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SONETO XIII - GARCILASO DE LA VEGA

SONETO XIII - GARCILASO DE LA VEGA A Dafne ya los brazos le crecían, y en luengos ramos vueltos se mostraba; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían.

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SONETO XIII - GARCILASO DE LA VEGA

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Presentation Transcript


  1. SONETO XIII - GARCILASO DE LA VEGA A Dafne ya los brazos le crecían, y en luengos ramos vueltos se mostraba; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían. De áspera corteza se cubrían los tiernos miembros, que aún bullendo estaban: los blancos pies en tierra se hincaban, y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño! ¡Que con llorarla crezca cada día la causa y la razón porque lloraba!

  2. EL MITO DE DAFNE Y APOLO EN EL ARTE: Antonio del Pollaiolo (s. XV)

  3. El Veronés (s. XVI)

  4. Biliberti (ss. XVI, XVII)

  5. Bernini (ss. XVI, XVII)

  6. Cornelis de Vos (ss. XVI, XVII)

  7. Nicolás de Poussin (s. XVII)

  8. Tiépolo (ss. XVII, XVIII)

  9. Jean Etienne de Liotard (s. XVIII)

  10. Waterhouse (s. XX)

  11. ANTONIO MINGOTE, ( s. XX )

  12. ANÁLISIS MÉTRICO: A-Daf-ne-ya-los-bra-zos-le-cre-cí-an 11Ay_en-luen-gos-ra-mos-vuel-tos-se-mos-tra-ban; 11Ben-ver-des-ho-jas-vi-que-se-tor-na-ban 11Blos-ca-be-llos-que_el-o-ro_es-cu-re-cí-an; 11ADe-ás-pe-ra-cor-te-za-se-cu-brí-an 11Alos-tier-nos-miem-bros-que_aun-bu-llen-do_es-ta-ban; 11Blos-blan-cos-pies-en-tier-ra-se-hin-ca-ban 11By_en-tor-ci-das-ra-í-ces-se-vol-ví-an. 11AA-quel-que-fue-la-cau-sa-de-tal-da-ño, 11Ca-fuer-za-de-llo-rar,-cre-cer-ha-cí-a 11Des-te_ár-bol,-que-con-lá-gri-mas-re-ga-ba. 11E¡Oh-mi-se-ra-ble_es-ta-do_oh-mal-ta-ma-ño, 11Cque-con-llo-rar-la-crez-ca-ca-da-dí-a 11Dla-cau-sa_y-la-ra-zón-por-que-llo-ra-ba! 11E

  13. Las Metamorfosis, del poeta romanoOvidio es un poema en quince libros que describe la creación e historia del mundo mitológico griego y romano. Describe los cambios físicos que hacen las distintas divinidades para conseguir fines distintos. Va desde la creación del mundo hasta Julio César; e incluye 250 leyendas entrelazadas con gran maestría. • Se considera uno de los trabajos sobre mitología más populares, llegando a ser la obra más conocida por los escritores medievales y por lo tanto teniendo una gran influencia en la poesía medieval.

  14. - En primer lugar, debemos reseñar el uso de los epítetos antepuestos (verdes hojas, v. 3, blancos pies, v.7…). Al final del primer cuarteto observamos el símil en los cabellos que el oro oscurecían (v. 4). • En el segundo cuarteto apreciamos una antítesis (áspera corteza/ tiernos miembros), que subraya el contraste entre la ninfa, pintada aún con formas humanas, y el laurel en el que está transformándose. • Ya inmersos en los tercetos, encontramos un encabalgamiento (crecer hacia /este árbol, vv.10-11); el hipérbaton en los mismos versos, aunque debe señalarse la tendencia a situar los verbos al final de la oración –crecían, se mostraban, se tornaban, oscurecían, cubrían, estaban, se hincaban, se volvían, regaba- lo que acerca la sintaxis castellana a la latina. • Por otro lado, la ánafora y la bimembración del verso 12, así como la exclamación que contempla el último terceto.

  15. En el texto predomina la descripción, que pretende pormenorizar con todo lujo de detalles la transformación de Dafne en árbol (en laurel, según el relato de Ovidio). • La descripción se realiza en los dos cuartetos del poema por medio de pretéritos imperfectos de indicativo (crecían, mostraban, tornaban, oscurecían, cubrían, estaban, hincaban, volvían), a través de los que la voz poética capta en su dinamismo el instante de la transformación. • Los primeros ocho versos están formados por cuatro oraciones compuestas de similar extensión en las que se refiere el cambio de las distintas partes del cuerpo de la ninfa (brazos, cabellos, piernas, pies) en otros elementos del árbol (ramas, hojas, tronco, raíces), respectivamente. • Dafne aparece descrita de acuerdo con el ideal de belleza femenina característico del Renacimiento: es rubia ( los cabellos que el oro oscurecían, v. 4) y de piel pálida (los blancos pies, v.7). Por otra parte, resulta necesario destacar la utilización de epítetos, especialmente en la segunda estrofa, si bien debe señalarse en general la profusión de adjetivos explicativos antepuestos al sustantivo ( áspera corteza, v. 5; tiernos miembros, v. 6; torcidas raíces, v. 8, miserable estado, v. 12 ).

  16. Estructura interna. Forma-contenido. Plano fonético. Cabe destacar, en cuanto a la lengua, que se observa la confusión de sibilantes propia de la época (“cresca”). Similicadencia (final de los imperfectos). Plano morfosintáctico. En cuanto a la lengua, aparece la asimilación “lloralla”. Este tipo de construcciones estuvo de moda en el siglo XVI, propio del gusto toledano, y de andaluces, murcianos y gente de la corte, que en tiempo de Carlos V seguían dicho modelo. Después decayeron, aunque por la facilidad de rima que daban a los poetas a final de verso las conservarán durante todo el XVII. La presencia de artículos en la mayor parte del texto hace que el sustantivo tenga un aire existencial, real. Cabe destacar que al final (miserable estado, mal tamaño) aparecen sin artículo, lo que indica un matiz esencial. El drama humano del dolor no correspondido.

  17. a) Transformación gradual de arriba abajo: DAFNELAUREL brazos ramos cabellos hojas piernas tronco pies raíces b) No aparece en todo el texto, ni una sola vez, el nombre de Apolo, suplido perifrásticamente al comenzar el terceto primero: Aquel que fue la causa de tal daño... c) Resulta enigmática la presencia, en el verso tercero, de un testigo ocular de la escena, único ejemplo del uso de la primera persona en todo el soneto, como si el ‘yo’ emisor hubiese presenciado, oculto, el drama. d) Último terceto = reflexión lírica del ‘yo’ emisor, a partir del mito. e) Soneto que ejemplifica el idealismo renacentista ( compararlo con el que escribió Quevedo al mismo motivo, pero con fines más humorísticos )

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