpetua y Sáturo), quienes en la misma cárcel redactan notas sobre las vicisitudes de su prisión y el proceso, y consignan visiones con las que fueron confortados hasta la víspera de su martirio en la arena del circo romano. (cfr. Ruiz Bueno, Daniel (1974) Actas de los Mártires, Introducciones, notas y versión española: BAC.)

  6. Relato de Perpetua (Colector anónimo): A partir de aquí, ella misma relató toda la historia de su martirio, como lo dejó escrito de su mano y según sus impresiones. (Perpetua): Cuando nos hallábamos todavía con los guardias, mi padre, impulsado por su cariño, deseaba ardientemente alejarme de la fe con sus discursos y persistía en su empeño de conmoverme. Yo le dije:-Padre, ¿ves, por ejemplo, ese cántaro que está en el suelo, esa taza u otra cosa?-Lo veo -me respondió.-¿Acaso se les puede dar un nombre diverso del que tienen?-¡No!-me respondió.-Yo tampoco puedo llamarme con nombre distinto de lo que soy: ¡CRISTIANA! Entonces mi padre, exasperado, se arrojó sobre mí para sacarme los ojos, pero sólo me maltrató. Después, vencido, se retiró con sus argumentos diabólicos. Durante unos pocos días no vi más a mi padre. Por eso di gracias a Dios y sentí alivio por su ausencia.

  7. El parto de Felicidad También Felicidad halló gracia ante el Señor, de la siguiente manera. Se hallaba en el octavo mes del embarazo, pues fue detenida encinta. Al aproximarse el día del espectáculo, sufría mucha tristeza temiendo que su martirio fuera postergado a causa de su estado, ya que la ley prohíbe que las mujeres encintas sean expuestas al suplicio, (…) Tres días antes de los juegos, unidos en un común gemido, dirigieron su oración al Señor. Apenas terminaron la oración, en seguida sobrevinieron a Felicidad los dolores del parto. En razón de las naturales dificultades de un parto en el octavo mes, ella sufría y gemía. Entonces un carcelero le dijo: "Si tanto te quejas ahora, ¿qué harás cuando seas arrojada a las fieras, de las que te burlaste, alno querer sacrificar?". Ella respondió: "Ahora soy yo la que sufro lo que sufro; pero allí habrá otro en mí, que padecerá por mí, pues yo también padeceré por él". Felicidad dio a luz una niña, que una cristiana adoptó como hija.

  8. El Martirio Caminaron de la cárcel al anfiteatro (…) Perpetua marchaba última con rostro iluminado y paso tranquilo, como una gran dama de Cristo y una preferida de Dios (…) También iba Felicidad, gozosa de que su afortunado parto le permitiera luchar con las fieras, pasando de la sangre a la sangre, de la partera al gladiador, para purificarse después del parto con el segundo bautismo.

  9. (…) Cuando llegaron a la puerta del anfiteatro, quisieron obligarles a disfrazarse: los hombres, de sacerdotes de Saturno; las mujeres, de sacerdotisas de Ceres. Pero la generosa Perpetua resistió (…): "Hemos venido hasta aquí voluntariamente, para defender nuestra libertad. Sacrificamos nuestra vida, para no tener que hacer cosa semejante (…)”

  10. (…) Revocato, Saturnino y Sáturo increpaban a los espectadores. Al llegar ante la tribuna de Hilariano, con gestos y señas le dijeron: "Tú nos juzgas a nosotros; pero a ti te juzgará Dios”(…) (…) Al comienzo del espectáculo, experimentaron las garras de un leopardo y, después, sobre el estrado, fueron despedazados por un oso (…)

  11. (…) Para las jóvenes mujeres el diablo había reservado una vaca bravísima. La elección era insólita, como para hacer, con la bestia, mayor injuria a su sexo. Fueron presentadas en el anfiteatro, desnudas y envueltas en redes El pueblo sintió horror al contemplar a la una, tan joven y delicada, y a la otra, madre primeriza con los pechos destilando leche. Fueron, pues, retiradas y revestidas con túnicas sin cinturón (…)

  12. La primera en ser lanzada al aire fue Perpetua y cayó de espaldas. Apenas se incorporó, recogió la túnica desgarrada y se cubrió el muslo, más preocupada del pudor que del dolor(…) al ver a Felicidad golpeada y tendida en el suelo, se le acercó, le dio la mano y la levantó. Ambas mujeres se pusieron de pie y, vencida la crueldad del pueblo, fueron llevadas a la Puerta de los vivos (…)

  13. Luego (Perpetua) mandó llamar a su hermano, y al catecúmeno, y les dijo: "Permanezcan firmes en la fe, ámense los unos a los otros y no se escandalicen por nuestros sufrimientos". Prenda de sangre Sáturo, junto a otra puerta, exhortaba así al soldado Pudente: "En síntesis, ciertamente, como yo presumí y predije, ninguna fiera me ha tocado hasta el presente. Cree, pues, con todo tu corazón. Ahora avanzaré en la arena y un leopardo me matará de una sola dentellada. Y en seguida, casi hacia el fin del espectáculo, se soltó contra él un leopardo que de un mordisco lo sumergió en su sangre

  14. (…) El pueblo reclamó que los heridos fueran conducidos al centro del anfiteatro para saborear con sus ojos homicidas el espectáculo de la espada que penetra en los cuerpos. Los mártires espontáneamente se levantaron y se trasladaron adonde el pueblo quería; pero, antes, se besaron unos a otros para consumar el martirio con el rito solemne de la paz.(…) (…) Perpetua, (…) tomó la torpe mano del gladiador novicio y dirigió la espada a su garganta.

  15. ¡Oh fortísimos y beatísimos mártires! De veras, han sido llamados y elegidos para gloria de nuestro Señor Jesucristo. Quien lo exalta, honra y adora, debe leer también estos ejemplos para edificación de la Iglesia, ya que no son menos bellos que los antiguos. También las nuevas gestas dan testimonio al mismo y único Espíritu Santo que obra aún hoy, y a Dios Padre omnipotente y a su Hijo Jesucristo, Señor nuestro, a quien pertenecen la gloria y el poder infinito por los siglos delos siglos. Amén

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