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Domingo 25º del tiempo ordinario

Domingo 25º del tiempo ordinario. Ciclo A. Día 17 de Septiembre de 2011. Eran las últimas semanas de la vida de Jesús. Jesús tenía interés en enseñar que “el Reino de Dios” que predicaba, era para todos, no sólo para el pueblo de Israel.

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Domingo 25º del tiempo ordinario

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Presentation Transcript


  1. Domingo 25º del tiempo ordinario Ciclo A Día 17 de Septiembre de 2011

  2. Eran las últimas semanas de la vida de Jesús. Jesús tenía interés en enseñar que “el Reino de Dios” que predicaba, era para todos, no sólo para el pueblo de Israel. Y que habrá gentes de regiones lejanas que, habiéndolo conocido tardíamente, tendrán el mismo mérito y las mismas oportunidades. Por eso dijo la parábola que hoy nos trae el evangelio. Mt 20, 1-16

  3. En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

  4. El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.

  5. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

  6. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: “Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido”.

  7. Ellos fueron.

  8. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.

  9. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: “¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?” Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”.

  10. El les dijo: “Id también vosotros a mi viña”.

  11. Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.

  12. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.

  13. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.

  14. El replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti”.

  15. “¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia por que yo soy bueno?”

  16. Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos. PALABRA DEL SEÑOR

  17. A muchos les extraña el final de esta parábola Jesús suele hablar de forma sorprendente para que se capte mejor el mensaje que quiere dejar para considerar.

  18. Jesús no está hablando de relaciones económicas o sociales. Jesús nos habla hoy de la grandeza del corazón de Dios. Nosotros tenemos un concepto de justicia que no es el concepto que tiene Dios.

  19. Es muy hermosa hoy la primera lectura del profeta Isaías. Is 55, 6-9 Nos dice que los caminos de Dios no son nuestros caminos y los planes de Dios son más altos que nuestros planes.

  20. Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos -oráculo del Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes.

  21. No solemos comprender los planes de Dios, que no son como los nuestros. Solemos empequeñecer a Dios, porque queremos ponerle a nuestra altura. Le queremos hacer como somos nosotros.

  22. A veces queremos que Dios tenga nuestra manera de pensar, con nuestras reglas de justicia. Pero la regla principal de Dios es el amor y el perdón. Quizá hasta nos molesta que Dios tenga misericordia, como le pasó al profeta Jonás. Quizá pensamos en la recompensa de Dios como algo material. Y surgen las envidias. Pero la recompensa de Dios es su amor y amistad. Y esto todos pueden recibirlo.

  23. Estamos demasiado acostumbrados a la justicia distributiva. Hay quienes sólo hacen esta clase de tratos: “te doy para que me des”. Y normalmente somos muy mezquinos y egoístas. A veces queremos que Dios nos trate según nuestra justicia. ¡Pobres de nosotros, si Dios nos tratase según merecemos! Por encima de nuestros méritos está la bondad y el amor de Dios. Como aquel padre hizo con el hijo pródigo.

  24. Hoy nos dice Jesús que nos llama a todos, y que está dispuesto a darnos su gracia y la felicidad eterna a todos, si le abrimos el corazón.

  25. Jesús nos llama a todos. A veces escuchamos su voz desde la infancia, otros la sienten de joven, otros de mayor y otros quizá en la ancianidad. Lo importante es decirle que SÍ mientras haya tiempo.

  26. Recordemos que Dios no nos paga por las horas de trabajo, sino por el amor y la actitud puestos en ese trabajo. Pero ¡Cuidado! Pues el tiempo se puede acabar sin que hayamos correspondido al amor. Quien trabaja sólo por el salario, nunca se dará cuenta del tesoro que es trabajar por el amor de Dios.

  27. Esta parábola iba dirigida en primer lugar a los jefes judíos que criticaban el hecho de que Jesús tratase con igual o más benevolen-cia a publicanos y pecadores. Ellos, los judíos, se creían los únicos depositarios de los bienes de Dios y no estaban de acuerdo con Jesús que trataba igual a paganos que a última hora iban conociendo a Dios.

  28. Quizá san Mateo, al transcribir esta parábola, tenía en cuenta algunas disputas que había entre los judíocristianos y los paganos recién convertidos. Sobre todo esto tuvo que escribir bastante san Pablo, exponiendo la gratuidad de la Gracia y la benevolencia infinita de Diios.

  29. Jesús lo había dado a entender en varias ocasiones. Por ejemplo: Al lamentar la envidia y mezquindad del hermano mayor del “hijo pródigo”; Al salir al paso de la opinión de Judas por creer ser un “despilfarro” la unción de María de Betania; O al tener que defender la acción de la pecadora ante Simón, el fariseo.

  30. Nosotros calculamos demasiado para las acciones religiosas. Dios no hace cálculos, sino que ama, como quiere que hagamos nosotros. Quizá nos ha llamado a primera hora y llevamos muchos años “al servicio” de Dios; pero es posible que hayamos trabajado sólo “a medio gas”. Uno que “aprovechó” bien el poco tiempo que tenía fue el buen ladrón. Y obtuvo el paraíso.

  31. Todos los santos, canonizados o no canonizados, han procurado aprovechar lo mejor posible el tiempo del que han dispuesto. Y aprovechar el tiempo significa hacer todo en la mayor unión posible con Jesucristo. Hoy en la 2ª lectura nos habla hermosamente san Pablo de este vivir unidos con Cristo Jesús. Flp 1, 20c-24.27a

  32. Hermanos: Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.

  33. Si es grande nuestra unión con Cristo, no temamos. ¡Levantemos el corazón! Nos dará el premio de sentir su amor y además una eternidad feliz.

  34. Para mi vivir es Cristo. Es Cristo Automático

  35. Para mi vivir es Cristo.

  36. Ya desde el seno materno me ha destinado el Señor.

  37. Ya desde el seno materno me ha destinado el Señor.

  38. Con su gracia estoy consagrado y hoy me llena con su amor.

  39. Con su gracia estoy consagrado y hoy me llena con su amor.

  40. Es cristo quien vive en mi y Él me ha entregado su amor.

  41. Es Cristo quien vive en mi y Él me ha entregado su amor.

  42. ¡Ay de mi si no anunciara que sólo en Él hay salvación!

  43. ¡Ay de mi si no anunciara que sólo en Él hay salvación!

  44. Para mi vivir es Cristo.

  45. Que María nos dé a Cristo para que sea nuestra Vida. AMÉN

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