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En 1808 reinaba en España Carlos IV . No eran tiempos fáciles, Napoleón había iniciado su expansión por Europa y tenía como enemigo a Inglaterra. España se vio implicada en las guerras de Napoleón porque había firmado un pacto con él (Tratado de Fontainebleau). Por este pacto los franceses podían pasar por España para invadir Portugal, aliada de Inglaterra… Pero resultó que Napoleón no pretendía sólo pasar por España…, sino invadirla.
En estas circunstancias, otro problema se añadió. El propio hijo de Carlos IV, Fernando, conspiraba contra su padre, ayudado por algunos amigos aristócratas. Tras un motín, Carlos IV tuvo que ceder la Corona a su hijo, que se convirtió en Fernando VII. Poco tiempo estuvo el rey, pues Napoleón le obligó a traspasar la Corona a su hermano José Bonaparte, que se convirtió en el nuevo rey de España. Fernando quedó prisionero en Francia…
Fernando VII Napoleón
Al pueblo español no le gustó esta situación. Se sublevó contra los franceses, les declaró la guerra, no aceptó a José I y quería que volviera su Fernando VII “El Deseado”. Era la “Guerra de la Independencia”. Algunos murieron en Madrid, fusilados. Pero la guerra continuó durante seis años. Los franceses conquistaron casi toda la Península. Pero quedó una zona sin conquistar: Cádiz.
Ciudad costera, cosmopolita, asediada por los franceses pero ayudada por los barcos ingleses, en Cádiz se refugiaron los representantes de los españoles.Se reunieron en las Cortes de Cádiz para elaborar una constitución para el reino, mientras esperaban el fin de la guerra y el regreso de Fernando VII.La Constitución salió a la luz el 19 de marzo de 1812 (“La Pepa”).
Ramón Rodríguez. Cádiz no se rinde ante las tropas francesas J. M. Casado del Alisal. Jura de los diputados de Cádiz
La Constitución de 1812 recogió unos derechos y unas libertades que nunca habían conocido los españoles. Hasta ese momento el rey tenía todo el poder y dominaba a sus súbditos. Esto se acabaría con la constitución, que recortaba los poderes del rey para dárselos al pueblo, a los ciudadanos. Por eso, cuando Fernando VII volvió en 1814 tras finalizar la guerra, decidió anular la constitución de 1812 y todas las leyes que habían hecho las Cortes de Cádiz.